El gobernador bonaerense y candidato a la reelección en la provincia de Buenos Aires por Unión por la Patria, Axel Kicillof, señaló que ni la “motosierra, ni la dinamita, ni el ajuste [en alusión a las propuestas de sus adversarios políticos] van a hacer los caminos rurales” que necesita el campo para producir. Opinó, por otra parte, que hablar de retenciones es un “fetiche”.
“En la tele suena muy bien el ajuste. Pero, cuando yo recorro y hablo con los productores, con los laburantes, con los empresarios, con los intendentes, incluso los del radicalismo, el 100% creen en un federalismo, en un desarrollo territorial, creen en la necesidad de Estado, creen en la necesidad de la escuela pública, en la necesidad de salud pública”, dijo en las Agrojornadas Políticas organizadas por la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap).
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“El gobierno anterior predicaba el ajuste y terminó con retenciones cuando necesitó recaudar. Creo que lo que hay que hacer son sistemas sustentables y equilibrados, que contemplen todas las necesidades. Yo tengo que representar al sector productivo, rural, industrial, a los laburantes, a los pueblos, tengo que asumir esa representación no unilateralmente sectorial, no en contra de alguien, sino a favor del conjunto. Y a veces gobernar es usar los platillos de la balanza, sobre todo en economía es inexorable”, afirmó.
En este sentido, dijo que no es una discusión hablar de Estado sí o Estado no. “Tiene que haber Estado, porque el privado no puede hacer las obras para las comunidades, como seguridad rural, escuelas rurales, obra pública”, indicó.
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“Hay que votar con memoria. Saben que estas propuestas ya se aplicaron y les fue pésimo, los productores se caían a cachos, cerraron las escuelas rurales, no había insumos en los hospitales, no se hacían los caminos de tierra, no se ponía la maquinaria que hacía falta, no había créditos del Banco Provincia. Me decía un productor, una infidencia, ‘vos decís que Macri era nuestro y no fue nuestro’. En el interior de la provincia de Buenos Aires, se necesitan más escuelas públicas, más infraestructura, más cloacas. Bajemos a tierra estas cosas, hablar de cerrar el INTA y el Conicet. No creen en el rol del Estado que debe estar al servicio de la producción”, agregó.
En su primera parte de su exposición, recordó cuando hace cuatro años vino como diputado nacional y como candidato a gobernador: “Cuando vine no les prometí nada, solo los escuche cuando hablaban de la inseguridad rural y ahora vuelvo con más de 4000 patrulleros que compramos para la seguridad en los campos”.
Retenciones
Luego de su discurso, en una rueda con la prensa, Kicillof aseguró que hablar de las retenciones es un “fetiche”. “Si me permiten es una palabra un poco disruptiva, que cobró demasiada fama, como que se fetichizó, porque la ecuación de rentabilidad del productor tiene muchos elementos: ingresos, tasas impositivas, obviamente costos y beneficios, es un paquete. Uno puede tener, como pasó durante el macrismo, impuestos de este tipo, de uno de los tantos, con retención cero, pero después que los costos se le vayan a cualquier lado o que no haya crédito. En la época del macrismo, la tasa de interés de la tarjeta Procampo era de 20% o 40% en dólares y no había crédito para el productor”, dijo.
“No había retenciones pero se fundían en ese momento, porque estaba dolarizado teóricamente el ingreso, pero tenían dolarizados los costos y tenían una dinámica de costos, costo del crédito, costo de la energía de sus insumos, costo de los fertilizantes que hacían que no fuera rentable. Uno no puede mirar una ecuación conjunta mirando un solo factor, o sea que puede haber modelos que con mucha retención generen prosperidad y modelos que con poca retención generen quiebra. Para eso hay que ver la ecuación total de costos. Nosotros necesitamos que se produzca más y para eso hay que asegurar rentabilidad para todos los segmentos. Hay mucha producción rural que no paga retenciones porque va al mercado interno. Entonces, se necesita un mercado interno robusto”, agregó.
En cuanto a la dolarización propuesta por Javier Milei, candidato presidencial por La Libertad Avanza, dijo: “ Es falta un poco de calle, de la situación real y de cómo estamos. Y, cuando uno va a buscar experiencias históricas de otros países que hayan dolarizado, son nueve los que no tienen moneda propia y son todas islitas en términos poblacionales insignificantes, o sea que son difíciles de transpolar las experiencias acá. O sea que básicamente es algo que ni los países desarrollados, ni los países en desarrollo, ni los de población media, ni los de mucha población o poca, nadie ha decidido por esto”.
Ante una consulta sobre la situación crítica que atraviesan hoy los productores de leche, señaló que hay muchos que están mal “pero hay muchos a los que les va muy bien, y eso tiene que ver con dimensión”.
“Por eso nosotros lo que hacemos son políticas progresivas, segmentadas para las diferentes producciones, geografías y tamaños. Hay realidades muy heterogéneas en la provincia de Buenos Aires”, remarcó.
Ya retirándose de la sede de Carbap en el ascensor, respondió a una pregunta que había quedado colgada en la conferencia de prensa: “¿Qué cómo se sale del desdoblamiento cambiario? Con dólares, exportando más”.