Ocupados, pero pobres: los trabajos más precarios, en su mayor nivel desde 2006

El Gobierno celebra el crecimiento del empleo para contrarrestrar los alarmantes números de inflación. Y los datos oficiales, pese a que ya empieza a notarse cierto freno, avalan. Sin embargo, detrás se oculta una realidad dramática: el trabajo de indigencia –técnicamente llamado subempleo inestable– se expande y, a fin de 2022 llegó a su peor nivel desde 2006. Esto llevó el año pasado –sin tener en cuenta la pandemia– a un pico de ocupados con ingresos que son pobres y a cada vez más hogares que, pese a tener miembros en el mercado, requieren del Estado.

Trabajadores eventuales, changarines, peones, vendedores ambulantes, cooperativistas y trabajadores domésticos por hora, entre muchos otros, son algunos de los oficios que se hacen cada vez más comunes en la economía argentina, según surge de los microdatos de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) del Indec procesados por el Programa Cambio Estructural y Desigualdad Social (IIGG–UBA) y el Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA-UCA).

Ese “segmento marginal” de trabajadores llegó en el cuarto trimestre de 2022 a 16,7%, el mayor porcentaje desde el mismo período de 2006 (18,4%). En su trabajo, los técnicos definen al segmento marginal –el subempleo inestable– como ocupados o subocupados precarios con ingreso horario qué no alcanza para cubrir gastos alimentarios de una familia tipo (Canasta Básica Alimentaria).

Como otra dimensión del mismo problema, según el trabajo de los especialistas de la UBA y la UCA, la cantidad de ocupados pobres llegó a fines del año pasado a 27,3%. Para encontrar un dato similar, sacando el impacto de la cuarentena oficial por la pandemia (30,5% en 2020) hay que irse a 2006 (28,5%). El punto más bajo de la serie entre 2003 y 2022 fue 2017 (15,2%). En 2018, con la corrida cambiaria, la primera de la gestión de Mauricio Macri, comienza el deterioro hasta la actualidad.

En el mismo sentido, según el informe al que accedió LA NACION, los ocupados en hogares perceptores de política social pasaron de 3,8% en 2003 a 19,3% el año pasado, lo que revela el deterioro del mercado laboral. En 2021 eran 17,7%.

El discurso oficial

Pese al discurso oficial que sólo ve la mejora del desempleo, desde 2017, los ingresos netos de la ocupación principal de los trabajadores del sector privado registrado, el sector público, los informales y el total de los ocupados muestra una caída. La baja es, para el caso del total, de aproximadamente un 25%. Los ingresos de los trabajadores informales son un 30% menores en promedio a los de los otros segmentos del mercado laboral. E

n 2022 esa brecha se achicó, pero debido a que crecen menos los ingresos públicos. “Es el ajuste sobre los salarios públicos”, explicó Agustín Salvia, coordinador del estudio.

“En las últimas dos décadas, alrededor de la mitad de la población urbana laboralmente activa afrontó algún tipo de problemática vinculada a la calidad de su inserción laboral”, indicó el documento. “El empleo en segmento secundario o no regulado se convirtió en la principal problemática, alcanzando a casi un cuarto de la fuerza laboral activa de la Argentina”, completó. Este segmento incluye a asalariados no registrados, inestables o subocupados, trabajadores independientes inestables o subocupados y trabajadores familiares sin remuneración, según definieron los técnicos.

Los datos del empleo registrado

El Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) informó que en marzo los puestos de trabajo registrados crecieron en 5451 frente a febrero y acumulan una suba de 4,3% en doce meses (537.332 puestos). El mayor crecimiento se dio en el sector privado. Se generaron 19.256 nuevos puestos. No obstante, cayeron en el mes los monotributistas, los autónomos y los trabajadores de casas particulares.

“A pesar de continuar con la dinámica de crecimiento mensual desde enero de 2021, empieza a notarse cierto freno en la creación de puestos de trabajo registrado respecto a los meses anteriores”, indicaron en la consultora LCG. “El promedio de nuevos puestos de 2022 fue 49.866 y este marzo se creó una décima parte”, agregaron.

Según el último informe de mercado laboral del Indec, el desempleo fue de 6,3%. Es una baja de siete décimas frente a la desocupación de 2021. El crecimiento del empleo fue informal y cuentapropista principalmente, según indicaron los especialistas. Recién a comienzos de este año, los trabajadores formales privados superaron el pico registrado durante la gestión de Macri.

“Desde 2012, se observa una pérdida continua de la participación de los asalariados privados sobre los puestos registrados totales, pasando del 55,9% en enero de 2012 al 48,7% actual”, indicaron en LCG. “Si se consideran los últimos tres años crecieron el monotributo social (66,1%), monotributo (16,6%), asalariados privados (6,5%), asalariados públicos (6,4%), autónomos (0,3%) y cayeron los asalariados de casas particulares (-7,4%)”, estimó el Iaraf.

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