Invertir dinero siempre es una decisión importante, especialmente cuando se trata de nuestros ahorros, esos que tanto nos cuesta generar con una inflación que no da tregua y en un contexto económico que parece estar ingresando en una recesión.
Una opción muy extendida desde hace décadas entre los argentinos es el plazo fijo bancario, que ofrece seguridad y una rentabilidad predecible.
Si bien parece muy sencillo, lo cierto es que el plazo fijo tiene sus secretos y conviene conocerlos para evitar errores que pueden resultar muy caros para nuestros bolsillos.
En esta nota, repasaremos los tres errores más frecuentes que cometen los ahorristas y aprenderemos a evitarlos para maximizar los beneficios de la inversión minorista por excelencia en pesos en Argentina.
¡Comencemos!
1) Primer error: Ignorar el Sistema de Seguro de Garantía de los depósitos
A partir de enero, el Banco Central dispuso que la cobertura del Sistema de Seguro de Garantía de los depósitos sea de hasta 6.000.000 de pesos por inversor en cada entidad financiera. Esto significa que, si tenemos más de 6.000.000 de pesos invertidos en un mismo banco, cualquier cifra que supere ese límite no estará cubierta por el seguro en caso de que el banco experimente problemas financieros.
Para evitar eventuales inconvenientes, es esencial considerar ese límite y diversificar los depósitos en diferentes entidades, de modo de estar siempre cubiertos. Además, al diversificar los bancos, reduciremos el riesgo de que una eventual quiebra o situación delicada por parte de la entidad nos afecte por completo.
En este punto, es necesario advertir que la elección de uno o más bancos exige un estudio previo de la solidez y reputación de aquellas donde planeamos abrir cuentas. Diversificar por diversificar no tiene sentido si se eligen entidades financieras frágiles o mal administradas.
La estabilidad financiera y la confianza en un banco resultan fundamentales a la hora de tomar decisiones de inversión. Siguiendo estas pautas, la diversificación de nuestras inversiones nos ayudará a proteger nuestro capital y minimizar los riesgos.
2) Segundo error: Invertir en plazos fijos tradicionales a más de 30 días
Se trata de uno de los errores comunes que cometen los ahorristas. Muchos constituyen plazos fijos a 60, 90 o incluso 180 días porque imaginan que el banco les pagará mejor tasa de interés cuando mayor sea el plazo de inversión.
El razonamiento tiene lógica. Sin embargo, en un país tan convulsionado financieramente como el nuestro, ocurre lo contrario.
Actualmente, la Tasa Nominal Anual (TNA) de los plazos fijos en Argentina es del 97%. Ese es el interés que cobraríamos si constituyéramos un plazo fijo a un año. En cambio, si constituimos un plazo fijo a 30 días y reinvertimos los intereses mes a mes, con la TNA de hoy podemos obtener una Tasa Efectiva Anual (TEA) del 154%.
Para colmo, con la inflación en alza, es de esperar que las tasas de interés actuales se mantengan o incluso suban, por lo que establecer un plazo fijo a medio año o un año podría atarnos de manos mientras vemos cómo los precios en las góndolas aumentan a un ritmo frenético.
Por el contrario, con inversiones a 30 días podemos aprovechar mejores tasas futuras, puesto que, en cada renovación, nos beneficiaríamos con intereses más altos que los del mes anterior, obteniendo una Tasa Efectiva Anual superior incluso al mencionado 154% de hoy.
3) Tercer error: No contemplar los beneficios impositivos
En Argentina hay algunas inversiones que no pagan el Impuesto a las Ganancias ni el Impuesto a los Bienes Personales. Una de ellas son los plazos fijos en pesos.
Tanto el capital que utilizamos para constituir los plazos fijos como los intereses que genera la inversión están exentos, por lo que no debemos pagar tributos de más a la AFIP. Esto no implica que uno no deba detallar el monto invertido y los rendimientos obtenidos en su declaración jurada, por supuesto.
Por otra parte, los bancos tampoco deben retener parte de los intereses generados bajo ningún concepto ni cobrar comisiones inexistentes.
Estos beneficios deben contemplarse a la hora de comparar el rendimiento de los plazos fijos con distintos activos financieros que no están del todo exentos en materia de impuestos o donde sí existen comisiones bancarias que pueden quitarnos parte de los ingresos.
La planificación adecuada de los aspectos impositivos es fundamental para maximizar la rentabilidad de nuestras inversiones y garantizar el cumplimiento de nuestras obligaciones fiscales, ya sea a la hora de pagar tributos al Estado como de mantener debidamente declarado nuestro patrimonio.
Conclusión
Al invertir dinero en un plazo fijo bancario, es esencial evitar errores comunes y prestar atención a las recomendaciones presentadas en esta nota.
Conocer sus características principales puede marcar la diferencia a la hora de obtener rendimientos reales o, al menos, protegernos de la inflación.
La clave, como siempre, pasa por tomar decisiones con buena información y la mente fría, de modo de actuar en base a nuestras necesidades e intereses, en lugar de seguir recomendaciones ajenas sin analizarlas seriamente.
¡La seguimos la semana que viene con otra columna para seguir formándonos en finanzas personales e inversiones!