Los 2669 regalos al Presidente: vinos caros de Uñac, los 91 pares de medias y Alberto Fernández pintado al óleo con Cristina

En sus 1381 días de gobierno, Alberto Fernández reportó haber recibido 2669 regalos, casi dos por día. Al tener en cuenta la cantidad de expedientes y el valor reportado por cada uno de ellos, los obsequios que recibió y con los que se pudo quedar Fernández -independientemente que pudo haber elegido donarlos-, podrían ascender hasta los $43.296.000, aunque muchos de ellos tienen precios muy inferiores a los $32.000 máximos (que establece el Gobierno como límite para uso personal), como tazas de café con logos o mates personalizados.

En general, los funcionarios públicos no pueden aceptar regalos, obsequios o donaciones. “Para saber si un obsequio queda alcanzado por este régimen, deberá preguntarse si le harían ese regalo aunque no trabajara en la administración pública. Si la respuesta es negativa, el regalo deberá cumplir con las pautas aquí indicadas”, describe el criterio que utiliza el Gobierno. Entonces, solamente pueden aceptarlos si son de cortesía o por costumbre diplomática (entregados en eventos, visitas o actos), con excepción de contratistas, proveedores y aquellos que puedan interpretarse como dádiva, entre otros, en cuyo caso deben devolverse o rechazarse.

Cuando los obsequios superan los $32.000 (el equivalente a cuatro módulos, la forma de medirlo dentro de las oficinas gubernamentales) o representen el vínculo con el Estado u organismo que los entrega, deben incorporarse al patrimonio público. La excepción son los comestibles, que sin importar su valor, pueden quedar en manos del funcionario.

Todo regalo debe ser reportado en un registro de obsequios, que LN Data procesó con los ingresados al 18 de septiembre. Allí se encontraron 2669 objetos destinados al presidente. De estos, solamente 11 fueron anotados con valor superior a los $32.000 o con imposibilidad de determinar su valor. Debido a que 9 son comestibles (mayormente cajas de vinos), el primer mandatario se quedó con todos los regalos excepto con una condecoración de la Cumbre Extraordinaria Ameripol, un cuadro con la campera de cuero de Saúl Ubaldini y una réplica del sable del Almirante Guillermo Brown. Un dato interesante: Sergio Uñac, el gobernador de San Juan, es la persona que le regaló objetos más caros a Alberto Fernández en toda su gestión. Por ejemplo, dos cajas de vino “Raza Argentina”, que se venden online por casi $60.000 cada una.

Un presidente de salida no recibe la misma atención que uno que retiene el poder, el reflejo detrás de cuántos regalos recibió por año. En 2019 gobernó por 20 días y recibió 79 obsequios, casi cuatro por día, lo cual tiene sentido por su asunción. En 2020 fueron 665 y en 2021, 714. El año pasado le entregaron 821 presentes, la mayor cifra. En 2023, sin embargo, cayeron a 390. Son cerca de la mitad de los recibidos el año pasado (divididos por cantidad de días) e incluso menos que los de 2020 y 2021, en donde la pandemia implicó la suspensión de la mayor parte de los eventos públicos.

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Entre los que más veces regalaron figuran anónimos, Raúl Jalil, gobernador de Catamarca, el Indec (mayormente libros), Ricardo Quintela, mandatario de La Rioja, Jorge Oscar Gornatt, de la Unión de Sindicatos de la Industria Maderera y Jorge Capitanich, de Chaco. Sin embargo, del dataset público no se extrae instantáneamente la cantidad de presentes que hicieron cada uno debido a que muchos nombres están mal escritos o descriptos con distintas identificaciones.

Del total de regalos, el 29% fueron libros y revistas. Son una cantidad suficiente para llenar una biblioteca de un metro de ancho por 15,5 metros de largo. A una altura promedio del lomo de 10 centímetros, son 31 pisos de libros (77,5 metros).

Le sigue en rubros una participación del 15% de artículos de indumentaria (411), entre los que hay, en una misma oportunidad, 66 pares de medias de algodón de hombre “Tom” y 24 para mujer, obsequiadas por la fábrica textil Ciudadela, una campera de nieve, regalo de la esposa del presidente Xi Jinping y ropa para Francisco, su hijo de ahora 1 año y cinco meses (entre los que figuran escarpines, una boina y una manopla). En total, fueron 91 pares de medias, 88 remeras y camisas y 38 ponchos, pashminas y pañuelos.

A Fernández le regalaron 12 retratos de él mismo. En uno de ellos no está solo: la obra los muestra a él y a la vicepresidente, Cristina Kirchner, pintados al óleo. Fue hecho y entregado por un ciudadano anónimo en enero de 2020, antes de que la dupla presidencial tome distancia. Dentro de los 155 cuadros se destacan cuatro de Diego Maradona (en uno los inmortalizaron juntos, con otros exmandatarios) y de próceres argentinos.

El vino fue protagonista de los regalos. Recibió 171 botellas, lo que significa una copa de vino por día de gestión (teniendo en cuenta que le obsequiaron 128.250 mililitros en total y una medida de vino son 90 mililitros). También aceptó cervezas, ron, sidra, mezcal, gin, champagne, whisky, vodka, pisco y licor. Llamativamente, Paula Español, su exsecretaria de Comercio, le regaló una botella de agua Córdoba, que cotiza actualmente en $300.

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Los productos regionales se llevaron la mayor parte de los 247 alimentos que recibió. Dulces criollos, encurtidos, alfajores, mermeladas, salames y quesos figuran entre los principales, aunque hubo otros más extraños como una bolsa de pescado. En vajilla y otros elementos, recibió 65 mates, 28 tazas y otros objetos, como morteros, destapadores y sacacorchos.

Entre otras curiosidades, sus agasajadores tuvieron en cuenta su inclinación hacia la música y los animales. Le regalaron siete guitarras, tres bombos, dos tambores y una quena, de la mano de personalidades como Emmanuel Macron, el presidente de Francia, el CEO de Huawai y gobernadores como, Omar Perotti, de Santa Fe, Ricardo Quintela, de La Rioja (que le regaló una guitarra y un bombo) y Oscar Ahuad, de Misiones. Dylan, por otra parte, recibió una correa y un hueso y su dueño, una remera inscripta con “Fundación Dylan Fernández Somos Barrios de Pie”.

Con la colaboración de Miguel Bevacqua

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