Maíz: la oportunidad para ser el gran jugador de la nueva campaña

Mientras vamos saliendo de una de las campañas más complejas de la historia, el dilema copa la escena a la hora de tomar decisiones: ¿minimizo inversiones, dejando pasar oportunidades o maximizo oportunidades, buscando tecnologías que permitan minimizar riesgos?

En este escenario aparece el maíz. Históricamente, el factor decisor para la siembra del cereal ha sido el agua por encima de otras variables tales como el precio. Pero ciertamente, la evolución genética del cultivo y el enorme bagaje de conocimiento reunido en torno a su manejo han hecho que el maíz incluso pueda salir airoso ante situaciones complicadas. Basta citar el impacto que la sequía tuvo en la última campaña con un 30% de caída de rendimiento en el cereal versus un 50% que padeció la soja.

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El maíz es hoy el cultivo más plástico en términos de adaptación del manejo a las condiciones ambientales. Permite trazar planes de siembra en fechas tempranas y tardías, con densidades y fertilizaciones específicas que aseguran un mejor equilibrio entre el uso de los recursos y el rendimiento.

Para el ciclo que se inicia, los pronósticos vaticinan un episodio de “El Niño” que daría su marco a la campaña 2023/2024. Pero, según los especialistas, los efectos de este último no se notarán hasta el inicio de la primavera.

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El maíz tiene una gran capacidad de generar kilos por hectárea si no le faltan agua y nutrientes. Con buenos rendimientos es el cultivo que más separado queda de su costo de indiferencia. También pesa el aporte que el maíz hace al sistema en términos de cantidad de rastrojos, materia orgánica, disminución de la erosión, aumento de la fertilidad y estabilización de los suelos, entre otros factores. Estas virtudes explican más del 70% de la intención de siembra prevista para esta campaña, dejando en segundo lugar a las perspectivas climáticas favorables con el 34%.

Al avance genético, que aporta entre el 1 y el 1,5% del incremento de rendimiento anual en el cultivo de maíz, se suma la respuesta a las múltiples variables de manejo por ambientes. Este es uno de los aspectos más estudiados por el equipo de la empresa en los últimos años.

El uso variable de insumos es otra importante capa que se suma a la definición de rendimientos del cultivo en base a curvas de densidad de plantas y dosis de nutrientes por ambiente. Al incremento de rinde se suman ahorros que en casos testigo hablan de 25 dólares por hectárea por optimizar la semilla solamente.

La compañía cuenta con una red de 60 ensayos distribuidos a lo largo del país con el fin de explorar la mayor variabilidad posible en términos de calidad de ambientes. En cada una de las localidades se instalan dos ensayos a la par con niveles contrastantes de fósforo y nitrógeno con el objetivo de explorar dos calidades de ambientes en una misma localidad y ampliar aún más la variabilidad explorada por la ubicación geográfica de las mismas.

Dentro da cada uno de estos ensayos, se expone a cada uno de los híbridos de la compañía a un gradiente de densidades desde 30 a 120.000 plantas por hectárea, buscando conocer cómo responde su rendimiento a variaciones de densidad en ambientes de diferente calidad.

El paso posterior es tomar para cada híbrido todos los datos disponibles de rendimiento y densidad en todos los índices ambientales de la red y generar un modelo tridimensional con las variables densidad, índice ambiental y rendimiento. A su vez, se construye un modelo curvilineal que relaciona el rendimiento de los híbridos y su consumo de nitrógeno.

Según datos del asesor CREA Diego Aguilera, en base a su experiencia en macro ambientación durante una década de trabajo en la zona Mar y Sierras, los rindes aumentaron en promedio un 25% y logró una disminución del 40% de la variabilidad entre años. Según sus estimaciones, el impacto del manejo variable en el margen bruto del maíz es del 16.5%.

Desde Fertilizar AC indican que los rendimientos promedio logrados en maíz representan cerca de 53% del rendimiento potencial en secano. Todo un número que habla del camino que el cereal tiene por delante solo ajustando variables de manejo a partir de la información disponible.

El autor es gerente de desarrollo de Nidera Semillas

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