El grupo de empresarios que pretende conseguir US$60 millones del mercado para el rescate de la cooperativa láctea SanCor logró ayer un primer paso: el directorio del BICE Fideicomisos aprobó ser fiduciario del “Fideicomiso Financiero Sancor Láctea”. El siguiente paso será ahora esperar la aprobación por parte de la Comisión Nacional de Valores (CNV) para que el fideicomiso pueda acceder al mercado de capitales y obtener el financiamiento.
En octubre de 2021, el abogado Leandro Salvatierra; el experto en lechería Jorge Estévez; el industrial José Urtubey; Marcelo Figueiras, de Laboratorio Richmond, y el empresario de medios Gustavo Scaglione, se unieron con el objetivo de buscar una alternativa para SanCor. Con este fin, presentaron una propuesta a la cooperativa láctea, la cual fue aprobada en enero del año pasado durante una asamblea.
Según se había indicado, para llevar a cabo la iniciativa se necesitaban US$60 millones en un primer momento. Inicialmente se consideró la posibilidad de obtener ese dinero a través de un crédito, sin embargo, nunca lo pudieron concretar.
“Está paralizado e intervenido”: en el campo pusieron reparos a una promesa que hizo Sergio Massa
Con el propósito de superar esta situación, el grupo de empresarios interesados presentó la propuesta de emitir un bono de cotización pública por el valor mencionado, con el objetivo de que tanto el Estado como empresas privadas puedan suscribirlo. Sin embargo, para hacer esto era necesario que el directorio del BICE aprobara su papel como fiduciario del “Fideicomiso Financiero Sancor Láctea”, encargado de emitir los valores representativos de deuda (VRD).
Según confirmaron a LA NACION, en el BICE esta aprobación se llevó a cabo ayer, y ahora debe ser sometido a la aprobación de la CNV para poder ingresar al mercado de capitales y buscar financiamiento.
En el sector lácteo el interrogante clave de muchos era quiénes iban a poner los fondos necesarios para el rescate. “Esta es una cuestión a resolver”, habían indicado en el Gobierno en su momento.
La láctea entró en crisis en 2017. Perdió producción y relevancia en el mercado en general. Se vio obligada a una reestructuración por la cual pasó de procesar más de 3,5 millones de litros diarios a un nivel de 700.000 litros por día. Tiene una deuda que ronda los US$240 millones y, además, sigue buscando que Venezuela le pague unos US$18 millones por exportaciones realizadas hace seis años.
Plan de negocios
Según había contado este medio, entre otras iniciativas, los empresarios buscarían tercerizar la parte comercial de la empresa y dejar en manos de la cooperativa la provisión de leche.
Además, separarían las plantas industriales que consideran claves para el negocio. Se pondrían a disposición del fideicomiso con la gestión de SanCor Capital que los empresarios prevén crear. En tanto, respecto del personal, pasaría de la cooperativa al fideicomiso “solo la gente realmente necesaria para que esa planta funcione”.
Hoy la firma láctea posee 1700 operarios y 600 pasarían a la nueva empresa. Según pudo averiguar este medio, la idea es que, en la medida que aumente la producción, la compañía pueda ir tomando más empleados.
En la recta final, el dólar soja dejaría un 20% menos de lo esperado por el Gobierno
En este contexto, durante cinco años se destinaría el 100% de las utilidades del fideicomiso para SanCor CUL para que pueda “priorizar las obligaciones laborales”.
Luego, en el año sexto y séptimo, en lugar de que la cooperativa perciba el 100%, el 50% iría para que se empiece a pagar a acreedores privilegiados. En los años siguientes bajarían a un 20% los beneficios para la cooperativa y el resto se focalizaría en los acreedores. Una vez que la compañía quede reestructurada, el 80% quedaría bajo el control del grupo inversor y de acreedores privilegiados. El otro 20% sería para la cooperativa láctea.