“Nosotros no venimos a la función pública para hacer nuevas amistades”, dijo el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, esta mañana, horas antes de firmar, con Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda, un fallo de enorme impacto político que agiganta la tensión de los tres con el oficialismo, que en menos de una semana esperaba festejar los triunfos de Sergio Uñac y Juan Manzur en San Juan y Tucumán. Un oficialismo que, sin los votos suficientes pero con mucho ímpetu, avanza con el proceso de juicio político contra los cortesanos.
Hay antecedentes -los cita la Corte- de fallos que frenan aspiraciones reeleccionistas por violar las constituciones locales, incluso con suspensión de las elecciones en tiempo de descuento: cuando en 2013 la Corte frenó los comicios de Santiago del Estero lo hizo, también, cinco días antes. Esas elecciones a gobernador, previstas para el 27 de octubre, se celebraron finalmente el 1° de diciembre de 2013. Claudia Ledesma Abdala reemplazó a su marido, Gerardo Zamora, que había sido inhabilitado para competir.
¿Hasta cuándo se suspenderán los comicios esta vez? Fuentes de la Corte dijeron a LA NACION que planean tener los fallos definitivos -los de hoy son cautelares- antes de fin de mes. Por eso les dieron cinco días a las provincias para presentar sus informes y piensan otorgarle un plazo “corto” a la Procuración para que se pronuncie. La idea es que la semana próxima el tribunal quede ya en condiciones de tomar una decisión final, dijeron.
¿Por qué no lo decidieron antes? La respuesta de la Corte es que no son causas que tuvieran desde hace mucho tiempo. En el caso de San Juan, el planteo Evolución Liberal contra la candidatura de Uñac entró en la Corte el 10 de abril y el dictamen del Procurador se presentó el 13 de ese mes. En Tucumán, las presentaciones fueron dos: la primera ingresó el 1° de diciembre pasado y la Procuración dictaminó 15 días después, pero no fue esa la causa en la que la Corte resolvió. Lo hizo en el expediente iniciado por el Partido de la Justicia Social (de Germán Alfaro, Juntos por el Cambio), en el que la Procuración se pronunció -y dejó al tribunal en condiciones de resolver- hace dos semanas, el 25 de abril, cuatro días después de la llegada del caso a la Corte. En los dos casos, la fiscal Laura Monti se había limitado a analizar la competencia y entendió que el tribunal no debía intervenir.
Con los casos en su poder, los jueces de la mayoría tomaron dos decisiones que influyeron en los tiempos: eligieron el segundo caso de Tucumán -según explicó una fuente de la Corte, porque era el que pedía expresamente la suspensión de las elecciones- y resolvieron que firmarían los dos fallos, el de San Juan y el de Tucumán, al mismo tiempo.
Un dato no menor es que decidieron hacerlo cuando Ricardo Lorenzetti, el otro juez de la Corte, está de licencia. Viajó a Europa el jueves pasado y vuelve mañana. La relación entre él y los otros ministros atraviesa su peor momento de broncas y desconfianza extrema. En la mayoría lo acusan de “pisar” causas y de especular con el oficialismo -dicen que está alimentando el juicio político y esgrimen como prueba las denuncias del exadministrador Daniel Marchi, hombre cercano a él, en el Congreso-. En la vocalía de Lorenzetti sostienen, por el contrario, que los que están jugando políticamente son los otros tres. “La primera que festejó los fallos de hoy fue Patricia Bullrich”, deslizaron.
Lorenzetti se enteró de los fallos de hoy cuando sus colegas subieron la decisión al Lex 100, el sistema informático que usa el tribunal, ni un minuto antes, dijeron a LA NACION en la Corte. Estaba en Madrid, en el final de una gira que incluyó una visita al Papa en Roma y charlas en España y Estrasburgo, informaron en su vocalía.
Junto con los fallos de San Juan y Tucumán se firmaron hoy otras decisiones que quedaron eclipsadas. Rosatti, Rosenkrantz y Maqueda resolvieron que cada expediente no puede estar más de 30 días en una vocalía. Además, le negaron a Marchi la licencia de 180 días que había pedido y rechazaron un pedido del consejero juez Alberto Lugones, que pretendía llevarlo a trabajar con él.