Con resignación y en forma parcial, algunas empresas empezaron a acatar la propuesta oficial de ponerle un tope del 5% mensual en los aumentos de los alimentos y el resto de los productos de la canasta básica que se venden en los grandes supermercados. Si bien la suerte de las negociaciones se terminará de definir de acá al viernes, en las últimas horas compañías líderes comenzaron a enviar a las cadenas nuevas listas de precios que cumplen, al menos para los productos de primera necesidad, con el pedido oficial.
Tres aumentos de 5% mensual cada uno para los próximos 90 días y un beneficio impositivo que aporte otro 6% es la fórmula (“no negociable”) que les bajaron en las últimas horas, el secretario de Comercio Matías Tombolini y el viceministro de Economía Gabriel Rubinstein a las principales empresas de consumo masivo -de Molinos Río de la Plata a Unilever, pasando por Danone, Procter, Coca-Cola, Mastellone y Arcor- que a partir del lunes habían empezado a enviar nuevas listas de precios con subas que llegaban hasta el 25 por ciento.
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La propuesta oficial de tres aumentos mensuales de 5% durante los próximos días además se completará con la inminente publicación de un decreto en el que se precisarán los alcances del beneficio impositivo para las compañías que se sumen al acuerdo.
En principio, la intención del Gobierno es que el acuerdo alcance a todos los productos de la canasta básica y no solo para los artículos que forman parte del plan Precios Justos, aunque en las empresas consultadas por LA NACION admitieron que buscarán algún tipo de esquema que deje liberados los aumentos para los productos que no son considerados de primera necesidad.
“No te piden que firmes nada hoy. Van a sacar un decreto por el tema impositivo y luego del decreto será la firma del convenio”, explicaron en una empresa que participó de los encuentros con Tombolini y Rubinstein.
Un punto a definir es en qué consistirá el alivio fiscal para las empresas que acepten sumarse al nuevo acuerdo. En algunos casos, la propuesta oficial es eliminar el impuesto del 7,5% que se acaba de fijar para los productos importados.
Primeras señales
En el sector supermercadista reconocen que en las últimas horas, algunas empresas líderes empezaron a dar marcha atrás con los aumentos más agresivos, aunque son conscientes que este tipo de acuerdos comienzan con una nivel aceptación muy alto y con el paso de los días van perdiendo fuerza.
“Los grandes fabricantes de cervezas y gaseosas habían pasado listas nuevas con subas de 15 o 20% y ahora están aceptando el tope mensual de 5%, pero ya te informan que te sacan algunos descuentos y todas las promociones del tipo 3×2 o el 50% de descuento en la segunda unidad”, explicaron en una cadena que el último martes se reunió con Tombolini, que hasta ahora continúa encabezando formalmente la Secretaría de Comercio, aunque en los hechos ahora le reporta al titular de la Aduana, Guillermo Michel.
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En los supermercados explicaron que tras el cimbronazo inicial que significó el salto del 22% en la cotización oficial del dólar, la situación empezó a normalizarse en las últimas horas, aunque el panorama de abastecimiento está lejos de ser el normal.
“Hoy las entregas de algunas empresas están directamente suspendidas, porque los fabricantes nos enviaron las nuevas listas de precios con subas de 15 o 20%. Nosotros no estamos aceptando los aumentos pero el problema es que mientras no nos pongamos de acuerdo, los proveedores pymes no están aceptando nuevos pedidos y las entregas están totalmente frenadas. La situación es especialmente preocupante en algunos rubros como los productos de papel (servilletas, rollos de cocina, papel higiénico) o electrodomésticos. Hoy las grandes cadenas tienen un stock para mantenerse abastecido durante cinco días o una semana. Pero la verdad es que es muy difícil seguir vendiendo sin saber cuál será el costo de reposición de la mercadería”, se sinceraron en otra cadena.
El proceso de faltantes, a su vez, es impulsado por la propia lógica comercial que implican este tipo de acuerdos, ya que el tope del 5% mensual solo rige para las grandes cadenas de supermercados, mientras que para los comercios más chicos (almacenes, autoservicios chinos) los precios están virtualmente liberados. “La brecha de precios entre los grandes supermercados y el resto de los canales crece cada vez más, con lo cual se dispara la demanda, especialmente en algunos productos de alta rotación, y los fabricantes te limitan las entregas”, explicaron en otra cadena.