WASHINGTON.- Cuando falta un mes para las elecciones primarias presidenciales, el ministro de Economía y candidato presidencial del oficialismo, Sergio Massa, dijo que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) está “muy cerquita”, aunque a la vez afirmó que el Gobierno no irá a rendirse “al altar del ajuste fiscal”. El mensaje llegó horas después de que el Fondo dijo en Washington que las negociaciones continúan “intensamente”, sin brindar una fecha de resolución o detalles sobre los puntos de fricción que han demorado el cierre del ida y vuelta que arrancó a mediados de abril para reacomodar el programa económico al impacto de la sequía, y blindar la economía en el año electoral.
“Quédense tranquilos, la Argentina va a acordar con el Fondo, pero va a acordar defendiendo esta idea de país de desarrollo con inclusión. No vamos a ir a resignar nuestra capacidad soberana y tampoco vamos a ir a rendirnos al altar del ajuste fiscal”, dijo Massa, en un acto en San Martín, en el conurbano bonaerense, junto al gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, en el que escenificó una fuerte defensa de la inversión pública.
“Estamos dialogando, estamos negociando, estamos muy cerquita de dejar cerrado el 2023 y tener un acuerdo, pero lo hacemos sobre la base de defender una idea de país”, enfatizó.
Massa, embebido ahora en su doble rol de timonel de la economía y candidato presidencial de Unión por la Patria, denunció además que economistas de la oposición mantienen un diálogo paralelo con el Fondo –una práctica habitual del staff, que también se reunía con Kicillof y otros referentes del entonces Frente de Todos durante la presidencia de Mauricio Macri, y también con Alberto Fernández durante la campaña de 2019– para pedirle que le “exijan al máximo” al Gobierno y “no le den nada”, en palabras del ministro.
El mensaje de Massa llegó luego de que la directora de Comunicaciones del FMI, Julie Kozack, dijera en su habitual conferencia de prensa en Washington que el staff y el equipo económico de Massa han estado trabajando “intensamente” para avanzar hacia la finalización de la quinta revisión del Acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF, según sus siglas en inglés). Kozack evitó poner fechas o brindar detalles. Y negó que China, a través de su representante en el directorio, Zhengxin Zhang, haya enviado una carta al resto de los directores y a la directora Gerente, Kristalina Georgieva, en la que supuestamente afirmaba que el Gobierno podía volver a usar el swap con el banco central chino para seguir pagando los próximos vencimientos con el FMI con yuanes si no se alcanzaba un acuerdo. “Nuestro entendimiento es que no existe tal carta”, dijo Kozack.
“Nuestro equipo ha estado trabajando intensamente con las autoridades argentinas para ayudar a avanzar y para avanzar hacia la finalización de la quinta revisión, y para ayudar a las autoridades a abordar una situación muy compleja y desafiante”, afirmó la vocera del Fondo. “El enfoque de estas discusiones ha estado en las alternativas para fortalecer el programa de las autoridades, mientras se reconoce el impacto de la sequía en la economía. Y esto incluye discusiones sobre políticas para salvaguardar la estabilidad al aumentar la acumulación de reservas y mejorar la sostenibilidad fiscal mientras, por supuesto, se protege a los sectores más vulnerables de la población”, completó la vocera del Fondo.
Kozack evitó levantar el hermetismo sobre los puntos de fricción en las negociaciones porque las discusiones todavía están en marcha, justificó, y tampoco brindó una fecha para un eventual encuentro cara a cara en Washington entre los funcionarios del staff y el equipo económico, o para poner punto final a un acuerdo. Pero el board del FMI entrará en receso el 31 de julio hasta el 11 de agosto, por las vacaciones de verano de la administración, y, al ser consultada por LA NACION acerca de si todavía hay tiempo para cumplir la revisión del programa antes de ese receso, Kozack se limitó a reiterar el mismo mensaje: “Solo repito que nuestros equipos están trabajando intensamente para avanzar y completar la quinta revisión”.
La negociación con el Fondo se ha estirado ya por casi tres meses, sin un desenlace nítido a la vista. En el Ministerio de Economía, sin embargo, insisten en que la negociación está encaminada y que el acuerdo está cerca, y fuentes oficiales se mostraron confiadas en que, una vez cerrado el acuerdo técnico con el staff, el Fondo se moverá rápido para aprobar la revisión y concretar el próximo desembolso previsto en el plan original, por alrededor de US$4000 millones. El board del FMI ya tuvo al menos una reunión informal para repasar los avances de la negociación.
Siempre optimistas, desde el Ministerio de Economía indicaron que la misión de los funcionarios Leonardo Madcur (jefe de Asesores) y Gabriel Rubinstein (viceministro) para cerrar la letra chica del acuerdo en Washington, que fue anticipada de manera extraoficial en varias oportunidades, inclusive esta misma semana, se hará “muy pronto”. No obstante, la demora en alcanzar una resolución ha comenzado a enfriar en Estados Unidos las expectativas de un acuerdo antes de las elecciones, en particular de un acuerdo acorde con los deseos originales de Massa de acceder ahora a los desembolsos restantes del año, que suman más de US$10.000 millones.
La falta de avances definitivos en las discusiones entre el equipo económico y el staff enfrenta ahora un nuevo desafío: el tiempo. El board del FMI entrará en receso en agosto, antes de las elecciones primarias en la Argentina. Cualquier acuerdo técnico al que llegue el Gobierno con el staff –asumiendo que se llega a un acuerdo– debe circular, primero, por distintos departamentos, un recorrido burocrático que suele demandar entre dos o tres semanas. Es por eso que, sin un pronto entendimiento, hay quienes especulan en Estados Unidos que la negociación podría quedar congelada por el resto de la campaña, incluso hasta fin de año, cuando un nuevo gobierno, sea del tinte político que sea, retome las discusiones recostado en el respaldo político de las urnas. En el Ministerio de Economía confían en que, llegado a un entendimiento, el Fondo se moverá con agilidad.
La Casa Rosada le restó importancia a la demora para cerrar el nuevo acuerdo. Al ser consultada sobre la tardanza para firmar el acuerdo, la vocera presidencial, Gabriela Cerruti, dijo que la demora se debe a que el Gobierno busca “lo que es mejor para la Argentina”, y le quitó vértigo al ida y vuelta del oficialismo con el staff. “Se va a demorar lo que se tenga que demorar para que estén preservados esos intereses de la Argentina”, respondió.