La letra chica del reglamento de la provincia de Buenos Aires de la flamante alianza oficialista Unión por la Patria (UP) presenta un desafío para que Daniel Scioli y Victoria Tolosa Paz puedan presentar su lista de candidatos a diputados y senadores nacionales. La clave está en el artículo 9º de esas cláusulas -que fueron pulidas ayer por la junta electoral del frente- y apunta a los avales que necesitan las nóminas legislativas para poder presentarse.
Según el documento al que accedió LA NACION -y que debe ser presentado ante la Justicia Electoral- las listas de diputados y senadores nacionales deberán presentar avales de afiliados de los partidos políticos que integran el frente UP. Pero deberán tener una composición específica. “Deben integrarse hasta un 50% por afiliados al PJ”, dice el reglamento. Y agrega: “Los restantes deben ser de al menos un 20% de afiliados a los partidos Frente Renovador, Nuevo Encuentro, Partido para la Victoria, Kolina y Frente Grande que representen al menos tres fuerzas políticas de las mencionadas”. Se trata del sello de Sergio Massa y de los partidos de corte kirchnerista, todos sectores que hoy están en la vereda de enfrente del embajador en Brasil.
Sin embargo, en el campamento de Scioli aseguraron a LA NACION que esa letra chica no será un escollo, porque ya se acordó de palabra que esos avales para la lista del exmotonauta “van a estar”.
“Preguntamos ‘che, ¿qué onda esto?’, pero acordamos que no va a ser un problema, que nadie va a hacer pavadas”, dijo un importante colaborador del embajador en Brasil. “Estamos hablando de una lista de Scioli, no de [Santiago] Cúneo”, agregó, en un recordatorio sobre la trayectoria del exgobernador bonaerense.
Las firmas
Por ley, las listas de legisladores nacionales de la provincia de Buenos Aires tienen que ser avaladas aproximadamente por unas 2000 firmas. Significa que la lista de Scioli necesitará aproximadamente 400 avales (el 20%) de una pecera de afiliados que son o massistas o de corte kirchnerista. Nuevo Encuentro, de Martín Sabbatella; el Partido para la Victoria, de Diana Conti; Kolina, de Alicia Kirchner y Carlos Castagneto, y el Frente Grande, que conduce Mario Secco, son los partidos que integraron Unidad Ciudadana en 2017.
Un dirigente de La Cámpora que estuvo muy al tanto de la confección de la letra chica del reglamento aseguró que la cláusula no busca excluir a ninguna lista. “Scioli los va a conseguir. Pueden ser 398 afiliados de uno de los partidos, y dos afiliados de otros dos sellos. Es más, diría que los requisitos son demasiado laxos”, dijo. Y apuntó que “se fijó ese requisito (del 20%) porque fueron los partidos constituyentes del frente electoral en 2019″.
Otro dirigente kirchnerista muy al tanto de la dinámica partidaria, no obstante, advirtió: “La mayoría de los partidos de Unidad Ciudadana tienen una militancia muy orgánica. Van a tener que ir a convencer a esos afiliados de que avalen a Scioli. o es tan fácil”. Apuntó que solo el Frente Grande, que tiene una historia más larga porque heredó la estructura de Carlos “Chacho” Álvarez, podría tener afiliados más autónomos. Huelga decir que parece difícil que el Frente Renovador permita que sus bases respalden la candidatura del embajador en Brasil, archienemigo histórico de Massa en la política.
El reglamento para la presentación de la fórmula presidencial (de orden nacional), es más laxo que el de la provincia de Buenos Aires. Cuando habla de los avales, en el artículo 10º, ese documento reza: “Los avales deben integrarse hasta un 50% por afiliados al PJ y los restantes deben ser al menos de un 20% de afiliados a los restantes sellos que integran el frente”. Es decir, no especifica por partidos puntuales.
Clima tenso
El cierre de la alianza oficialista pulverizó cualquier atisbo de concordia entre el sector que apoya a Scioli y la alianza política del massismo con el kirchnerismo. El reglamento quedó establecido en que el piso para la minoría será del 30% de los votos del frente, ingresando la lista perdedora en la lista definitiva de diputados en los puestos 4, 9, 12. El kirchnerismo pretendía fijar un piso del 40% para complicar los planes de Scioli, con el ingreso de diputados de la minoría a partir del puesto 10. “Necesitamos un Congreso fuerte, no puede entrar cualquiera y no sabemos a quién va a llevar Scioli porque estamos todos parados del otro lado”, advertía un importante colaborador de La Cámpora, allegado a Máximo Kirchner.
Algunos referentes importantes del massismo y del kirchnerismo todavía dudaban ayer de que Scioli pueda armar listas en todo el país, juntar los avales necesarios y financiar su campaña. “No va a haber PASO. Scioli no llega. Se cae antes, es todo una fantasía esto”, dijo a LA NACION un importante referente del del Frente Renovador que apuntaba que es muy difícil que el exmotonauta consiga la estructura necesaria para competir “a tira completa” en todo el país. Por ahora, todos los intentos por bajar al embajador en Brasil fueron infructuosos y el exmotonauta se muestra muy decidido a competir.
Lo sucedido esta semana augura una interna feroz en el peronismo de acá hasta las PASO. Ayer Cristina Kirchner lanzó desde Santa Cruz: “Cuando uno tiene responsabilidades de gobierno, la responsabilidad es gobernar y que haya la menor conflictividad”.
“Cuando uno escucha que desde el propio espacio político amenazan con ir al partido judicial…”, protestó la vicepresidenta en alusión a la advertencia de Aníbal Fernández, virtual apoderado de Scioli, de llevar la cuestión electoral a la Justicia.
