LIBREVILLE.– Un mes después del golpe de Estado en Níger, Gabón, otro Estado de la galaxia francófona, cayó este miércoles bajo el control de aquellos militares que debían velar por la seguridad de sus presidentes y el líder de los golpistas, el general Brice Oliqui Nguema, fue nombrado “presidente de la transición”.
Pocas horas después de las controvertidas elecciones que dieron a Ali Bongo Ondimba el tercer mandato como jefe del Estado con el 64,27% de los votos frente a su principal rival, Albert Ondo Ossa, que obtuvo solo el 30,77%, la Guardia Pretoriana anunció en televisión la anulación de la votación, disolución de “todas las instituciones de la república” y “cierre de fronteras y toque de queda hasta nuevo aviso”.
En la cadena estatal Gabón 24, un militar habló, en una especie de manifiesto programático, de “un gobierno irresponsable e impredecible que provoca un deterioro continuo de la cohesión social y que corre el riesgo de llevar al país al caos”, por lo que dijo: “Hemos decidido defender la paz poniendo fin al régimen actual”. Lo hizo en nombre del Comité para la Transición y la Restauración de las Instituciones, la versión gabonesa del nigerino Consejo Nacional para la Protección de la Patria.
Una multitud salió a las calles de la capital para celebrar con los soldados el final del gobierno de Bongo. “¡Gracias, Ejército! Por fin, llevábamos mucho tiempo esperando este momento”, afirmó Yollande Okomo, frente a soldados de la guardia republicana, un cuerpo de élite.
“Larga vida a nuestro Ejército”, sentenció Jordy Dikaba, un joven que caminaba junto a sus amigos por una calle custodiada por policías armados.
Dinámica similar, historia diferente, pero denominador común: la sustitución del poder militar por el poder civil en nombre de supuestas operaciones de limpieza contra corruptos, una tendencia que también fue creciendo en los últimos años en más de un país africano (Gabón, con unos 2,5 millones de habitantes, es el octavo golpe en el continente en tres años).
Níger, sumido en una crisis de seguridad con la sombra del grupo de milicianos Wagner tras el golpe militar, expulsó al embajador de París.
Reacciones
El futuro de Gabón, lastrado por más de medio siglo de poder corrupto y nepotista transmitido sin fisuras de Bongo padre (Omar) a Bongo hijo (Ali), se encuentra en una densa niebla, aunque el apoyo histórico de París a ambos, si bien diluido más recientemente, sea un hecho y haya unos 400 militares franceses presentes permanentemente en el país.
En tanto, China, que tiene importantes intereses en el país, reaccionó a los acontecimientos de Libreville.
El presidente de Gabón está bajo arresto domiciliario, según los militares golpistasLos militares que tomaron el poder en #Gabón acusan al presidente del país, #AliBongo, de “alta traición” y “malversación masiva de fondos públicos”, entre otros delitos. /cq pic.twitter.com/EjuVkH161H
— DW Español (@dw_espanol) August 30, 2023
“Pedimos a todas las partes en Gabón que partan de los intereses fundamentales del país y del pueblo, resuelvan las diferencias a través del diálogo y restablezcan el orden normal lo antes posible”, afirmó en la rueda de prensa diaria el vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores, Wang Wenbin.
El Kremlin dijo estar “profundamente preocupado”, al igual que Estados Unidos.
La primera ministra francesa, Elisabeth Borne, afirmó que París estaba siguiendo “con la máxima atención” la situación.
Francia “condena el golpe”, dijo a su vez el vocero Olivier Véran, mientras el grupo minero francés Eramet, que cuenta con 8000 empleados en Gabón, primero paralizó sus actividades y luego anunció su reanudación parcial.
Preocupación y condena llegaron de todo el mundo, desde Gran Bretaña hasta la Commonwealth, desde la Unión Africana hasta las Naciones Unidas y la Unión Europea (UE).
En tanto, el depuesto presidente Bongo –que, según palabras del nuevo hombre fuerte, Oliqui Nguema, “fue puesto a descansar”–, mediante un video aparentemente grabado en su residencia, invitó a “todos los amigos del mundo” a “hacer ruido”. Un llamamiento que difícilmente sea escuchado. La grabación fue compartida por BTP Advisers, una empresa de comunicación que ayudó al presidente con las encuestas electorales.
Agencias AP, ANSA y AFP