LA RIOJA (Enviada especial). La Rioja es la primera provincia que pone en juego el Frente de Todos (FdT) en este año electoral. Ricardo Quintela busca su reelección. Los sondeos previos marcan una elección peleada. Enfrenta a una oposición dividida con lo que crecen sus chances. La pelea de fondo será en la ciudad capital hoy administrada por Juntos por el Cambio (JxC) y en Chilecito; esos dos departamentos concentran más de la mitad de los 302.872 electores habilitados. La provincia vota con listas colectoras por lo que el escrutinio es lento.
Seis son las duplas que pelean por la gobernación, la de Quintela con Teresita Madera; la del diputado nacional Felipe Álvarez con Guillermo Galván (Alianza Juntos por el Cambio); la de Martín Menem con Cinthia Moreno (Frente La Libertad Avanza) y las de Ana Carolina Goycochea- Anastasio Vedia (Frente de Izquierda y de los Trabajadores); Tomás Olmedo – José Cossedú (Frente La Rioja Puede) y Cristian Corzo- Edgardo Escobar (Alianza Fuerza Liberal).
Desde el regreso de la democracia, en 1983, la provincia es gobernada por el peronismo. Hubo alianzas entre mandatarios para la sucesión y algunas traiciones posteriores. De hecho, varios se enfrentaron en las urnas.
Los riojanos este domingo eligen, además, diputados provinciales en 11 departamentos; intendentes, viceintendentes y concejales en los 18 departamentos y 36 convencionales constituyentes para reforma su Constitución provincial.
Durante la campaña pasaron funcionarios nacionales como los ministros Gabriel Katopodis y Eduardo “Wado” de Pedro para acompañar a Quintela pero lo hicieron en actos oficiales. No hubo cierre del FdT. El presidente Alberto Fernández vendría si hay reelección; se especula con que el lunes almorzaría en algún lugar céntrico para tener contacto con la gente. Por la oposición estuvieron los precandidatos presidenciales de JxC Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta y Javier Milei.
Los riojanos definen a esta campaña como “rara”. En los últimos dos meses hubo paros de empleados de las áreas de educación y de salud y problemas que derivaron en la renuncia del Jefe de Policía (tres estamentos públicos que concentran la mayoría de los empleados estatales). Hay, también, un marcado malhumor social por la inflación y el consecuente aumento de la pobreza. La incógnita que domina a la oposición es si todo eso se traducirá en votos.
Las encuestas que circulan entre los dirigentes y por las que ya ninguno pone las manos al fuego, plantean una suerte de “techo” para Quintela en torno al 40% (en el 2019 fue electo con el 44,89%). El sistema de colectoras, especialmente en el interior, juegan un rol significativo. El 70% de las boletas llevan la imagen del gobernador.
La estrategia de JxC fue insistir en que llegó el “momento de cambiar” y, en el último acto, Rodríguez Larreta fue por la idea de que “votar a Menem es lo mismo que hacerlo por Quintela”. Martín Menem, diputado provincial, usó ese mismo argumento invertido: “En diez elecciones perdieron diez” y se presentó como el “único opositor”.
Los tres principales candidatos a gobernador tienen un origen común, el peronismo. Quintela militó en la Juventud Peronista y fue funcionario de esa área durante el último gobierno provincial de Carlos Menem; Álvarez fue ministro del exgobernador riojano Luis Beder Herrera, precandidato a diputado nacional por el Frente para la Victoria y viceintendente por el Frente del Peronismo Riojano; Martín Menem se autodefine como “justicialista de centroderecha, con ideas liberales”, no había hecho política antes de sumarse a Milei.
La pelea en la capital
En 2019, la radical integrante de JxC Inés Brizuela y Doria, venció por 1,4 puntos porcentuales a Madera, quien era la candidata del FdT. En tercer lugar quedó el intendente que buscaba su reelección Alberto Paredes Urquiza (Alianza Nuestra Rioja). Su gestión pasó por momentos de extrema tensión y enfrentamiento con el de la Provincia por los fondos de coparticipación. Va por un segundo mandato y enfrentará al quintelista Armando Molina.
La designación de Madera como compañera de fórmula de Quintela apostó a reforzar el distrito más grande (162.741 electores). En la ciudad capital el peronismo va con una sola lista para Intendente a la que le suman varias colectoras de concejales. La elección de la compañera de fórmula dejó “heridos” en el interior porque históricamente la dupla combinó un nombre de la capital con otro de afuera.
En Chilecito (segundo distrito electoral con 43.374 personas habilitadas a votar) el peronismo tiene tres listas de intendentes y para Quintela las colectoras son alrededor de 35. Si el recuento de votos se presentara muy ajustado en la capital, este sería el departamento que podría desequilibrar para uno u otro lado.
