Hemos hablado en varias ocasiones aquí del FOMO (referido a fear of missing out, en inglés), el término que se usa para describir la sensación de miedo u ansiedad que nos produce perdernos algo que los demás están viviendo, y también de su contraparte, JOMO (joy of missing out), la alegría de perdernos cosas y poder disfrutar del presente. Pero en tiempos de inteligencia artificial generativa, ha llegado un nuevo temor: el FOBO (fear of become obsolete); la generación Z tiene miedo de “volverse obsoleta” por el avance acelerado de la IA en nuestras profesiones. ¿Alguien más que quiera ponerle siglas a su ansiedad? Avisen que es ahora.
Una nueva encuesta de Gallup muestra que los jóvenes son los que más temen que la tecnología haga que sus trabajos queden obsoletos, en comparación con cualquier otro grupo de edad, y que en los últimos dos años el temor ha avanzado siete puntos desde 2021, mientras que otras preocupaciones laborales se mantienen estables. Además, los trabajadores con educación universitaria casi igualan a los no universitarios en preocupación por un posible impacto negativo.
Los límites de nuestra experiencia personal
Justo esta semana estuvo en Buenos Aires, Patrick McGinnis, emprendedor, inversor y escritor bestseller, creador del acrónimo FOMO. Fue en su estancia en la escuela de negocios de Harvard cuando sintió esa sensación a la que le puso nombre hace 20 años, sin saber entonces, que le estaba dando nombre a una bola de ansiedad muy actual que creció año a año al ritmo de las redes sociales que fueron tomando nuestra vida digital. Pude conversar con él en el marco de una asociación que hizo junto a Mercado Libre, con la división dedicada al desarrollo y comercialización de soluciones de publicidad de la plataforma. Juntos, presentaron el nuevo acrónimo FOMA, para referirse al miedo que tienen las marcas de perder o no dirigirse de forma adecuada a las distintas audiencias, y mostraron herramientas tecnológicas que permiten una microsegmentación que permite anuncios personalizados al máximo potenciados por la gran cantidad de asociaciones de datos que nos permite la IA y el poder de cómputo actual.
Ya en 2004 el propio McGinnis había hablado de FOBO, pero no se refería al miedo de quedar obsoletos, sino al que haya “mejores opciones” (better options) que las que cada uno de nosotros toma. Todo el “afuera” se presenta como un aspiracional superior a lo que tenemos o somos.
El experto recomendó anclar la atención en el presente (él lo hace meditando y usando selectivamente su teléfono), ser conscientes de “los recortes” a los que nos exponemos y tener una mirada crítica que nos cuide de caer en la falacia de que la vereda de los de otros siempre es más verde que la nuestra. Por lo general es solo un pedacito y en ocasiones ni siquiera es cierto.