Tener éxito con las inversiones no es sencillo, aunque hay un principio muy simple que suele allanar el camino. Consiste en evitar los riesgos innecesarios, esos que cometen muchos inversores novatos debido a una combinación de factores: falta de conocimiento básicos, ansiedad y presión interna por obtener grandes ganancias a corto plazo.
Las buenas inversiones son aquellas que implican un bajo nivel de riesgo y prometen un rendimiento interesante. Aunque estas opciones abundan en el mercado global, lo cierto es que hay siempre más de las otras, las que tienen implícito un riesgo alto asociado con un rendimiento probable mínimo o directamente negativo.
En la columna de hoy te presento cuatro casos de inversión que demuestran lo importante que es evitar errores básicos para tener éxito en el mundo de las finanzas personales.
¡Comencemos!
1- Dejar criptoactivos en un exchange
Gran cantidad de inversores mantienen sus criptomonedas en exchanges por supuesta conveniencia o comodidad, pero esta decisión puede ser extremadamente peligrosa. Los exchanges son vulnerables a los hackeos y las estafas, como en el caso de Mt.Gox y FTX. Si sucede algo, es probable que pierdan todo su dinero. En este espacio, decimos una y otra vez que mantener criptoactivos en un exchange es un riesgo innecesario. Hoy existe la posibilidad de transferirlos a una wallet propia. Dado que los rendimientos que ofrecen los exchanges por las tenencias de los criptoinversores son muy bajos, cualquier argumento contrario al de practicar la autocustodia se cae por su propio peso. En esta nota podrás ver mi opinión sobre las hardware wallets (monederos físicos) y sus principales ventajas.
2- Tener dólares en caja de ahorro
No queremos que cunda el pánico y haya corridas bancarias, para nada. Sin embargo, sería necio sostener que el riesgo de los depósitos en dólares no existe en un país con el historial de Argentina. Si al dato se le suma la actual escasez de divisas, uno debería preguntarse cuánta gente puede dormir confiada en que nadie tocará su dinero en caja de ahorro o plazo fijo dolarizado. Para colmo, el rendimiento de los plazos fijos en verdes no supera el 0,30% anual promedio, muy inferior al que otorga Estados Unidos a quien compre los bonos más seguros del mundo. Claramente, un plazo fijo en dólares en un banco local comienza a percibirse como una operación de riesgo elevado que promete un rendimiento negativo en términos reales debido a la alta inflación que experimentan Estados Unidos y el mundo en general. Frente a este escenario, la alternativa de caja de seguridad (bancaria o privada) aparece como una mejor opción para ganar tranquilidad y no asumir riesgos innecesarios con los ahorros dolarizados.
3- Comprar bonos corporativos de EEUU que rindan menos del 4% anual
Los bonos corporativos son los títulos de deuda que emiten las empresas. Hay bonos a dos años que hoy pagan una renta inferior al 4% anual, cifra que está por debajo de la inflación en Estados Unidos. No importa si la empresa emisora del bono tiene una calificación AAA (la mejor) o si la percibimos como extremadamente segura, lo cierto es que invertir en deuda corporativa con un rendimiento inferior a la inflación en la principal economía del mundo implica asumir un riesgo innecesario cuando bien podríamos comprar un Treasury Bond (Bono del Tesoro de EEUU) al mismo plazo a una tasa del 4,11%, aproximadamente. Lo reiteramos con otras palabras: estos bonos estatales son catalogados como “libres de riesgo”, puesto que gobierno estadounidense tiene la potestad de emitir dólares para cumplir con los vencimientos. Por supuesto, puede surgir un conflicto momentáneo donde el partido opositor en el Capitolio le impida seguir emitiendo deuda y el riesgo deje de ser nulo, pero sin duda continúan siendo en la teoría los bonos más seguros que hay, muy por encima de los de las empresas, que pueden sufrir sucesos inesperados que pongan en riesgo parcial o totalmente sus finanzas.
4- Invertir en acciones de empresas en vez de ETFs indexados
Este ejemplo es quizás el que más polémica despierta, pero no debería ser así en función de las estadísticas y las opiniones de los expertos. Semanas atrás analizamos la filosofía de inversión del más grande de todos los tiempos: Warren Buffett, quien justamente suele recomendar inversiones pasivas a los inversores con capital limitado y conocimientos aún en desarrollo. Se refiere a comprar ETFs de índices bursátiles en lugar de armar una cartera propia de acciones puntuales. Entre los argumentos que sustentan este consejo, podemos mencionar:
– Ahorro de costos: La estrategia pasiva implica invertir en fondos indexados que replican el rendimiento del mercado en lugar de tratar de superarlo. Al hacerlo, los inversores pueden ahorrar costos significativos de comisión en comparación con la inversión activa, lo que se traduce en mayores retornos a largo plazo.
– Mayor diversificación: La inversión pasiva permite diversificar el portafolio en una amplia variedad de acciones y bonos a través de los fondos indexados, lo que reduce el riesgo total de la cartera.
– Menor riesgo de errores: La estrategia de inversión pasiva también ayuda a evitar los errores más comunes asociados con la inversión activa, como el vinculado con el trading y los tiempos de mercado, la selección de acciones inadecuadas y el exceso de confianza.
Quienes suelen estar siempre en busca del caballo ganador se encuentran más vulnerables al error que quienes invierten en fondos que siguen la evolución en conjunto del mercado. El riesgo que asumen por lo general es mayor, aunque muchas veces no se den cuenta.
Conclusión
El propósito principal de esta sección es proporcionar al lector una amplia gama de conceptos útiles que pueden aplicarse en la toma de decisiones de inversión.
En este sentido, el artículo de hoy lo considero de gran importancia para evitar inversiones perniciosas a partir de una comprensión más bien conceptual de los riesgos y las expectativas.
La calidad de nuestras inversiones pasa por aprender a minimizar el riesgo manteniendo una rentabilidad estable. Así iremos incrementando nuestro capital tanto monetario como al nivel de los conocimientos.
Si llegaste hasta acá, probablemente tengas un futuro promisorio en materia financiera.
¡Nos vemos la próxima semana con más análisis de finanzas personales e inversiones!