Con apoyos de Máximo Kirchner, parte del cristinismo duro y un puñado de gobernadores, Sergio Massa encabezó el congreso del Frente Renovador para presionar por un candidato de unidad en el Frente de Todos. El ministro de Economía fue recibido por su militancia al ritmo de “Sergio presidente” y cosechó apoyos a través de mensajes grabados en video, entre los que estuvo el del referente de La Cámpora y presidente del PJ bonaerense, quien dijo que se iba a “perder un rato la final de la Champions para escucharlo”, por la coincidencia del horario del partido que el Manchester City disputó (y le ganó) al Inter de Milán.
Massa reclamó una fórmula de unidad, pero abrió la puerta para anotarse en las PASO del oficialismo
En un clima de incertidumbre frente a los cortocircuitos que trascendieron con el presidente Alberto Fernández por el armado electoral, desde el equipo del tigrense explicaron que “unidad vs. PASO era el eje del acto” y que “todos los que enviaron su apoyo lo hicieron en base a ese objetivo”. El propio Massa, minutos después, se acercó a la zona de la prensa para exhibir una gorra con la leyenda “Malena intendenta”, en alusión a la precandidatura de su esposa, titular de Aysa, en el municipio de Tigre.
Allí, respondió solo dos preguntas: dijo que su gorra “es la de la unidad” y, consultado por LA NACION, amplió que eso “se resuelve sentados en la mesa dialogando como genta adulta y pensando en el país, no hay lugar para otra cosa”.
Luego de cuatro años del último congreso partidario que el Frente Renovador llevó a cabo de forma presencial y ante cerca de 15 mil personas, entre los oradores también estuvieron quienes integran la primera plana dirigencial del partido, como la presidenta de la Cámara de Diputados, Cecilia Moreau; el secretario de Industria José Ignacio de Mendiguren; y el ministro de Transporte, Diego Giuliano. También ocupó un lugar relevante el gobernador de Chubut, Mariano Arcioni. “Estamos buscando los consensos y la unidad”, aseguró el mandatario patagónico.
¿Massa-Wado de Pedro 2023?
Otro de las premisas a lo largo del acto fue la idea de un hipotético binomio de unidad entre el jefe del Palacio de Hacienda y el ministro de Interior, Eduardo de Pedro. Pese a la sintonía que ambos funcionarios mostraron en el último tiempo, la presidenta de Aysa y esposa del jefe del Palacio de Hacienda, Malena Galmarini, una de las oradoras principales del encuentro, optó por ponerle paños fríos a esa posibilidad durante su conferencia de prensa. “Es irresponsable generar candidaturas que no sabemos si se van a dar”, advirtió.
La presidenta de Aysa agregó: “Lo que se habla con Cristina (Kirchner) queda en el ámbito privado”. En cambio, durante su discurso en el escenario, fue grandilocuente respecto del futuro electoral de su marido. “Tenemos al mejor líder y, cuando se dé la oportunidad, al próximo Presidente”, sentenció.
Otro de los que se refirió a las chances de que una fórmula Massa-“Wado” se transforme en la expresión de la unidad fue De Mendiguren. “El frente lo tendrá que decidir por diálogo entre todos o por las PASO, todo es posible para mí, aunque lo más importante es que están en discusiones dos modelos”, indicó. Por otro lado, elevó el precio del oficialismo en la disputa por la permanencia en la Casa Rosada. “El Frente de Todos tiene chances concretas de ganar. El gobierno anterior (de Mauricio Macri) dobló la inflación y nosotros también la duplicamos, pero en este gobierno creció la economía”, marcó.
Además de Máximo, entre aquellos respaldos remotos del círculo de la vicepresidenta se alistaron los legisladores Leopoldo Moreau, Carlos Heller y Germán Martínez; los sindicalistas Sergio Palazzo y Hugo Yasky; y los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda) y Ariel Sujarchuk (Escobar). En paralelo, hicieron lo propio los mandatarios provinciales Gustavo Sáenz (Salta), Oscar Herrera Ahuad (Misiones), Gustavo Melella (Tierra del Fuego) y Gustavo Bordet (Entre Ríos), así como también el recientemente elegido Rolando Figueroa (Neuquén) y Alberto Weretilneck (Río Negro). No lo hicieron en bloque los gobernadores del Norte Grande, quienes mantienen diálogo fluido con “Wado” de Pedro, aunque todos comparten la idea de evitar las PASO.
Scioli, el apuntado
Si bien el jefe del Palacio de Hacienda llamó a competir en unas hipotéticas primarias de no haber acuerdo en el oficialismo (“si se decide que haya PASO, que nos anoten y también ahí vamos a estar”), la posición del Frente de Renovador es evitar la competencia interna, cuyo fogoneo tiene un apuntado central por parte de la dirigencia massista: Daniel Scioli. Una fuente ligada al ministro de Economía, que pidió reserva de su nombre, reconoció diferencias irreconciliables con el embajador de Brasil, a cuya precandidatura la traducen como “una traba electoral”, y lamentó la alianza con la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, por “el buen trato que ella ha tenido con el Frente Renovador”.
“Cuando asumimos el ministerio, todos los números de la gestión de Brasil nos daban negativos. No se puede hacer campaña así, andá e instalate a laburar allá”, le reclamaron a quien ya fue candidato a presidente en 2015. Sobre las tratativas electorales que se llevan adelante entre los tres líderes de la coalición gobernante, a su vez, la fuente expresó que “Sergio se sienta en la mesa de Cristina y en otra de Alberto, pero los tres no comparten una misma”. Y le atribuyó a la gestión de “Wado” de Pedro una mayor consistencia para competir electoralmente, aunque pidió que “no descarten a Axel (Kicillof)” a nivel nacional.
