Después de los intentos de saqueo a comercios en Córdoba, Mendoza, Neuquén y la provincia de Buenos Aires, las entidades que representan a los supermercados argentinos difundieron ayer un comunicado en el que manifestaron que es imperioso “contar con un Estado presente para prevenir y castigar estos delitos”.
“Ante los hechos de público conocimiento, que habrían sido perpetrados contra supermercados, autoservicios y otros comercios de distintas zonas del país, tales como robos, destrozos, robos agravados en banda, que incluso llegarían a configurar casos de desestabilización institucional, las entidades que representan a los súper argentinos manifiestan que es imperioso contar con un Estado presente, que prevenga estos delitos y castigue con todo el peso de la ley a los delincuentes”, dice el comunicado firmado, entre otros, por la Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA).
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“Si bien nuestro sector siempre ha sido un objetivo principal de estos delitos, es evidente que toda la sociedad se ve afectada, por eso es imprescindible que el Estado cumpla con su deber de brindar seguridad, que la justicia intervenga decididamente a través de sus fiscales y que la política deje de lado mezquindades brindando la contención necesaria ante la emergencia que enfrentamos”, agregan.
Por último, recuerdan que el supermercadismo argentino ha vivido trágicas experiencias en años pasados, con pérdida de vidas y daños materiales, que ahora deben ser evitados. “Por eso es que no se debe permitir que pretendidos dirigentes sociales inciten a formar organizaciones delictivas destinadas a cometer ilícitos que podrían afectar a la seguridad de la población, -incluso con riesgo de vidas- ocasionando además ingentes pérdidas materiales a empresas y personas víctimas de los delincuentes”, concluyen en referencia a los dichos de Raúl Castells.
Más allá del comunicado, los supermercados están implementando planes de emergencia para lidiar con la situación que comenzó el fin de semana pasado en el interior del país, mientras que el martes iniciaron los episodios en el conurbano.
Ante cualquier comunicación policial o señal sospechosa -como por ejemplo la aparición de grupos de personas paradas frente a un supermercado, como sucedió ayer frente a un par de hipermercados en San Fernando y Morón-, la primera medida es la restricción del ingreso de clientes a los locales más grandes. Bajo esta premisa, se cierran algunos accesos a los supermercados y se concentran todos los ingresos en una única puerta. “La idea es evitar que entre de golpe un grupo de personas que venga a saquear y no a hacer sus compras”, explicaron en una cadena.
“En nuestro caso, decidimos trabajar solo con los ingresos laterales de algunos supermercados. Lo que queremos es tener un poco más controlado los accesos para evitar la última modalidad en materia de saqueos, con gente que entra de uno en uno y después terminan tomando de rehén al supermercado”, señalaron en otra cadena.
La segunda medida que empezaron a implementar algunas cadenas a partir del martes a la noche fue la reducción de la jornada de trabajo. En muchos casos, ante la sugerencia de las propias fuerzas de seguridad de la zona, los supermercados decidieron anticipar el horario de cierre de los locales ubicados en algunos partidos del segundo y tercer cordón del conurbano bonaerense.
“A pedido de la policía, en las zonas más picantes estamos cerrando un par de horas antes para evitar problemas y también para que nuestros empleados puedan retirarse más tranquilos”, explicaron en otra cadena.
La tercera y última medida -que solo se aplica en zonas muy calientes y ante una amenaza certera de saqueo- es el cierre preventivo de los locales. Este tipo de acciones se viene registrando en forma intermitente desde el fin de semana en algunas plazas de Mendoza, Córdoba y Neuquén, y ahora comenzó a replicarse en ciertas localidades del GBA.
Este tipo de acciones se están aplicando básicamente para las grandes superficies, aunque en el sector reconocen que el panorama más complicado lo enfrentan los pequeños locales, tanto si pertenecen a una gran cadena como si se trata de comercios independientes.
“Este tipo de locales de proximidad son los nuevos autoservicios chinos. Son los más expuestos a los saqueos y los ataques, porque en muchos casos están en zonas muy sensibles y alejados de los grandes polos comerciales”, explicaron en el sector.
