Martín Lousteau: “No voy a impugnar a Jorge Macri, pero no está bueno llevar el debate institucional al límite”

Martín Lousteau, candidato a jefe de gobierno porteño por el radicalismo, se halla en el desafiante papel de ser oficialista y opositor al mismo tiempo. Es aliado de Horacio Rodríguez Larreta, mandamás de Pro en la ciudad y precandidato presidencial, pero al mismo tiempo apuesta a destronar al macrismo de su bastión. Medido en sus palabras a la hora de señalar falencias de la gestión, es menos contemplativo con su rival en las elecciones primarias, Jorge Macri, quien acaba de renunciar como intendente de Vicente López para competir en la Ciudad.

Lousteau no impugnará la candidatura de Macri en la Justicia, pese a las dudas sobre si efectivamente cumple con los requisitos de residencia en la Capital para ser candidato. Para Lousteau hay que competir y listo. Igualmente, no se priva de trazar un sutil paralelismo entre la situación del exintendente de Vicente López con los casos de los gobernadores de San Juan y de Tucumán –los peronistas Sergio Uñac y Juan Manzur- que intentaron forzar la interpretación de sus respectivas constituciones locales para reelegirse en sus cargos.

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“No me voy a meter en la cuestión de las impugnaciones. Yo voy a competir para que los porteños tengan las mejores opciones. Pero no me gusta este estado institucional en el que estamos todo el tiempo llevando las cosas al límite en muchos lugares de la Argentina, como lo hemos visto en algunos distritos. No me gusta que haya dudas constitucionales sobre si hay cosas que se pueden realizar o no, si un candidato puede o no competir. No está bueno llevar la situación institucional al límite”, enfatizó Lousteau en diálogo con LA NACION.

-¿La preferencia de Mauricio Macri y de Patricia Bullrich por Jorge Macri lo perjudica? ¿O lo beneficia?

-Ni una cosa ni la otra. Por suerte ya estamos todos los candidatos y dejamos de hablar de los métodos de selección, si es por una encuesta o por afinidad familiar, y pasamos a hablar de las propuestas. Lo que tiene de bueno el mecanismo de las elecciones concurrentes es que el debate porteño transcurre por separado -a pesar de que se realizan el mismo día- de la discusión nacional. Entonces los porteños vamos a votar de manera separada en virtud de las propuestas que hagamos los candidatos. Macri, en un primer momento objetó el mecanismo, ahora dice que es el mejor, que es lo que nosotros sostuvimos siempre.

-¿Qué actitud espera que adopte Larreta? ¿Teme que utilice la estructura de la ciudad a favor de la candidatura de Macri?

-Vamos a tener un marco justo de elección, que es lo que más beneficia a los porteños. No usar al Estado para dirimir elecciones o candidaturas, sino para aplanar la cancha y poner a disposición la Ciudad para que surjan las mejores propuestas.

-Hay una frase en el fútbol que dice que equipo que gana, equipo que no se toca. ¿Por qué votar al radicalismo, aunque forme parte de Juntos por el Cambio, y no continuar la gestión con un representante de Pro?

-Primera cuestión: la que gobierna la ciudad es Juntos por el Cambio con un jefe de gobierno que es de Pro. No la gobierna solo Pro. Hay un gran equipo que gobierna desde hace años y del que nosotros formamos parte de manera muy intensa, tanto en el Poder Ejecutivo como en el Legislativo. Personas que conocemos la ciudad, que vivimos acá, que trabajamos acá, cuando somos candidatos y cuando no lo somos. En ese equipo el Pro tiene muy buenos referentes. Sin embargo, por algún motivo alguien decidió traer a un intendente de otro distrito. Así que no parece que se cumpla aquello de que “equipo que gana, equipo que no se toca”.

-¿Qué distingue su perfil del de Jorge Macri?

-El Pro ha llevado adelante un método de gestión y de control que ha probado ser muy efectivo, sobre todo en áreas relativas a lo ingenieril. Ese método se puede instrumentar en otras áreas para llevarlas a una escala más humana. En Salud y en Educación, por ejemplo. Muchas obras en materia educativa se avanzaron y se frenaron con la pandemia; todavía hay muchas escuelas en estado regular. Si la escuela pública vuelve a ser la primera elección de los porteños, es prioritario volver a poner énfasis en la educación. Cuatro de cada seis chicos en primaria no tiene comprensión lectora o de matemáticas; entonces hay que gastar más y mejor en Salud y en Educación. Debemos priorizar a los que viven en esta ciudad a la hora de reservar vacantes en una escuela; lo mismo con los turnos en los hospitales porteños.

