En medio de una fría noche, miles de antorchas y velas se encendieron alrededor del mástil, frente a la plaza principal de Resistencia, donde explotó el grito de bronca por la desaparición y el femicidio de Cecilia Strzysowski, una joven de 29 años casada con César Sena, el hijo de un líder piquetero de estrecha relación con el gobernador Jorge Capitanich. A Cecilia se la vio por última vez el 1º de junio pasado.
Los familiares de Cecilia estaban al frente de la protesta. Gloria, su madre, y Ángela, la hermana, quienes portaban velas, una de las consignas de la marcha que se realizó para que se esclarezca un caso que conmocionó Resistencia. En plena marcha la gente empezó a gritar: “El domingo no se vota”, por las elecciones PASO a nivel provincial.
No es común que la plaza 25 de Mayo esté repleta de gente que reclama justicia. La desaparición de Cecilia encendió un clamor que la dirigencia política le teme, sobre todo el gobernador, que decidió focalizar el último tramo de la campaña en el interior provincial para evitar las protestas.
El trágico destino de Cecilia es lo que tiene en vilo a los habitantes de la capital chaqueña, que está envuelta en el final de la campaña electoral de cara a las PASO que se llevarán adelante el domingo. Nadie duda que este caso, que hizo cuña en la clase media chaqueña, va a influir en los comicios. La masiva asistencia arrima una posible confirmación a esa hipótesis.
Caso Cecilia Strzyzoswki: los indicios que alimentan la hipótesis de que la joven fue asesinada y hubo un complot para ocultar el cuerpo
La plaza 25 de Mayo sirvió históricamente para que las protestas piqueteras, encabezadas por Emerenciano Sena, detenido junto a su esposa Marcela Acuña y su hijo César, ganaran la escena pública y visibilidad. Este miércoles a la noche los centenares de manifestantes no sólo pidieron el esclarecimiento por el femicidio, sino también que expresaron su malestar por los vínculos políticos entre los movimientos sociales y los gobiernos de turno.
Los aplausos y los gritos y bocinazos rompían el silencio que se abría en la noche por algunos minutos, como una muestra de respeto o duelo. Los carteles violetas repetían algo que afirmaban todos: “Justicia! Falta Cecilia. No estamos todos”.
“Desde hace mucho tiempo que no se ve en Resistencia una marcha genuina sin un interés político”, reflexionó Gloria Alférez, una empleada del centro que luego de cerrar el comercio en el que trabaja caminó tres cuadras hasta la plaza. “Es terrible lo que sucedió y muestra las componendas políticas que quieren ocultar que haya justicia”, apuntó Maria Cervero, una jubilada que decidió marchar con su nieta Alejandra, de 21 años.
Cerca de las 20.30, las calles que bordean la plaza 25 de Mayo estaban cortadas por los manifestantes que seguían llegando. Muchos gritaban “asesinos”, un término que tenía como destinatarios al clan Sena.
El colectivo de mujeres Ni una menos portaba carteles que decían “todos somos Cecilia”. Los familiares de la joven desaparecida estaban desconsolados. La emoción los embargó cuando los manifestantes empezaron a aplaudir como forma de respaldo a su lucha.
La de este miércoles es la segunda marcha que se realiza en Resistencia desde que desapareció Cecilia, el 1° de junio pasado. El descontento fue en ascenso a medida que se empezaron a conocer detalles de la desaparición y detalles macabros del destino que habría padecido la joven.
La indignación creció también luego de que trascendiera el alto nivel de vida que llevaba el clan Sena y su líder, conocido en estas tierras como el “Milagro Sala de Chaco”. Una familia cuyo poder creció de la mano de sus vínculos con el gobernador, que ahora tomó distancia del líder piquetero.