Erlend Bore, un ciudadano noruego, compró un detector de metales por “consejo médico” y descubrió joyas de oro del siglo VI, hallazgo considerado el “descubrimiento de oro del siglo” en su país. El inesperado encuentro descubrimiento a fines del mes de agosto en la isla sureña de Rennesøy, cerca de Stavanger.
El botín se compone de nueve medallones y perlas de oro que una vez formaron un collar de lujo, así como de tres anillos del mismo metal, precisó el jueves la Universidad de Stavanger a través de un comunicado. Dichos elementos yacían enterrados en la propiedad de un granjero.
El quincuagenario, que quería ser arqueólogo cuando era niño, había adquirido el detector de metales para motivarse a salir y moverse más, como le recomendaron su médico y su fisioterapeuta. Estaba a punto de rendirse y terminar su búsqueda cuando, inesperadamente, el detector empezó a sonar en una colina.
Luego avisó a los servicios arqueológicos que descubrieron unos 100 gramos de joyas que se remontan a alrededor del año 500 d.C., en una época de grandes migraciones de los pueblos en Europa. “Es el descubrimiento de oro del siglo en Noruega”, afirmó el director del museo arqueológico de la universidad de Stavanger, Ole Madsen.
“Encontrar tanto oro de un solo hallazgo es extremadamente raro”, sumó a continuación. El último descubrimiento comparable en el país escandinavo se remonta al siglo XIX. Según los arqueólogos, este último descubrimiento es único, sobre todo por el motivo que figura en los medallones, una especie de caballo de la mitología nórdica.
Håkon Reiersen, profesor asociado del museo, dijo que los colgantes de oro -medallas de oro planas, delgadas y de una sola cara que se conocen científicamente como bracteadas- probablemente eran objetos de valor escondidos o de una ofrenda a los dioses en momentos de extrema necesidad y dramatismo.
El profesor Sigmund Oehrl, experto en este tipo de colgantes, también del mismo museo, destaca que hasta ahora se encontraron alrededor de 1.000 bracteadas de oro en Noruega, Suecia y Dinamarca. Detalló luego que los símbolos en los colgantes generalmente muestran al dios nórdico Odín curando el caballo enfermo de su hijo.
La lengua del caballo cuelga de los colgantes de oro y “su postura encorvada y sus patas torcidas muestran que está herido”, sostuvo Oehrl. “El símbolo del caballo representaba enfermedad y angustia, pero al mismo tiempo esperanza de curación y nueva vida”, completó al momento de analizar las piezas.
Los objetos anteriores a 1537 y las monedas anteriores a 1650 se consideran propiedad del Estado y deben entregarse. Por ende, y según lo previsto por la ley, Erlend Bore y el propietario del terreno deberían recibir una recompensa. El plan es exhibir el hallazgo en el Museo Arqueológico de Stavanger.
Con información de AFP