Sigue la polémica dentro del sector privado por el bono de $60.000 para los trabajadores, medida que anunció el Ministerio de Economía el domingo pasado. Este miércoles, los presidentes de las principales cámaras empresariales del país coincidieron en el evento Expo EFI y volvieron a rechazar la iniciativa oficial, advirtieron que produce distorsiones en las escalas salariales y pidieron que no los “amenacen como si estuviéramos en Cuba, Venezuela o Nicaragua”.
“El ámbito natural para discutir los salarios son las paritarias. Jamás discutimos lo que los trabajadores se tienen que llevar al bolsillo, tiene que ser lo más alto posible. El problema es que de eso el Gobierno se lleva un 45% para el bolsillo del payaso del gobierno, sin fondo. Si no fuera tan angurriento, parte de eso le podría llegar al trabajador. Instinto, nadie discute que se perdió poder adquisitivo en la Argentina, pero la herramienta no es la correcta”, comenzó Mario Grinman, presidente de la Cámara Argentina de Comercios y Servicios (CAC).
Ya son 12 las provincias que se rebelan contra el pago del bono de $60.000 y los problemas se extienden en las empresas
Para el empresario, la medida distorsiona porque “achata” las escalas salariales y “mete mano” al bolsillo de los comerciantes. Al tiempo en que recordó que no es lo mismo un comercio que se encuentra en avenida Santa Fe y Callao, que un local en Formosa, Córdoba o Tierra del Fuego, ya que cada zona tiene una posibilidad de pago diferente.
“Los trabajadores son más inteligentes que los gobernantes y los políticos, porque saben la realidad del empresario, por lo menos en el interior. Si saben que a la empresa no le está yendo bien, que no le puede pagar, buscan la manera de acordar. Esa es la realidad. Pero que no nos amenacen, con una denuncia anónima a través de un teléfono, como si estuviéramos en Cuba, en Venezuela o en Nicaragua. Eso no es ni parecido a la democracia”, lapidó.
En el panel también estuvo Daniel Funes de Rioja, presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), quien contó que hace un año y medio le habían pedido al Gobierno que no interfiera en paritarias, cuando se lanzó el programa Precios Justos. Pero que no fueron escuchados, dejando a un lado “la Constitución y los convenios de libertad de negociaciones entre los actores sociales”. “No le encuentro razón de ser”, completó.
En el mismo sentido apuntó Alfredo González, de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), quien adelantó que hubo comunicaciones informales con el Ministerio de Economía para explicar que se les dificulta pagar el bono, sobre todo en un contexto de “inestabilidad macro e imprevisibilidad”. Además, señaló que hace menos de 20 días se cerraron las paritarias de comercios y servicios. “La inflación es un partido que las pymes no lo jugamos, lo sufrimos por partida doble”, remarcó.
Prepagas: un problema de larga data no atendido por la política y una medida temporal “en el peor momento”
“Desconocen la realidad. Seguimos hablando de las mismas cosas, volvemos a tropezar con la misma piedra. Mirá si hemos recorrido camino que siempre caemos de vuelta en lo mismo, un Gobierno o un funcionario que te impone o te pretende imponer una medida como esta, de los bonos. Te da pena que se tomen medidas de este tipo. Nosotros, la Sociedad Rural Argentina (SRA), vamos a decir claramente que no podemos afrontar como sector el pago de ese dinero, más allá de la situación puntual de cada productor”, coincidió Nicolás Pino, presidente de SRA.
Durante el panel, moderado por la periodista Silvia Naishtat, también se tocaron otros problemas de la coyuntura diaria de las compañías. Para Alfredo González, un tema que preocupa es la contracción de ventas en el consumo pyme. Según señaló, durante el último año todos los meses se registró una caída en la actividad, con la única excepción de diciembre de 2022.
En cambio, Grinman apuntó contra el cepo a las importaciones, que genera faltante de mercadería en productos “básicos e imprescindibles” para la producción nacional. En ese punto, remarcó que la faltante de stock es una “terrible situación” para el comerciante. “Cuando va al depósito y ve que no tiene stock, es el comienzo del fin de cualquier empresa”, advirtió.
Sin embargo, con una mirada hacia el futuro, Pino recordó que el mundo demanda “todas las cosas que hacemos nosotros”. Tanto en sectores como el energético, del litio, la economía del conocimiento y hasta el turismo.”Siete de cada diez dólares de la Argentina son generados por el sector agropecuario. Ojalá haya crecimiento en otros sectores y dejen de presionar al campo, poder desarrollar el potencial que tenemos al alcance de las manos, pero necesitamos previsibilidad ante todas las cosas, que no podemos hacer nosotros, sino el Gobierno. Quien asuma el 10 de diciembre tendrá que concentrarse en la palabra confianza, que necesitamos para dar el paso hacia delante”, completó.
En la misma línea apuntó Funes de Rioja, quien agregó que la Argentina tiene que dejar atrás las “riñas de gallo” y remarcó la importancia de que el país tendrá que llegar a diciembre con acuerdos parlamentarios. “Sería inviable, nadie nos va a comprar, nadie se va a comprometer a invertir si no tiene horizonte. Y no desde el privilegio, sino desde la certidumbre de los órdenes de la Constitución. La posibilidad es hoy, no dentro de cinco años”, cerró.