Luego del fallo de la Corte Suprema que suspendió las elecciones a gobernador en San Juan y Tucumán, el ministro de Justicia, Martín Soria, se sumó al coro oficialista y calificó la decisión del máximo tribunal como “una intromisión” en el “proceso democrático” de ambas provincias, al expresar que sucedió “faltando tan pocos días, con las boletas impresas y la publicidad en las calles”.
Sin embargo, su posición parece ir en dirección contraria a la que sostenía en 2019, cuando el hoy gobernador electo de Río Negro, Alberto Weretilneck, buscaba ser re-reelegido y también fue inhabilitado a competir por la Corte Suprema. Sucede que, por aquel entonces, Soria era candidato a gobernador de esa provincia y el principal contrincante político de Weretilnek, a quien acusó en una entrevista con LA NACION de “intentar hacerles trampa a los rionegrinos intentando ponerse en la boleta para un tercer mandato, que por suerte la Corte frenó”.
Hace cuatro años, Soria celebraba la decisión de la Corte Suprema y acusaba a su adversario local de promover una “campaña sucia”, con “noticias falsas y despilfarro”. “Gastaron 126 millones de pesos en subsidios y ayuda social en dos meses para intentar comprar el voto”, denunció en diálogo con este diario. En esa misma ocasión, además aclaraba que no era kirchnerista y que un eventual triunfo suyo en las elecciones provinciales –finalmente, alcanzó el segundo lugar, con el 35,2%, detrás de Arabela Carreras (52,6%)– no debía leerse como una victoria de Cristina Kirchner.
Hoy, a diferencia de 2019 y en clara contradicción sus dichos de cuando era candidato, el actual ministro de Justicia sostiene que “jamás” celebraría un fallo “como si fuese la Corte”. “Soy un dirigente de un partido político”, desliza. Y se refiere a los jueces de la Corte Suprema con el mote de “la mayoría automática macrista”, los que “puso Pepín (Fabián) Rodríguez Simón prófugo en Uruguay y Mauricio Macri a seis días de asumir la presidencia, el 16 de diciembre de 2015″.
“Mientras la Corte sacaba este fallo, había una sesión especial de la Comisión de Juicio Político en la Cámara de Diputados donde varios testigos estaban relatando hechos de corrupción de estos jueces de la Corte Suprema”, arremetió Soria en declaraciones a Radio Provincia AM1270. En ese sentido, advirtió que la oposición, con Patricia Bullrich a la cabeza (”habla de la Corte como si fuera ella”), no tendría interés en “mejorar la justicia”, porque “esta justicia responde a sus intereses”.
“La democracia como rehén”
Este mediodía, el presidente Alberto Fernández cuestionó en duros términos el fallo de la Corte Suprema al calificarlo como “una clara intromisión en el proceso democrático y la autonomía de las provincias”. Lo hizo a través de un comunicado oficial de la Casa Rosada, que después tuiteó el propio mandatario. Hoy, reforzó su rechazo a través de cadena nacional. “La Corte adecúa sus decisiones a las necesidades políticas de la oposición”, señaló el jefe del Estado, que aventuró que en ambos distritos se preveía el triunfo del peronismo.
“La suspensión de las elecciones en las provincias de San Juan y Tucumán deja a la democracia como rehén de un grupo de jueces que no observan criterios de justicia y que cada día, a la luz de lo que se ve en la investigación que lleva adelante la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados de la Nación, están más implicados en severas irregularidades administrativas y en maniobras que sirven a la actual oposición”, dijo el Presidente, que para él, se trata de un “avasallamiento” y una intromisión a las autonomías provinciales.
El Presidente, además, vinculó el fallo a una opinión previa de Mauricio Macri. “Tampoco puedo dejar de observar que el fallo deviene inmediatamente después de que Mauricio Macri tratara de “feudos” a las provincias norteñas en las que su espacio político preveía derrotas”, dijo. Y agregó: “Evidentemente, los jueces que aceptaron ser designados por decreto por Mauricio Macri siguen respondiendo a sus órdenes”. Los acusó, además, de ser “el brazo operativo de la oposición”.