En mayo, cuando el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés) publicó su primera valoración de la campaña 2023/2024, la cosecha de soja estadounidense fue proyectada en 122,74 millones de toneladas, un nivel récord que superaría la anterior mayor marca, de 121,53 millones, lograda en el ciclo 2021/2022. Sin embargo, con el paso de los meses el brillo se fue opacando, primero, por un recorte en el área sembrada, y, en los últimos meses, por la previsión de rindes inferiores a los valorados en el arranque de la temporada.
Hoy, luego del cierre de la rueda de Chicago y tras cuatro jornadas de recorridas por siete de los principales Estados productores de granos gruesos de Estados Unidos, el ProFarmer proyectó la producción de soja en 111,86 millones de toneladas, en función de un rendimiento promedio nacional de 33,42 quintales por hectárea. Estas cifras resultaron inferiores a las publicadas por el USDA en su informe mensual de agosto, donde calculó la cosecha en 114,45 millones de toneladas y el rinde, en 34,23 quintales.
El volumen proyectado por el ProFarmer, que es una organización que provee información y análisis de mercado dependiente de la publicación estadounidense Farm Journal, creada en 1877, resultó el más bajo desde los 96,67 millones de toneladas recolectados en la campaña 2019/2020. Según datos del USDA, en el ciclo 2020/2021 se cosecharon 114,75 millones de toneladas; en el 2021/2022, el récord, de 121,53 millones, y en el 2022/2023, 116,38 millones. Las labores de recolección deben comenzar a mediados del mes próximo.
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En Chicago, donde los operadores siguieron con atención los datos que los participantes del tour de cultivos fueron difundiendo día tras día, hoy la soja completó la tercera rueda alcista consecutiva, al cerrar con subas de US$5,60 y de 5,88 para las posiciones septiembre y noviembre (marca la entrada formal de la nueva cosecha), cuyos ajustes resultaron de 507,43 y de 509,91 dólares por tonelada. En la semana estos contratos ganaron un 1,3 y un 2,6% frente a los 500,72 y a los 497,23 dólares vigentes el viernes anterior, respectivamente.
El hecho de que la estimación del ProFarmer se conociera luego del cierre del mercado podría –de no mediar durante el fin de semana lluvias generalizadas sobre las zonas productoras que aún podrían capitalizar eventuales aportes de humedad–, acentuar las mejoras vistas desde el miércoles en Chicago. Más allá del valor que tiene para el mercado la información aportada por los integrantes de esta gira de cultivos (productores, asesores, ingenieros agrónomos y comunicadores, entre otros), cabe advertir que no guarda ninguna vinculación con las valoraciones que harán los técnicos del USDA de cara al informe mensual que el organismo publicará el 12 del mes próximo.
“El clima seco y las enfermedades limitan el potencial de rendimiento de los cultivos”, indicó en su análisis general de las perspectivas para la soja el ProFarmer. En el detalle de los Estados, proyectó un rinde promedio de 41,70 quintales por hectárea para Illinois, el mayor productor de la oleaginosa estadounidense. “Las plantas de este Estado están bien cubiertas de vainas, pero el calor del último tramo de desarrollo impedirá que aumente el rendimiento. Afortunadamente, la importante proporción de cultivos maduros también debería limitar la pérdida de rinde hasta el cierre de la temporada”, detalló.
Para Iowa, que es el segundo en relevancia, el ProFarmer estimó un rinde medio de 36,99 quintales por hectárea y señaló que “los problemas de enfermedades en el oeste y en el centro, combinados con el estrés por déficit de humedad, hacen que los rendimientos sean más bajos”.
Para el resto de los Estados visitados se pronosticaron rindes promedio de 40,69 quintales por hectárea para Indiana; 30,94 quintales para Minnesota; 34,97 quintales para Nebraska; 27,57 quintales para Dakota del Sur, y 38,67 quintales para Ohio.
En maíz, también abajo del USDA
Respecto de la nueva cosecha de maíz estadounidense, que comenzará en un par de semanas, el ProFarmer proyectó su volumen en 380 millones de toneladas, por un rinde promedio nacional de 107,96 quintales por hectárea. Al igual que en el caso de la soja, estas cifras también fueron inferiores a las publicadas por el USDA en su informe de agosto, con 383,83 millones de toneladas y con 109,90 quintales por hectárea.
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Pese al ajuste, y a diferencia de lo que ocurre con la soja, el volumen calculado para el maíz se ubicó como el tercero histórico más alto, solo superado por los 382,89 millones de la campaña 2021/2022 y por el récord de 384,78 millones logrado en el ciclo 2016/2017. Además, implicó un salto del 9% en la comparación con los 348,75 millones de toneladas de la temporada agrícola 2022/2023.
Hoy las posiciones septiembre y diciembre del maíz en Chicago bajaron US$ 0,59 y 0,10, mientras que sus ajustes fueron de 185,33 y de 192,12 dólares por tonelada. En la semana estos contratos perdieron un 1,8 y un 1% frente a los 188,77 y a los 194,09 dólares del viernes anterior, respectivamente.