PUERTO MADRYN.– El panorama económico está lleno de turbulencias y el año que viene va a ser más inflacionario que el actual, fueron algunas de las conclusiones a las que llegaron Emmanuel Álvarez Agis, socio fundador de la consultora PxQ, y Fernando Marengo, Chief Economist de BlackTORO Global Investments, en la 44° Convención Anual del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF).
Álvarez Agis comenzó su análisis diciendo que la economía argentina ya no tiene probabilidad cero de hiperinflación, aunque evitó especificar de cuánto es esa probabilidad. En otras palabras, dijo que la próxima “explosión es nuclear”, en referencia a una devaluación descontrolada. El exviceministro de Economía dijo que la Argentina llegó a esta situación extrema debido al shock externo de la sequía, pero también por “errores de política económica del pasado”. En esta situación, advirtió sobre los riesgos de que aumente la debilidad política y aconsejó: “Necesitamos mucha precaución y coordenación política”.
Marengo coincidió en que la economía argentina “ya implosionó”, con 140% de inflación y brecha cambiaria de 100%. La explosión, dijo, ocurrirá si hay un salto brusco del tipo de cambio oficial. “Lo que pasó hace un par de semanas fue un indicio de lo que puede pasar sin programa, sin confianza y sin recetas. Al día posterior de mover el tipo de cambio, hubo un pass through fenomenal. Muchas empresas subieron sus precios más que la devaluación por las dudas”, dijo, entrevistado por Florencia Donovan, periodista de LA NACION.
Álvarez Agis se refirió luego al nivel de incertidumbre sobre la próxima política monetaria, que podría ser la dolarización, si gana Javier Milei, o una desdoblamiento cambiario, si es electa Patricia Bullrich. “El problema es que la transición depende del escenario electoral. Que el referente económico de Bullrich, Carlos Melconian, hable de desdoblamiento, ayuda a la previsibilidad, porque la profesión empieza a trabajar sobre esa hipótesis. Pero el problema es que el candidato más votado sigue diciendo dolarización y sus referentes económicos dicen que no. Si ya es difícil anclar un proceso devaluatorio cuando se tiene una inercia inflacionaria grande, pocas reservas y cero credibilidad, es imposible cuando no sabemos la política monetaria del 11 de diciembre”, dijo el director de la consultora PxQ.
En su análisis, el exviceministro de Economía de Axel Kicillof también criticó la política económica del actual ministro Sergio Massa. “Paradójicamente, el programa económico del ministro de Economía y actual candidato es una intriga, porque en un año hemos visto cosas de lo más exóticas. Por todo esto me parece que hay ahora una imposibilidad política de anclar el proceso y una condición muy estructural que nos pone en riesgo”, señaló.
De los posibles escenarios de política monetaria que podría aplicar el próximo gobierno, Álvarez Agis analizó. “La dolarización podría desencadenar una situación económica totalmente dolorosa y encima innecesaria. Puede generar, dicho de manera técnica, una desmonetización violenta”, dijo. En otras palabras sería una fuerte suba de los precios en pesos.
“El desdoblamiento tiene la ventaja de aislar a la economía doméstica de los dólares financieros. Pero tiene la desventaja de que si uno no acomoda a los financieros rápido, está como ahora, pero peor. Porque empieza a ser legal jugar en los dos mercados”, agregó.
Marengo, por su parte, analizó la transición a diciembre bajo dos alternativas: si el Gobierno llega al ballottage o no. “En caso de mantenerse competitivo el oficialismo, puede estar jugando el plan platita como hoy, pero a doscientos por hora, lo que generará más inflación. Y si el oficialismo pierde en octubre, ¿qué pasa con el ministro de Economía esa mañana? ¿Sigue siendo ministro? Tenemos un escenario de mucha turbulencia por delante”, dijo el economista que trabaja con Ricardo Arriazu.
Con respecto a los deberes que deberá hacer el próximo gobierno, Marengo advirtió que se deberá ajustar el tipo de cambio oficial, para reducir la brecha cambiaria. Para ello, hará falta “un ajuste fiscal, para que no haya pesos dando vuelta en la economía”, dijo.
El economista, sin embargo, dejó un mensaje optimista para el año próximo. “La Argentina no tiene un gran desequilibrio en cuenta corriente, la diferencia entre los ingresos y los gastos que tiene el país respecto al resto del mundo es muy bajito, es 1% del PBI. No por mérito propio, sino porque nadie nos quiere prestar. El próximo programa debería ser uno de cuenta corriente chica, con el sector privado bajando su tasa de ahorro para aumentar la inversión y con reducción del déficit fiscal”, indicó.
En este sentido, Álvarez Agis indicó que cuando se está en el Ministerio de Economía y se empieza a recortar el gasto, aparece la política interfiriendo y advirtiendo que ciertas variables no se pueden tocar. Pese a esta situación, resaltó que Massa bajó 8% el gasto en términos reales. “Sin sequía, estaríamos sobrecumpliendo la meta con el Fondo, terminaríamos con un déficit fiscal más cercano a 1,5 o 1,2% del PBI, previo a que empiece a regalar impuestos de la soja”, dijo.
Y después se refirió a “lo extraño” que es la Argentina: “Estuvimos como cuatro meses viendo cómo el Gobierno quería echar a Guzmán por ortodoxo, por querer hacer un ajuste fiscal, y lo reemplaza otro que hace un ajuste mayor. La clave para hacer una corrección fiscal es, era y será política. Como siempre que llegás a un Ministerio de Economía, con alguien te tenés que pelear. El Frente de Todos le dijo que sí a todos en el fisco y llevó al déficit a un lugar peligroso. Cuando le empezó a decir que no, pasa lo que vemos ahora”.