-Nunca se pudo resolver la asimetría entre el norte y el sur de la Ciudad.

-Si bien se hicieron muchas mejoras en los barrios populares, esta es una ciudad que todavía tiene desigualdades entre el norte y el sur y éstas se pueden abordar con la misma inteligencia y con el concurso de un montón de recursos públicos que no se utilizan y están disponibles. Por ejemplo, el microcentro: después de la pandemia muchos edificios quedaron vacíos. Pensamos crear un Distrito Joven en la zona, aprovechando su infraestructura, transporte y cercanía con universidades públicas y privadas. Es solo un ejemplo de lo que se puede hacer. Se puede aspirar a más para seguir mejorando. Y eso a veces requiere miradas distintas dentro de una coalición.

-¿Ya tiene decidido quién será su candidato o candidata a vice?

-Mi candidato a vice no va a ser de mi espacio. Quiero dar muestras muy claras de que lo que se construyó en la ciudad y en el país es Juntos por el Cambio. Como digo siempre, podremos tener distintos apellidos maternos, unos serán de Pro, otros radicales, otros de la Coalición Cívica, otros republicanos o peronistas. El apellido paterno es Juntos por el Cambio. Yo quiero un gobierno que convoque a los mejores.

Hay sectores de Juntos por el Cambio –como Elisa Carrió- que tienen sus reservas respecto de su candidatura porque dicen que detrás suyo están Daniel Angelici, Coti Nosiglia y Emiliano Yacobitti.

-Yacobitti es vicerrector de la UBA e ingresó en la Cámara de Diputados en una lista encabezada por Maximiliano Ferraro, de la Coalición Cívica. Cuando yo competí en 2015 como jefe de gobierno porteño llevé como candidato a vice a Fernando Sánchez, de la Coalición Cívica. Me parece que es una discusión inútil. Yo tengo muy buena relación, personal y política, con muchos dirigentes de esa fuerza, de hecho, dirigentes nuestros compartieron listas con dirigentes suyos, porque en definitiva somos una coalición.

-El radicalismo está dividido en sus preferencias entre Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta. ¿Eso no perjudica al partido?

-¿Por qué lo perjudicaría si hoy una parte de Pro apoya a Horacio y otra a Patricia? En estas elecciones habrá muchas listas cruzadas, Bullrich dice que llevará como candidato a vice a un representante de la UCR, Larreta seguramente hará lo mismo. Todo dependerá de las afinidades personales y de las ideas políticas.

-Coincidirá en que no es lo mismo el esquema que propicia Bullrich, más cercana a trabar alianzas con los sectores libertarios, que el de Larreta, que ha dicho que piensa en un gobierno del 70% del electorado, con componentes del peronismo incluidos.

-Claramente son modelos distintos. Yo insisto en que Juntos por el Cambio tiene que ser lo más grande posible, porque hay que gobernar la Argentina haciendo cambios profundos que perduren en el tiempo y eso requiere consensos.

-¿Qué sucedería si se impusiera Patricia Bullrich y gana la presidencia y usted es elegido jefe de gobierno porteño? Se enfrentarían dos miradas contrapuestas.

-El jefe de gobierno porteño tiene peso en la discusión pública nacional y cuando ese rol no se ejerce, a veces el gobierno nacional toma rumbos que no terminan bien para los porteños. Yo trataré de incidir con Bullrich, con la que tengo menos coincidencias que con Horacio, para que en aquellas cosas que me parecen un error no se hagan. Siempre he tenido el carácter de decir las cosas para instrumentar cambios que perduren en el tiempo.

-El gobernador Gerardo Morales, que aspira a competir por la presidencia, suena como candidato a vicepresidente de Larreta. ¿Cuál cree que debería ser su lugar?

-Lo que nosotros tendríamos que asegurarnos no es que el próximo presidente sea bueno, sino que la próxima presidencia sea buena. Eso es fundamental. Horacio tiene muy buenas características, transformó la Ciudad desde la gestión como jefe de gobierno. Gerardo también tiene muchos logros para mostrar en un contexto más difícil.

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