El expresidente Mauricio Macri presentó su libro “Para qué” en el Centro de Estudios para el Desarrollo de Uruguay y advirtió, de cara a las elecciones de octubre, que los cambios requieren de audacia, pero “si tu audacia se pasa de largo, sos temerario como Putin”. Además, explicó que la diferencia entre Patricia Bullrich y Javier Milei es que, además del entusiasmo, lo que vale “es la experiencia”.
“Lo que se discute acá es cómo se va a hacer el cambio, cuánto pesa la experiencia y cuanto el entusiasmo. El peronismo va a sufrir una derrota colosal, los que defienden esos nichos mafiosos van a pelear, yo ya lo viví, sé lo que son, y tener esa experiencia no es poca cosa, es valioso. Igual todos los que creemos en el cambio vamos a tener que estar juntos el 10 de diciembre”, indicó, en una señal de acercamiento al economista libertario.
“Soy muy positivo (de cara a las elecciones). Me fui a dormir habiendo batallado en minoría en la Argentina, porque cuando hay dinero, las ideas populistas entran, pero cuando los cheques están afectados por la inflación y no alcanzan es el final, para mí este final, lo soñé tantas veces, porque sé que los argentinos podemos aspirar a vivir mejor, y a tener un rol geopolítico, y creo que el resultado electoral es la traducción de un aprendizaje duro. El peronismo va a seguir perdiendo votos”, dijo.
Sostuvo que la candidata es “Bullrich y hay que ayudarla” y añadió que tendrá una situación más difícil. “El final del populismo ha sido la sensación de caos social, todos los días para cosas, hospitales, trenes. Esta gente ha desquiciado el comportamiento social. Van a ser cuatro meses muy duros. Pero ahora sí hay más capacidad de escucha”, añadió.
En la misma línea, detalló que “es claro que son condiciones -políticas y económicas- distintas a las de 2015″, pero insistió que de a poco recuperarán la “esperanza”. “Voy a tratar de ayudar con las ideas que siempre he dicho, ahora va a haber más escucha que ese 41% que me acompañó estoicamente hasta el final”. “Los egos están en su peor momento. cualquier salame con dos seguidores en Twitter cree que le puede decir al presidente lo que tiene que hacer”.
Sin embargo, resaltó que habrá inconvenientes en el camino y que el rol de un líder o candidato no se cierne en decir todo que sí, sino saber decir que no. “La gente no te elige para que digas todo que si, sino para decir que no, detrás tuyo queda la pared”. “Siempre vas a tener que poner cara de que hay solución a los problemas, vas a tener que contener porque 9 de cada 10 van a venir a decir que no pueden”.
Asimismo, expuso que el dicho de “hay que luchar contra lo políticamente correcto”, es una “mierda (sic)” y que en cambio “hay que hacer lo correcto, que muchas veces no conviene, porque significa decirle a la gente que no, porque surge una oportunidad para el conjunto”.
Allí, se refirió a la ,abstención del voto y la falta de fiscales en las mesas durante las PASO del domingo. “Hubo menos voluntarios a fiscalizar porque hay mucha tristeza en la Argentina… Hay trabajar para morfar, todo el día presionándote”.
Boca como salida a la política
En otro tramo de la presentación, el fundador de Pro habló acerca de su idea de volver a la presidencia de Boca junto con Andrés Ibarra. “Se viene una discusión sobre el carácter de cambio. Estamos en jaque con la conducción de Riquelme”, sostuvo y consideró que Boca fue su “universidad a la política”. “Lo que vi en Boca lo tomé como un hecho político”
“Hay que ganar, convencer, fue un camino breve, pero fue mi primera experiencia de liderazgo público. Había empezando armando mi equipo de futbol… Empecé a organizar, cuando llegué a Boca, el primer desafío de un líder que es tener un sueño que parezca utópico, con mucha gente que lo quiera seguir”.
Indicó: “Un cambio cultural es algo muy profundo porque requiere de las personas”. Y señaló que “necesitaba un cambio que me diese una victoria temprana para tener autoridad ante la paciencia de los hinchas de boca”.