Las tarifas de luz suben en septiembre y se permitió diferir el pago de retenciones para marzo para fijar el precio de la nafta

“Parece un déjà vu”, decía un empresario energético en el lobby del hotel Alvear de Recoleta, antes de que comience el evento organizado por el Instituto de las Américas y el Ceare. Si bien ya pasó una semana de las elecciones primarias, en el sector todavía se habla de las consecuencias que dejó la imprevista victoria de Javier Milei. En particular, en la industria se mencionó la decisión del Gobierno de congelar los precios de los combustibles hasta fines de octubre. “Por suerte, esta vez no fue por decreto”, agregó el empresario, en referencia a la misma medida que había tomado la gestión de Mauricio Macri, en 2019, luego de perder las PASO.

El jueves pasado, la secretaria de Energía, Flavia Royon, recibió a las empresas que refinan nafta y gasoil, y pactó que, tras la suba de 12,5% en los precios, los valores se mantendrán fijos hasta después de las elecciones generales. A cambio, la funcionaria ofreció que las empresas difieran el pago del 8% de derechos de exportación (retenciones) hasta marzo próximo.

A diferencia de 2019, cuando toda la producción de petróleo se destinaba a abastecer el mercado interno, actualmente la Argentina exporta el 18% del total, equivalente a 115.000 barriles diarios. Esto le permite a las empresas amortiguar el impacto de congelar el valor del precio doméstico. Mientras que el Brent –la cotización internacional del barril– está en US$77, el precio interno que reciben las productoras de petróleo cayó a US$56 tras el último salto del tipo de cambio oficial de 22%.

“Para una compañía como la nuestra, que compite por el capital dentro de su portafolio global de activos, es clave tener el precio de mercado. Eso es lo único que garantiza de una manera sostenida inversiones en el mediano y largo plazo”, expuso Dante Ramos, gerente de Asuntos Corporativos para América Latina de Chevron.

En la medida en que los precios del mercado interno y las exportaciones estén desacoplados, eso atenta contra la competitividad de los proyectos. Uno entiende, por supuesto, las circunstancias particulares y sin ninguna duda hay situaciones muy atendibles y puntuales, pero si uno piensa en el mediano y largo plazo, la señal ideal es converger a valores del mercado”, agregó.

El precio de las naftas y el gasoil fue una de las negociaciones que tuvo que llevar adelante la Secretaría de Energía. Por estos días se está terminando de definir los próximos aumentos de tarifas, para amortiguar el impacto de la devaluación en la suba de subsidios.

El plan de la Secretaría de Energía es aumentar las tarifas de electricidad a partir del 1º de septiembre y convocar a audiencia pública para noviembre para tratar los nuevos aumentos de gas, que se harían a partir de diciembre.

En el servicio de luz, la Secretaría actualizará alrededor de 10% el precio monómico de la electricidad, que es el valor que reciben las generadoras. Este incremento se trasladaría automáticamente a los usuarios residenciales de altos ingresos (5,3 millones de hogares) y medios (2,8 millones), y a los grandes usuarios de energía, como industrias y comercios.

El impacto en el precio final de las facturas de luz (sumado a los costos de transporte y distribución de energía) sería de 6,2% para los usuarios de altos ingresos (N1), de 3,7% para los de ingresos medios (N3) y de 2,8% para los de bajos ingresos (N2), según cálculos de la consultora Economía & Energía, que dirige Nicolás Arceo.

Importaciones de gas de Bolivia

La Secretaria de Energía adelantó también que anoche el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) aprobó los pliegos para avanzar con las obras de reversión del gasoducto del norte, que permitirá cambiar la dirección del flujo de gas y dejar de importar de Bolivia. “Es un tema de urgencia y estratégico, porque ese país está enfrentando un fuerte declino de su producción. Claramente, no va a poder cumplir con el contrato que tiene con la Argentina. Entonces la reversión del norte se ha tornado urgente”, dijo Royon.

Ya tenemos el financiamiento comprometido para el 100% de la obra y hemos avanzado también con la compra de los tubos de la reversión. En los próximos días avanzaremos con la licitación de la reversión y esperamos que la obra pueda estar inaugurada para el mes de mayo del año que viene”, agregó.

La secretaria era entrevistada por el empresario Juan Martín Bulgheroni, de Pan American Energy (PAE), en el evento organizado por el Instituto de las Américas y el Centro de Estudios de la Actividad Regulatoria Energética (Ceare), de la Facultad de Derecho de UBA.

Royon dijo también que están trabajando en las alternativas de financiamiento para el segundo tramo del gasoducto Néstor Kirchner. Con el primer tramo, se logró ampliar la capacidad de transporte en 11 millones de metros cúbicos día (m3/d). Cuando estén listas las plantas compresoras, a partir de noviembre se transportarán 22 millones m3/d. Y cuando esté el segundo tramo del gasoducto, el transporte va a aumentar a 40 millones de m3/d.

“Estamos trabajando en varias alternativas de financiamiento. La indicación del ministro es que esté licitada hacia el mes de septiembre, pero claramente va a ser un desafío para la próxima gestión terminar este segundo tramo”, admitió Royon.

Por último, la funcionaria destacó que el sector energético se está configurando como el segundo sector generador de divisas. “Es una parte de la solución a los problemas macroeconómicos que tiene la Argentina. El año pasado, nuestra balanza energética fue negativa en US$4500 millones. Este año va a ser levemente positiva, esperamos unos US$100 millones de superávit. De acá empieza a crecer y proyectamos hacia 2030 unos US$18.000 millones positiva”, concluyó Royon.

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