El talento argentino en la industria financiera captó las miradas del mundo, y particularmente la de Michael Abbott, líder global de Banca en Accenture. Para el ejecutivo estadounidense, el potencial de los recursos humanos queda en evidencia en el número de startups y de fintechs exitosas, a la vez que en la competitividad del sistema bancario, y fue esto lo que impulsó su primera visita a la Argentina. En diálogo con LA NACION, explicó: ”Las personas tienen una creatividad y una resiliencia increíbles, y esto es exactamente lo que el futuro del trabajo necesita”.
La pasión por innovar en los servicios financieros fue lo que marcó la carrera de Abbott. En 2010, le dio forma a Softcard, un joint venture desde el cual desarrolló la tecnología y los modelos comerciales de una billetera móvil. Tras negociaciones con Steve Jobs, la plataforma fue adquirida por Google en 2015 y se convirtió en la base de Google Pay. Posteriormente, desde 2016, Abbott se desempeña en Accenture, con el foco en acompañar a los líderes de la industria frente a oportunidades disruptivas y en un entorno cambiante.
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De acuerdo con Abbott, un nuevo capítulo fue abierto para la industria financiera, a partir de la suba de las tasas de interés. “En los últimos 20 años, las tasas se mantuvieron estables a nivel global, excepto en la Argentina. Y este fenómeno, conocido como ‘tasa cero’, llevó a la creación de nuevos satélites alrededor de la banca, como las fintech, que empujaron un cambio disruptivo”, explicó.
Y frente a ello, añadió: “Ahora, ante la suba de las tasas de interés actúa la fuerza de gravedad y está volviendo el negocio tradicional de la banca. Los depósitos se convirtieron en el nuevo combustible y los bancos se están planteando cómo operar en este ambiente”. En los últimos 16 meses, la Reserva Federal de los Estados Unidos elevó la tasa del 0,5% al 5,5%, a efectos de voltear la inflación, la cual se disparó en la post-pandemia hasta el 9% interanual, la más alta de los últimos 40 años.
Para el ejecutivo, en este nuevo contexto digital, las experiencias ya no actúan solo como un diferenciador, sino que deben marcar el rumbo de las empresas del sector. Y a esto le suma otro punto: anteriormente, la comunicación entre el banco y el cliente era unidireccional; mientras que hoy las compañías deben repensar esa relación y pasar de una visión centrada en el producto hacia otra centrada en el cliente.
Ante este escenario, Abbott afirmó que los bancos líderes están enfocados en el cambio cultural. Las áreas de negocios y de tecnología se fusionan, y se replantean las figuras dentro la organización, dando lugar al rol de ingeniero de producto..
“Previamente, había una visión muy profunda de especialidad, y un gerente de producto, por caso, desconocía detalles sobre la creación del mismo. Hoy, por el contrario, se apunta a profesionales con una mirada holística y transversal a todas las áreas. Así, la velocidad de la innovación se acelera y el plazo para el lanzamiento de productos se reduce drásticamente, de nueve meses a dos semanas, por ejemplo”, aseguró.
Esta nueva manera de trabajar también lleva a un modo diferente de abordar los desafíos e, impacta, por caso, en el modo de aproximarse a la ciberseguridad y a las medidas de compliance. “Ante un mayor número de superficies, los riesgos aumentan dramáticamente; y el tradicional checklist de tareas relativas a un área da lugar a una visión de responsabilidad compartida!”, señaló el referente de Accenture. Asimismo, precisó que todos los equipos son capacitados en la materia, a la vez que ya existen herramientas que permiten verificar automáticamente los componentes de seguridad.
Según el informe State of Cybersecurity, Resilience 2023, publicado por Accenture, las organizaciones que alinean estrechamente sus programas de ciberseguridad con los objetivos comerciales tienen un 18% más de probabilidades de aumentar los ingresos, la participación de mercado, la satisfacción del cliente, y la productividad de los empleados. Se trata de un tema crítico y, que, en el reporte de 2021, quedó de relieve en función de la amenaza de los piratas informáticos hacia el sistema financiero mundial en el marco de la post pandemia.
En este escenario, el 98% de los ejecutivos globales considera que los modelos básicos de Inteligencia Artificial (IA) desempeñarán un papel importante en sus organizaciones en los próximos cinco años; mientras que el 40% de las horas de trabajo pueden verse afectadas por aplicaciones, como GPT-4. Así lo exhibe el documento “AI for everyone”, elaborado por Accenture en 2023.
Abbott remarcó que las implicancias de la IA generativa conforman el eje de las principales inquietudes de las juntas directivas de las firmas de todo el mundo. Y precisó: “La IA generativa no cambiará la banca: esta seguirá consistiendo en recibir depósitos y prestar dinero, para ayudar a las sociedades a crecer. Sin embargo, el chat GPT-4 y las capacidades generativas de IA modificarán la forma en que se realizan las tareas al interior de las empresas”
De todos modos, para Abbott, hay un punto clave: “Las personas tienden a enfocarse en la disrupción, pero más importante aún es observar el valor agregado que genera. La tecnología no elimina ni sustituye, sino que, a partir de la mayor productividad que facilita, posibilita la generación de nuevos puestos en su trabajo”. A modo de ejemplo, y tras analizar las irrupciones tecnológicas en los últimos 100 años, se remitió a la amenaza que el lanzamiento de Microsoft Excel significó para los contadores, y recalcó que muchas tareas manuales fueron eliminadas, sin que esto se traduzca en una menor demanda de profesionales.
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Particularmente, en el área de finanzas, el ejecutivo considera que la IA achicará los tiempos poco productivos, como el destinado a realizar un resumen luego de una reunión; y le permitirá a los trabajadores enfocarse en un mayor diálogo con los clientes. “CEO de bancas alrededor del mundo me confirmaron que no tienen la intención de reducir los equipos, sino de agregar valor”, apuntó.
Aceleración de los cambios
En medio de las disrupciones del mercado, la creciente volatilidad del riesgo y la aceleración de los cambios en el comportamiento de los clientes, el director financiero (CFO) desempeña un papel crucial. “El CFO se está convirtiendo en un agente de cambio, que permite romper los silos productivos dentro de la banca”, aseguró Abbott.
Para el ejecutivo, los días en los que el director financiero se centraba únicamente en los aspectos transaccionales de los procesos contables cotidianos quedaron atrás. Si bien la gestión del riesgo seguirá siendo clave, el CFO se correrá de una posición macro, a fin de llegar al nivel del cliente e impulsar la transformación. Cabe aclarar que, según una encuesta de Accenture, el 86% de los CFO considera que la velocidad de su toma de decisiones estratégicas aumentó; a la vez que el 67% señala que, a veces, se sienten paralizados por la cantidad de decisiones que se espera que tomen.
¿Cómo retener entonces estos talentos? Para Abbott, la respuesta se encuentra en la consolidación de una cultura para el futuro, en lugar de una para el pasado. El ejecutivo explicó que es fundamental el desarrollo de una cultura que valore las ideas de las personas, y que le permita conducir la innovación; pero que, a la vez, reconozca su carácter de banca.
“La magia reside en unir una cultura de startup, con el respeto hacia el riesgo y complejidad del sector; en crear una cultura de la curiosidad balanceada con la realidad”, resaltó. En esa línea, retomó la oportunidad que la IA ofrece para quitar trabajos rutinarios y aburridos; y permitir que las personas se focalicen en tareas más complejas y desafiantes. “Si las empresas lo logran, podrán no solo atraer, sino retener los mejores talentos”, concluyó.