Luego de que se confirmara, este jueves, la salida del Banco Itaú de la Argentina y su adquisición por el Banco Macro, el medio O Globo se refirió a la problemática situación que enfrentan las empresas brasileñas en el país. En este sentido, la decisión de Itaú Unibanco de irse de un país en donde operaba desde hace más de 40 años, “refleja los efectos de la crisis en el país vecino —con inflación superior al 100%, falta de divisas y la reciente inestabilidad política— sobre las empresas extranjeras”.
Otras multinacionales que se han ido de la Argentina en los últimos años, según O Globo, fueron la farmacéutica estadounidense Eli Lilly, la empresa colombiana de delivery Glovo y Falabella, la cadena chilena de grandes almacenes. Aunque el medio no las nombra, cabe recordar que también la aerolínea Latam, la energética Enel (controlante de Edesur) y el supermercado Walmart, entre otros, optaron por abandonar el territorio durante la gestión del Frente de Todos.
“Las razones, dicen los analistas, son la falta de previsibilidad, la inseguridad jurídica, la alta inflación, las restricciones a las importaciones y las dificultades para transferir divisas al exterior”, explica el diario brasileño, y hace foco en la crisis que atraviesa la Argentina actualmente. Otras razones para que Itaú saliera del país fueron la falta de créditos, las restricciones para operar en un mercado con cepo cambiario y la débil seguridad jurídica.
“Itaú anunció ayer que vendió toda su operación en la Argentina, donde estaba desde 1979, al Banco Macro por 250 millones de reales. En un comunicado, el banco informó que mantendrá una oficina de representación en el país. En un hecho relevante, también avisó que reconocerá pérdidas no recurrentes cercanas a $1200 millones de reales cuando se complete la transacción”, anunció el medio del país vecino.
João Augusto Salles, analista de Senso Investimentos y especialista en bancos, conversó con O Globo y planteó que, si bien la operación de Itaú es pequeña en la Argentina, tiene una importancia regional importante: ”Creo que Itaú termina perdiendo. Una oficina de representación no es suficiente, sobre todo porque la operación resulta rentable para el banco. En términos de estrategia de región geográfica, creo que no es buena. Podría haber aguantado un poco más para ver en qué dirección sopla el viento de la economía argentina”, contó el analista, e hizo énfasis en la incertidumbre que atraviesa la Argentina, especialmente con “con un candidato de extrema derecha subiendo en la carrera presidencial”.
Problemas para las empresas brasileñas
Según informa el diario brasileño, uno de los mayores problemas que enfrentan las empresas es el tipo de cambio: “Sin reservas, el gobierno argentino ha ido creando barreras para la obtención de dólares, incluso para pagar las exportaciones”.
Por su parte, el presidente ejecutivo de la Asociación Brasileña de las Industrias del Calzado (Abicalçados), Haroldo Ferreira, explicó los inconvenientes con los que se encuentra su sector: “Los fabricantes de calzado vienen teniendo problemas, principalmente por las dificultades de acceso al mercado cambiario y el prolongado plazo para pagar las importaciones, que llega a seis meses”, dijo, y detalló que, tras la creación del impuesto PAIS a los productos importados, la situación se complicó, y ya se refleja en la reducción de las ventas a los argentinos.
Ricardo G, empresario argentino con empresas de software en Brasil, contó a O Globo que ganaron una licitación para suministrar equipos para una red de fibra óptica, producidos y exportados en Brasil, pero que hace cinco días desapareció del sistema la autorización oficial para que se pagara la operación de importación. “Se preveía que tendríamos acceso a dólares para pagar a nuestra empresa brasileña el 10 de septiembre. Pero la autorización desapareció y no sabemos si tardará una semana, un mes o un año”, se quejó el empresario en diálogo con el medio brasileño.
En sintonía con esto, el director financiero de Agrale, Leonardo Moroziuk (vicepresidente de la Cámara Argentino-Brasileña de Comercio, Industria y Servicios), comentó a O Globo que la filial argentina lucha desde hace más de 90 días por obtener la autorización para pagar a los proveedores en Brasil: “Somos una empresa binacional y compramos el 90% de nuestros insumos en Brasil. Hasta julio, la demora para tener acceso a dólares para pagar a nuestros proveedores brasileños era de 90 días, pero se extendió por otros 45 o incluso 60 días”.
Pago al contado y por adelantado
“Argentina es un mercado consumidor muy importante, con más de 40 millones de personas. Tienen buena voluntad, pero no tienen moneda para pagar las importaciones. Si la Argentina tuviera dólares, las exportaciones se harían con normalidad”, opinó Giovanni Cardoso, fundador y director general del fabricante de pequeños electrodomésticos Mondial.
Las incertidumbres respecto de los pagos golpearon fuerte al sector empresarial brasileño. De hecho, otro empresario del sector electrónico contó, anónimamente, que lo poco que vende a la Argentina se hace “al contado y por adelantado”, debido a las incertidumbres de los pagos. Algunos, como en este caso, ven con buenos ojos la declaración del Ministro de Finanzas, Fernando Haddad, de que se cree una línea de crédito en el Banco do Brasil para permitir el pago en yuanes de las exportaciones brasileñas a la Argentina.
La línea de crédito implicaría 700 millones de reales (US$ 144 millones) para financiar a los importadores argentinos que se comprometan con los exportadores brasileños. Haddad se expresó al respecto este miércoles en una conferencia de prensa en Johannesburgo, y explicó que el Banco do Brasil supervisaría la conversión del yuan al real brasileño, basándose en las garantías proporcionadas, lo cual brindaría mayor seguridad a las empresas brasileñas.
O Globo contactó a otros empresarios brasileños que operan en la Argentina, pero estos optaron por no opinar y evitar “más problemas con el gobierno argentino”.