La Argentina y Australia, dice, tienen grandes coincidencias. “Sus nombres empiezan y terminan con a, están formados por 9 letras, y somos grandes representantes del hemisferio sur”, asegura Norma Ramiro, Post Manager de la oficina de la Comisión Australiana de Comercio e Inversión (Austrade) para la Argentina, Uruguay y Paraguay. Ella lleva más de 15 años en su rol, y por eso es la gran experta para explicar el vínculo comercial entre ambos países.
P– ¿Cómo es la relación comercial entre Argentina y Australia?
R–El comercio es bastante modesto entre ambas naciones, pero está basado en tres sectores sólidos: la minería, sobre todo por las empresas que brindan servicios en esta industria; el sector agrícola-ganadero, y los servicios de turismo y educativos. También hay otras industrias que son transversales y mayormente vienen de la tecnología, como edutech, agtech, oil & gas, todas áreas que apoyan las operaciones de empresas en la Argentina.
P–Australia es el país donde se inventó el WiFi ¿Cuál es la importancia de la tecnología en la economía australiana?
R–El país tiene un ecosistema desarrollado, que incluso incluye intercambio de investigaciones académicas, desarrollos empresariales y más. A Australia le interesa poder divulgar las mejores prácticas, sobre todo en las industrias en las que es líder en tecnología y sustentabilidad como, por ejemplo, la minería.
P– Por su rol, usted reporta directamente al ministro de Comercio de Australia, país que actualmente tiene unos 25 millones de habitantes. A su vez, Austrade está presente en más de 80 países, lo que facilita la inserción comercial de la nación de Oceanía en el mundo, y así hoy ya llega a unos 48 mercados a nivel mundial ¿Cómo viene dando la balanza comercial actualmente?
R– Se da a favor de la Argentina. Desde Australia se exportan unos 770 millones de dólares hacia la Argentina, mientras que desde este país salen unos 900 millones de dólares.
P– ¿Cuáles son los productos que más le compra Argentina a Australia?
R– Principalmente carbón, aluminio, aceites vegetales, servicios educativos y royalties. Además, tomando en cuenta las fortalezas de la Argentina, desde Australia se exportan muchos servicios de minería. Por ejemplo, tengamos en cuenta que acá está la cuarta reserva de litio del mundo, y por eso algunas empresas australianas ya trabajan brindando servicios a esta industria.
P– ¿Qué oportunidades hay en Agtech?
R–Hay compañías australianas que están instaladas en la Patagonia que están trabajando sobre genética bovina y ovina. También en el norte del país hay empresas que emplean tecnología australiana, como lo hace Ledesma. Los ecosistemas se complementan: la tecnología y el sector agrícola ganadero.
P– ¿Y qué le vende Argentina a Australia?
R– Lo que más se exporta son productos agrícolas, aceites vegetales, soja, arroz, maní, vino y vehículos de doble cabina (la Amarok de Volkswagen). Esta última es la exportación más importante por su valor agregado.
P– ¿El intercambio va más allá de lo comercial?
R– Sí, hay mucho intercambio en educación e investigación. Por ejemplo, existe la Asociación de Investigadores de Argentinos en Australia, en la que se enfocan en temas como ganadería, agricultura, etc. Siempre se busca como mejorar la producción y bajar los costos.
P– ¿Existen dificultades para hacer crecer el comercio entre ambas naciones?
R– Al no tener tratado de libre comercio las tarifas son mucho más altas. La diferencia varía según la industria, el sector y el tipo de producto. Por ejemplo, en el caso de los vinos australianos que llegan a estas tierras hay una diferencia que está por encima del 40%. Esto quita competitividad.
P– Aun no hay tratado de libre comercio entre Australia y el Mercosur y, desde Austrade, reconocen que las negociaciones para conseguir uno podrían llevar cerca de una década. Actualmente el país oceánico cerró un tratado con la Unión Europea ¿Qué opina?
R– No puedo decirlo porque no hay uno todavía con la Argentina. También sería necesario saber si existe el interés por generar uno desde ambas partes.
P– Uno de los mitos que circundan al comercio entre ambas naciones es que la distancia geográfica pone barreras entre ellas. ¿Sigue siendo así? ¿Esto genera mayores costos?
R– Estamos insertos en un mundo globalizado. Hoy se puede llegar a Australia en un vuelo de tan solo 13 horas. Hoy, la conectividad hizo bajar los costos de logística y las herramientas tecnológicas facilitaron los acercamientos. Más allá de esto, como parte de esta estrategia de estar cerca, algunas empresas australianas tienen sus headquarters en los Estados Unidos, por ejemplo.
P– ¿Cuál es la industria que más exporta desde Australia?
R– La minería es una industria en la que el país tiene más de 200 años de experiencia y se desarrolló en paralelo con la agricultura y la ganadería. Es más, en Australia, ganadería y minería conviven en los mismos espacios geográficos, algo que es impensable en otros destinos. No es raro ver un viñedo al lado de una mina de carbón, tal como sucede en Sidney. A Australia le interesa compartir estas prácticas con el mundo, como lo que hacen las empresas que están enfocadas en el ciclo de la mina, desde su apertura hasta su cierre, qué sucede con la sustentabilidad, el manejo del agua y con las comunidades. El país es líder en estos servicios a través de las empresas METS (Equipos, Tecnología y Servicios para la Minería), que son las proveedoras de servicios para la minería, desde tecnología y desarrollo de software (solo en este punto abastecen al 60% del mercado global) hasta capacitaciones. Las empresas METS aportan a la economía australiana más de 90.000 millones de dólares australianos, y más del 55% de ellas son exportadoras, concretando ventas al exterior por unos 27 millones de dólares australianos.
P– ¿Están pensando en el uso de inteligencia artificial en la minería?
R– Se trabaja para lograr la automatización en la industria. Esto no implica el reemplazo de los hombres por máquinas, porque siempre se necesitará gente detrás de los equipos, pero sí generar la minería del futuro. Por ejemplo, con la automatización se logra ahorrar un 15% el uso de combustibles.
P– ¿Cuántas empresas australianas operan en la Argentina?
R– Hay unas 70 compañías, de las cuales unas 20 son METS. Una de ellas es Ausenco, entre otras, y todas funcionan con una estructura doméstica, usando la tecnología australiana en suelo local. A su vez hay otras 45 firmas en el sector de la minería y el resto está en el sector de los laboratorios, como Seqirus (que es la que produce la vacuna contra la gripe). Otro ejemplo de una firma australiana en la Argentina es Matific, una plataforma de enseñanza online. Además, estas firmas emplean mano de obra argentina.
P– ¿Hay planes solventes por parte de Australia en nuestro país?
R–Argentina está recibiendo mucho interés por parte de inversores australianos que quieren participar en el sector de la minería. La curva es ascendente. Además, hasta donde sabemos, no hay ninguna empresa que se haya ido del país o que planee irse. Hay una dinámica que fluye y esto es muy alentador.
