Cada aparición pública de Cristina Kirchner paraliza al oficialismo y, por más que busquen disimularlo, pone en guardia a más de un opositor. No importa si la realidad la muestra en auge o caída, la vicepresidenta suele destinar en sus presentaciones guiños, dardos y duras estocadas que no siempre llevan a su destinatario identificado con nombre y apellido, pero igual rara vez pasan desapercibidas. La entrevista que decidió dar este jueves por en la señal kirchnerista C5N no fue la excepción.
“La casta”, y por ende Javier Milei, fue su primera alusión a un tercero. Fue cuando dijo que hacía años que no pisaba un set de televisión y que, de hecho, solo le “ganaba” Máximo Kirchner en dar pocas entrevistas. “Hacer política en los sets de televisión y en los tribunales es lo más fácil que hay”, dijo Cristina. “El tema es cuando te toca ser gobierno”.
Fin del misterio: Patricia Bullrich se inclinó por Néstor Grindetti como su candidato a gobernador en la provincia
Su segundo objetivo fue la Justicia en general y la Corte Suprema en particular, a la que definió como un “dispositivo de persecución”. El “partido judicial” y los jueces que viajaron a Lago Escondido -nombró solamente a Julián Ercolini- engrosaron la lista de destinatarios de sus dardos. “El dispositivo de poder, empezando por la Corte y por lugares muy puntuales del sistema federal se ha convertido en un dispositivo de persecución política y fundamentalmente de debilitamiento del peronismo, asociado con el partido Juntos por el Cambio”, afirmó.
“El juez que me procesó por Vialidad y metió presos a los dueños de este canal, armando facturas truchas para ocultar las dádivas después de haber viajado con los jefes de Clarín”, continuó señalando a Ercolini, en referencia a los supuestos chats filtrados ilegalmente donde los jueces y funcionarios conversaban sobre cómo presentar comprobantes sobre el viaje al Sur.
Luego aludió al exadministrador de la Corte Daniel Marchi, pero esta vez para usarlo como fuente de una acusación. “Esta persona dice que el juez [Horacio] Rosatti pagó contratos a la Cámara de Casación, concretamente al juez Diego Barroetaveña, que tiene a su cargo más de un expediente que involucra a la vicepresidenta.
Luego volvió sobre la Corte y en particular sobre Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda. “Vienen por el sistema democrático. Una Corte que se ha constituido en una camarilla de tres personas, con dos de sus jueces designados por decreto por el anterior presidente [Mauricio Macri] y se comporta de esta manera, debería preocupar a todos”, afirmó.
“Parece que se van a animar a todo”, continuó sobre la Corte, para responsabilizarla sobre su decisión de no ser candidata. La frase aludió a las cautelares que suspendieron los comicios a gobernador en San Juan y Tucumán y a la posibilidad de que el máximo tribunal intervenga en el proceso electoral de Formosa.
“Me encanta Maslatón, no pienso en nada como él pero me encanta, me divierte mucho”, afirmó. Su primer elogio apuntó a Carlos Maslatón, dirigente liberal exaliado de Javier Milei y defensor de la economía en negro -“barrani”, según sus palabras- que viró hacia el oficialismo en los últimos meses y ahora integra el equipo del programa Duro de Domar.
Lo que siguieron fueros conceptos con respaldos y críticas más o menos solapadas a las intervenciones del Ministerio de Economía y el Banco Central en el mercado cambiario, pero Cristina Kirchner se cuidó de no apuntar hacia sus titulares, Sergio Massa y Miguel Pesce.
No solo es la primera visita de Cristina Kirchner a un estudio de televisión desde la campaña electoral de 2017 sino que además sucede a la carta pública que difundió el martes último para ratificar su decisión de no ser candidata a ningún cargo este año.
La gran incógnita que atraía como un imán las miradas del ambiente político es si dará alguna pista más concreta de qué postulante presidencial apoyará, cómo ve la disputa en la provincia de Buenos Aires (cuyo gobernador, Axel Kicillof, analiza desdoblar las elecciones) y si explica cuál es su visión respecto de la presión de la Casa Rosada para que la oferta del peronismo se defina en las primarias del 13 de agosto.
En las puertas del canal, en Colegiales, se juntó un centenar de seguidores detrás de un vallado de seguridad. “Ella o nadie”, decía un cartel escrito a mano de uno de los asistentes. Otros colgaron banderas argentinas con el nombre de la vicepresidenta. “Queremos pedirle que revea su decisión, que sea candidata”, dijo una mujer, con una vincha celeste y blanca en la cabeza con las siglas CFK. “¡Que se presente igual, rompamos la proscripción!”, añadía otro de los simpatizantes. “Ni presa ni muerta”; ponía otra camiseta que exhibía uno de los manifestantes.