WASHINGTON.- En una ofensiva ampliamente esperada, el Partido Republicano decidió abrir una investigación en el Congreso contra el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, para iniciar un juicio político por supuestos actos de corrupción vinculados con el antiguo trabajo de lobista de su hijo, Hunter Biden.
El respaldo a una investigación formal en el Congreso fue anunciado por el presidente la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, quien estaba bajo una fuerte presión del ala dura de su partido, aliada de Donald Trump, que prácticamente desde el inicio del mandato de Biden ha buscado una vía para intentar atar al mandatario a los avatares de su hijo. Hunter Biden enfrenta una acusación formal en la Justicia por evasión de impuestos y ha sufrido adicción a las drogas y el alcohol. Una investigación formal le dará más poder a los comités que controlan los republicanos para llamar a declarar a testigos y recabar información.
“Hoy estoy ordenando a los comités de nuestra Cámara de Representantes que abran una investigación formal para un juicio político contra el presidente Joe Biden. Este próximo paso lógico dará a nuestros comités todo el poder para reunir todos los hechos y respuestas para que el público estadounidense sea exactamente lo que queremos saber”, anunció McCarthy en el Capitolio. “Creo que el presidente también querría responder a estas preguntas y acusaciones”, afirmó.
I am directing our House committees to open a formal impeachment inquiry into President Joe Biden. Over the past several months, House Republicans have uncovered serious and credible allegations into President Biden’s conduct—a culture of corruption. https://t.co/3uoDlUB3Sy
— Kevin McCarthy (@SpeakerMcCarthy) September 12, 2023
Durante meses, los republicanos han investigado el trabajo como lobista de Hunter Biden y sus vínculos e intereses en China, Rusia y Ucrania para intentar establecer un lazo con Biden y acusarlo de utilizar su poder y sus contactos en Washington a favor de su hijo. Hunter Biden trabajó como lobista en la época en la cual Biden era vicepresidente de Barack Obama.
Uno de los focos de la investigación de los republicanos es el paso de Hunter Biden por la junta directiva de Burisma, una empresa energética ucraniana que estaba bajo investigación por corrupción mientras Biden, por entonces vicepresidente, supervisaba la política de la Casa Blanca hacia Kiev. Hunter Biden ganó más de 800.000 dólares en 2013 y más de 1,2 millones de dólares en 2014. La vida de Hunter Biden entró en un espiral desde la muerte de su hermano mayor, Beau Biden, en 2015 por cáncer cerebral. Hunter Biden volvió a caer en la adicción al alcohol, que lo aquejó durante décadas, y luego sufrió una fuerte depresión que lo llevó al consumo de cocaína.
Durante la campaña presidencial de 2020, Trump dijo en uno de los debates que Hunter Biden había hecho una fortuna en Ucrania, China y Rusia luego de que Biden se convirtió en vicepresidente, acusándolo de favorecer los negocios de su hijo con su poder y sus contactos en Washington. Biden lo negó. “Eso no es cierto”, dijo. En otro debate, Biden negó que Hunter Biden hubiera hecho algo “antiético”, y dijo que la única persona que había hecho dinero en China era Trump. Pero esa afirmación resultó ser falsa, al ser refutada directamente por el propio Hunter Biden, quien reconoció en un testimonio ante un tribunal haber recibido dinero por su trabajo de Burisma y de una empresa energética china, CEFC.
Nuevo frente
La nueva ofensiva de los republicanos en el Congreso abre un nuevo frente indeseado para la Casa Blanca en la antesala de una nueva campaña presidencial en la que Biden aparece empatado en las encuestas con Trump, quien se encamina a ser nuevamente el candidato presidencial del Partido Republicano. El vínculo de Biden con Hunter, hundido en problemas legales y personales y todavía forcejeando por dejar atrás de una vez por todas sus adicciones, amenaza con convertirse en uno de los temas recurrentes por los que deberá responder Biden durante la campaña. Hasta ahora, la Casa Blanca ha negado cualquier comportamiento indebido por parte de Biden y ha esquivado las preguntas de la prensa, dirigiendo a los periodistas a los abogados de Biden o al Departamento de Justicia.
Ian Sams, un vocero de la administración, dijo que la apertura de una investigación formal de un juicio polítco era “lo peor de la política extrema”.
“Los republicanos de la Cámara de Representantes han estado investigando al presidente durante nueve meses y no han encontrado evidencia de irregularidades. Sus propios miembros del Partido Republicano lo han dicho”, dijo Adams. “Lo peor de la política extrema”, cerró en un mensaje en la red social X.
Los republicanos controlan la Cámara de Representantes y podrían iniciar un eventual juicio político contra Biden si es que se mantienen unidos, pero el juicio tendría nulas posibilidades de prosperar en el Senado, donde la ley exige la votación de al menos dos tercios de la Cámara alta para destituir a Biden. Pero un eventual impeachment contra Biden le daría a los republicanos munición para atacarlo durante la campaña presidencial, y además le daría enorme visibilidad a los escándalos que rodean a Hunter Biden, quien incluso podría llegar a ser citado a declarar ante alguno de los comités de la Cámara baja.