Las empresas jujeñas de alquiler de autos se encuentran desde el fin de semana largo en una encrucijada que no logran resolver: algunos de sus vehículos fueron abandonados en los diferentes cortes de ruta de la provincia. Esto se debe a que, en los últimos días, varios turistas, urgidos por llegar al aeropuerto para no perder sus vuelos, se vieron obligados a dejar los automóviles de alquiler en el camino. “Nos dejaron tres en el corte de la ruta 66 y dos en Tilcara. Hace 12 horas que compañeros de la empresa están intentando pasar el corte de Tilcara para buscar los últimos dos. Salieron ayer a las 00 horas y todavía no lograron pasar”, relató Manuel Quintana, de la agencia Fit Car Rental, quien describió la situación como dramática en términos económicos.
De la misma manera se expresaron hoteleros y distintos empresarios de la provincia, especialmente del norte jujeño, donde los cortes se han vuelto moneda corriente y no muestran señales de ceder. A la frustración se suma, también, el temor al desabastecimiento en el corto plazo, especialmente en la zona de la quebrada, donde hay cortes que no permiten a circulación de vehículos desde ayer a la medianoche. Solo teniendo en cuenta el último fin de semana largo, según cálculos del Ministerio de Cultura y Turismo provincial, se perdieron $700 millones en ingresos turísticos, y el número va en aumento.
Para los turistas, las trabas no solo son físicas, por los cortes, sino también económicas. “Ayer, un taxi me pidió $35.000 para llevarme del aeropuerto a Humahuaca, a solo 150 kilómetros. Otro, $25.000 para acercarme hasta Tilcara. Era mucho. Terminamos consiguiendo un taxi barato, pero que ni tenía patente, y dormimos en San Salvador”, contó con indignación Laura Andrada, de Río Cuarto, con su valija en mano, mientras se despide del hotel donde pasó la noche y afronta su próxima odisea: llegar en un colectivo interurbano desde la capital jujeña hasta Humahuaca, donde la espera su sobrina.
Los primeros en hablar sobre el temor a un pronto desabastecimiento fueron los miembros del rubro de los restaurantes “Está muy complicada la situación. En cualquier momento, hoy o mañana, vamos a empezar a tener problemas de abastecimiento muy serios, especialmente en la quebrada. Porque ni a los camiones de alimentos los dejan pasar”, afirmó José Antonio Ortiz, presidente del Buró de Eventos y Convenciones de la provincia y dueño de un restaurante. “El acceso a Purmamarca lo cortaron ayer a la noche y todavía no lo abrieron. Mis proveedores no están viniendo”, siguió.
Hace pocas horas, la Cámara de Turismo de la Provincia de Jujuy, junto a otras cinco asociaciones turísticas locales, manifestó su apoyo a las protestas pacíficas, pero, a la vez, su repudio a los cortes de rutas. “Obstaculizan el desarrollo de la actividad turística en toda la provincia, actividad que con mucho esfuerzo construimos entre todos y que genera más de 25.000 puestos de trabajo genuinos” escribieron en una carta que publicaron en sus redes.
En la capital jujeña se observa el fenómeno opuesto. Los hoteles viven un sorpresivo éxito turístico en medio de los cortes. “Tuvimos cancelaciones de hasta el 40% para el fin de semana largo y para esta semana, del 20%. Pero, al mismo tiempo, nos vimos beneficiados en San Salvador porque todos los visitantes que iban al norte se quedaron acá. Tenemos ocupación total”, afirmó Brenda Erazo, encargada de la hostería Munay de San Salvador.
Un fin de semana largo para el olvido
El mayor caos en Jujuy se vivió el martes pasado, Día de la Bandera. La fiesta patria coincidió con el último día del fin de semana extra largo de junio y, a la vez, con la jornada más oscura de protestas en el marco de la firma de la nueva constitución provincial, con enfrentamientos violentos entre la policía y grupos de manifestantes, que dejaron un saldo de decenas de heridos, detenidos y una habitación de la Legislatura provincial prendida fuego.
Ese día, los miles de turistas nacionales que intentaban llegar al aeropuerto para volver a sus respectivas provincias debieron afrontar el desafío de cruzar los cortes para llegar al aeropuerto. Este es el caso de Belén Buljevich, de 25, que, junto a sus amigas, tuvo que abandonar el auto que había alquilado en la casa donde se hospedaron, en Purmamarca, y tomarse tres taxis, entre un corte y otro, para llegar al aeropuerto. Cuando finalmente llegó, por falta de personal aéreo, su vuelo no salió y tardó más de 12 horas en conseguir otro avión para volver a Buenos Aires.