La jueza federal María Servini citó a prestar declaración indagatoria al joven hacker de Eldorado, Misiones, acusado de haberle intervenido el teléfono celular al exministro porteño Diego Santilli para acceder a los chats de sus servicios de mensajería.
Se tarta de Elías Ezequiel Nuñes Pinheiro, un joven de 22 años que ya reconoció que fue él quien intrusó el teléfono del exministro Marcelo D’Alessandro y otros aparatos por encargo de clientes que dijo no conocer y que le pagaron con criptomonedas.
El interrogatorio está previsto para el lunes próximo. Nuñes Pinheiro encargó a la compañía telefónica un nuevo chip con la línea de Santilli, haciéndose pasar por el exfuncionario y ahora precandidato a gobernador bonaerense; lo instaló en otro celular y pretendió acceder a sus mensajes.
Por ese trabajo cobró unos 15.000 pesos, afirmó. Dijo que no sabe quiénes lo contrataron. Aportó dos seudónimos usados en la web como los nombres de las personas que le permitieron acceder a los datos personales de Santilli y de D’Alessandro, para que las telefónicas le habilitaran los nuevos chips. Son los usuarios de Telegram Pr1sox y ELJuanxd.
El primero de ellos ya está identificado como un habitual estafador que manejaba un sitio en la deep web llamado DarkPFA (por Policía Federal Argentina) que permitía acceder a las bases de datos del Renaper que estaban allí alojadas de manera clandestina y que habían sido robadas de sitios oficiales. Pr1Sox permitió al misionero acceder a DarkPFA y así a los datos para activar los chips.
Nuñes Pinheiro está acusado de haber intrusado decenas de teléfonos. Además del de D’Alessandro, los de otros dos funcionarios de Pro y al menos tres magistrados en la mira del kirchnerismo, incluidos dos de los que condenaron a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner en la causa Vialidad. Lejos de negarlo, él admitió los hechos para despegar a su entorno.
Ahora, Nunez Pinheiro dijo que está dispuesto a declarar como arrepentido por lo que hay expectativa por lo que pueda decir para identificar a quienes encargaron los hackeos.
Según Nuñes Pinheiro, una de sus fuentes recurrentes de ingresos era la intrusión ilegal de teléfonos móviles a través de SIM-swaps. Es decir, la duplicación de los chips para tomar el control de los dispositivos y acceder a su contenido, que podía abarcar desde la agenda de contactos a los intercambios de mensajes por servicios como Telegram. En ocasiones, relató, avanzaba por interés propio -por ejemplo, para vaciar cuentas bancarias ajenas-, pero otras veces lo hacía por encargo de terceros.
En la causa que ahora concentra Servini, los investigadores judiciales buscan precisar si Nuñes Pinheiro ingresó por su cuenta al sistema del Registro Nacional de las Personas (Renaper) por medio de la plataforma de trámites a distancia (TAD) que depende de la Jefatura de Gabinete o si contó con apoyo interno para crear las credenciales identificadas como “Mme_2″, “MME2vpn(99)” y “MME” con las que accedió a datos sobre D’Alessandro y otras víctimas.
Para ingresar al sistema Nosis, Nuñes Pinheiro creó un perfil falso a nombre de Nicanor Moreno Crotto, quien trabajó para Marcos Peña, en la Jefatura de Gabinete, durante la presidencia de Mauricio Macri. Dijo que le dieron ese nombre para sembrar pistas falsas y culpar a una interna de Pro del asunto.
Los mensajes que se conocieron públicamente fueron los del teléfono de D’Alesandro, que fueron usados por el kirchnerismo para motorizar un juicio político contra la Corte Suprema de Justicia y motivaron una denuncia contra jueces y fiscales que compartieron un viaje a Lago Escondido, del que se tuvo conocimiento a partir de esos mensajes obtenidos ilegalmente.