Aunque trillada, la frase del saber popular que dice que no es oro todo lo que reluce se puede aplicar al radicalismo, partido en el que las fotos que intentan mostrar unidad en realidad no hacen más que disimular una dura puja interna plagada de recelos personales, operaciones de prensa y los intereses políticos coyunturales de sus principales dirigentes.
La única cuestión en la que en este momento casi todos coinciden en el radicalismo es que la definición de una estrategia partidaria se demorará por al menos unos 30 días, que hasta fin de mayo o principios de junio todo seguirá como hasta ahora, con dos precandidatos presidenciales, Gerardo Morales y Facundo Manes, que no levantan en las encuestas y que pocos creen que vayan a llegar a las primarias de agosto. A eso se suma una fuerte polarización que se mantiene en sordina en torno a qué precandidato presidencial del Pro, Horacio Rodríguez Larreta o Patricia Bullrich, debe acompañar el partido.
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Tanto el calendario electoral como partidario ayudan a esa procrastinación que atraviesa a toda la dirigencia de la UCR y que un senador nacional definió usando una figura más acorde con la tradición argentina. “Estamos en una partida de truco en la que todos están ‘orejeando’ las cartas”, ejemplificó.
Con esa descripción, la foto para mostrar unidad del miércoles pasado toma otra dimensión. Además de Manes y Morales en la imagen aparecen el precandidato a jefe de gobierno porteño, Martín Lousteau, y los jefes de los bloques radicales de diputados y senadores, Mario Negri y Luis Naidenoff, respectivamente.
La reunión duró lo que dura un café, unos 15 minutos, ya que se hizo antes de un encuentro de la mesa nacional de Juntos por el Cambio, y todos los participantes coincidieron en calificar de positivo el gesto, pero también en destacar que nada se resolvió. Se acordó convocar a una nueva cita esta semana para sumar a la mesa de discusiones a varios ausentes, como el precandidato a gobernador bonaerense, Maximiliano Abad.
Sin embargo, ya hay quienes se muestran escépticos de que ese encuentro se vaya a celebrar en el plazo prometido. “Olvidate, no va a haber novedades por los próximos 30 días”, le dijo a este diario un encumbrado dirigente partidario.
El juego de cada uno
Como en el Antón Pirulero, por estas horas en el radicalismo cada cual atiene su juego. Es el caso de sus dos precandidatos presidenciales, por los que casi nadie apuesta un centavo porque vayan a presentarse en las primarias del 13 de agosto.
Morales tuvo en los últimos días su cabeza y sus esfuerzos apuntados a la elección en Jujuy, donde apostó todo por la elección como su sucesor en la gobernación de su delfín y ministro de Hacienda y Finanzas, Carlos Sadir.
Sin embargo, la convicción en la UCR es que el jujeño no va a correr el gran premio de las presidenciales. “No sé qué espera para bajarse; juega a dilatar su decisión para poder negociar mejor”, cuenta, irritado, un legislador nacional que está convencido, como muchos de sus correligionarios, que la apuesta final de Morales es acompañar a Larreta en la fórmula. Anoche, de hecho, Morales esperó a Larreta en Jujuy para mostrarse juntos en las fotos de los festejos.
Manes, por su parte, le confirmó a LA NACION una semana atrás que competirá en las primarias y sigue molestando a la estructura partidaria con su juego y manejos de “outsider”. Tanto que uno de los participantes del café en el Hotel Conquistador se congratuló porque “Facundo por fin apareció”. Lo dijo de manera positiva, pero la expresión grafica por sí misma cómo ven sus correligionarios al neurocientífico.
El denominado “Grupo Vendimia”, en tanto, apuesta por Bullrich en la interna de Juntos por el Cambio, y presiona por la confirmación oficial de que habrá fórmulas cruzadas para poder ubicar a uno de los suyos en la fórmula junto a la exministra de Macri.
Al respecto, en la semana que pasó circuló el nombre de Naidenoff para ocupar ese lugar. “Es una operación de prensa para perjudicarlo; tiran su nombre y lo dejan mal parado ante todo el partido buscando una candidatura a vicepresidente cuando el partido todavía tiene dos precandidatos presidenciales activos”, explicó un dirigente que participa del armado del también denominado Grupo Malbec.
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Pero los vínculos de este sector con el ala Pro que impulsa a Bullrich son inocultables. Carolina Losada, que está en pareja con Naidenoff, cerró fórmula para competir por la gobernación de Santa Fe con Federico Angelini, actual presidente de Pro en reemplazo de “La Piba”, que se tomó licencia del cargo para jugar la carrera presidencial. Por su parte, el senador Alfredo Cornejo recorrió algunos despachos del poder político y económico de los Estados Unidos acompañado por Humberto Schiavoni, jefe del bloque Pro de la Cámara alta.
El calendario electoral y partidario ayuda a la procrastinación radical. La convención nacional del partido se celebrará el 12 de junio. Una semana después Córdoba será sede del encuentro programático de la UCR y recién el 24 de junio es la fecha del cierre de listas. “Esperemos que esto no termine en una hoguera”, bromeó un diputado nacional, recordando la tradición de encender fuego como forma de celebrar el día de San Juan.