La nueva suba de tasas obligará al Banco Central a emitir más de $1 billón por mes para pagar los intereses de su deuda

La nueva suba dispuesta hoy en las tasas referenciales para la economía, la decimotercera desde que el 6 de enero del 2022 resolviera el primer ajuste al alza en tiempos de la gestión Fernández (al elevarlas del 38% al 40% anual), obligará al Banco Central (BCRA) a imprimir más de $1 billón de pesos por mes sólo para poder honrar los intereses que le permitirán mantener regularizada la deuda remunerada por $13,75 billones que hoy acumula, 13 veces superior a la que había recibido de la gestión Macri.

La estimaciones surgen tras confirmarse en la jornada que la entidad que conduce Miguel Pesce pasará a pagar un interés del 97% nominal anual (155% en términos efectivos anuales -TEA- si renuevan el capital invertido y lo sumado por intereses ante cada vencimiento por un año) por la Letras de Liquidez (Leliq) a un plazo de 28 días que le vende a los bancos, y del 91% anual por los préstamos (pases pasivos) que les toma para tratar de retirar de circulación algunos de los tantos pesos que emitió en exceso en los últimos años.

Ese pasivo, que estaba en torno a los $10 billones a fin de año pasado, no sólo aumentó en 22 puntos porcentuales en promedio su “costo de mantenimiento” en el año, sino que, además, viene acelerando su tasa de crecimiento en los últimos meses, dado que el Gobierno no sólo reactivó el uso de la denominada maquinita para financiar su creciente déficit (emitió $520.000 millones por ese motivo, $147.000 millones más que lo “permitido” en las metas del acuerdo sellado con el FMI), sino que le habría pedido al BCRA que lo ayude con algo más de $800.000 millones en intervenciones sobre el mercado secundario (compras) para sostener los precios de sus títulos de deuda, según coinciden varias estimaciones privadas.

A esto se agregan, entre otras cosas, los $301.252 millones ya emitidos para recomprar “caro” (a $300) unos US$2500 millones que, en más de un 82%, revendió de inmediato “barato”.

De hecho, sólo para mantener esa deuda (y ayudar a los bancos a pagar los intereses de los plazos fijos que captan de privados con tasa regulada), “en los cuatro meses y monedas que van del año el BCRA ya abonó más de $3 billones sólo en concepto de intereses, siendo que en todo 2022 había pagado un total de $3,4 billones por ello”, destacó días atrás el economista Roberto Cachanosky. “En otras palabras, el alud sigue creciendo y, cuando llegue, va a arrasar con todo. Una locura”, añadió, antes de hacer notar que el stock de pasivos remunerados del BCRA había crecido 149% en el último año hasta fin de abril, cuando la inflación acumulada fue del 108,8%. Es decir, “se expande por encima de la tasa de inflación”.

De hecho, esa emisión es -desde hace meses- el principal factor de expansión monetaria, de allí la inquietud con que se sigue su evolución.

Las nuevas proyecciones indican que el BCRA se verá obligado a pagar entre $1,1 y 1,13 billones por mes en intereses por su deuda cuando la suba de tasa impacte a pleno, en algunas semanas. “Es un monto mensual equivalente al 21% de la base monetaria (BM) ubicada en $5,48 billones”, proyecta el economista de Romano Group, Salvador Vitelli.

Es decir, sólo los pagos ligados a esta deuda estarán en condiciones de replicar ya una base monetaria cada cuatro meses y medio. En promedio había pagado unos $752.000 millones por mes durante marzo y abril, es decir, en el último bimestre.

Este contexto = Expanden por 1,6% puntos PIB en menos de 5 meses para financiar al Tesoro. pic.twitter.com/TwF6a8fT5s

— Gabriel Caamaño (@GabCaamano) May 15, 2023

“De más esta decir lo de siempre. En este contexto y en soledad, la tasa no tiene sentido como medida anti inflación: el único sentido es mirando el mercado de cambios y es una consistencia de corto plazo que dura poco, con todo el resto totalmente desanclado y cuando expanden por 1,6% del PBI en menos de meses para financiar al Tesoro”, hace notar el economista y director de Estudio Ledesma, Gabriel Caamaño, quien calcula en 16,7 puntos en relación a la economía al total de la borrachera monetaria en tiempos de la administración Fernández.

“Para que la tasa de interés funcione, son los particulares y no el BCRA quien debe pagarla. Demandando y no creando dinero. Mientras sigan creando pesos, el tumor monetario extenderá su metástasis, por lo cual, lo que debe hacer el Gobierno es dejar de gastar. Sin embargo, ¿qué hace? Insiste en crear pesos suficientes para comprar US$150 millones por día, como estrategia para que baje el dólar. En un alarde de inocencia llamativo”, explica Ricardo Inti Alpert, coordinador general de Consultora Tecnopolítica (CT).

El crecimiento sostenido de la “Bola de Leliq” impacta sobre la expectativas inflacionarias, que ya se ubican por encima del 126% anual para el año en curso, según advirtió el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) realizado por el BCRA, antes de que se supiera que la inflación general de abril había trepado al 8,4% sólo al cabo de ese mes. Y alimenta los temores de un posible un salto devaluatorio, ya que es público y notorio que el BCRA se encuentra prácticamente sin reservas y con un patrimonio absolutamente debilitado.

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