La falta de dólares y el efecto Milei: las incertidumbres que explican el pesimismo empresarial

Desde temprano a la mañana, el Alvear Icon Hotel de Puerto Madero empezó a poblarse de líderes de negocios, políticos y periodistas para participar del tradicional summit que organiza cada año la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la Argentina, la AmCham. A diferencia de otras ediciones, el pesimismo entre los empresarios era palpable desde el primer café de la mañana, alimentado por un nuevo nivel de incertidumbre en la Argentina. Tal vez por esa necesidad de búsqueda de respuestas es que se llegó a una asistencia récord de 1500 personas, 50% más que en 2022.

En el corto plazo, la mayor preocupación del sector privado es la falta de dólares, que paraliza el normal funcionamiento de la economía. En el mediano plazo, el crecimiento en intención de voto del candidato liberal Javier Milei –que rechazó la invitación de la AmCham– y la falta de unidad en Juntos por el Cambio preocupa en igual medida al establishment económico.

Estamos llegando al periodo preelectoral con todas las variables macro muy desordenadas. Eso potencia todo. Sentimos el fin de una forma de gobernar el país. Sea quien sea el próximo presidente, hay un hartazgo en todo sentido en la manera de cómo se viene haciendo la política. Se va a notar en las elecciones, porque las crisis económicas cada vez son más profundas y más recurrentes”, dijo sin vueltas un empresario líder del sector industrial, en reserva.

Si bien su empresa se vio beneficiada por el swap con China y consiguió un salvoconducto que le permite acceder a yuanes para seguir importando insumos de ese país, su preocupación se centra en que “hoy no está garantizado el abastecimiento para nuestras plantas”. Y agregó: “Le estamos pagando a nuestros proveedores a 200 días. Eso no es lo habitual. Hay mucha vulnerabilidad y falta de previsibilidad sobre los escenarios que vienen. Ningún candidato muestra un nivel de coherencia y un programa que convenza de que esto va a cambiar en el corto plazo”.

En otra empresa del sector energético, con constante comunicación con la Secretaría de Comercio Interior, dijo a este medio que desde el Gobierno directamente le responden que “no hay dólares para importar”, aunque se traten de insumos clave para el abastecimiento energético. Su negocio transita entre la imposibilidad de avanzar con nuevos proyectos por las restricciones para importar y la lucha para que el Estado deje de atrasarse con el pago a proveedores.

Con respecto a la posibilidad de que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ayude nuevamente al Gobierno con más desembolsos, en el summit de Amcham creen que los países europeos presionarán para que “otro país proveedor de alimentos no caiga en crisis”, luego de la invasión de Rusia a Ucrania, que impactó en la inflación internacional.

En este sentido, el embajador de Estados Unidos en la Argentina, Marc Stanley, también brindó su apoyo a la Argentina, lo que podría ser un guiño al país, dado que es el mayor accionista del FMI. “En el mundo hay falta de alimentos y de combustibles por la invasión a Ucrania. La Argentina puede colaborar con Estados Unidos y otros países para llevar alimentos y combustible al mundo. La Argentina puede ser parte de la solución y fortalecer su economía al mismo tiempo. A pesar de los desafíos que enfrenta el país, soy optimista porque tiene excelentes recursos, en el campo, el petróleo, el gas, los minerales y el activo más importante, el capital humano. Siempre hay desafíos, pero tenemos más probabilidad de éxito si los enfrentamos juntos”, dijo al leer en perfecto español su discurso frente a los empresarios.

La gran pregunta de los asistentes, por lo tanto, es qué pedirá el Fondo a cambio de entregar dólares frescos, ya que, por la sequía, la Argentina no pudo cumplir con dos de las metas acordadas en el primer trimestre: la de acumulación de reservas y la de déficit fiscal, pese a que el Ministerio de Economía recortó 6% real el gasto.

La alternativa de que el Fondo presione por una brusca devaluación vuelve a incidir en los escenarios de los empresarios, aunque pocos confían en que el equipo del ministro de Economía, Sergio Massa, vaya a presentar un plan de estabilización, a menos de tres meses de las elecciones primarias, para llevar adelante ese salto del tipo de cambio sin provocar una hiperinflación.

Durante el día, pasaron por la AmCham los precandidatos presidenciales Daniel Scioli, por el oficialismo; Patricia Bullrich y Horacio Rodríguez Larreta, por la oposición, y Juan Schiaretti, por el peronismo alternativo. El gran ausente fue Milei, que rechazó la invitación de lo que él llama “los empresarios prebendarios”.

El economista liberal no había tenido una buena performance en el último evento del círculo rojo que se organizó en el hotel Llao Llao de Bariloche. Su propuesta de dolarización es vista inviable por el empresariado y su falta de equipo genera desconfianza para enfrentar los problemas económicos.

“Milei refleja el hartazgo, canaliza el voto bronca y el descontento de la sociedad. Su propuesta de la dolarización es impracticable, pero cala hondo en la sociedad porque, como dijo el presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, el país se quedó sin moneda. En mi compañía, las cosas buenas van de la mano del armado de un equipo, del sentido común, de la racionabilidad. Hoy no veo esos valores en Milei, que son los que necesita un líder para dirigir un país”, dijo el empresario industrial.

Otro líder de negocios se preguntó cómo hará Milei, si gana, para pasar las reformas económicas necesarias por el Congreso, sin tender puentes con otros espacios políticos.

El analista político Juan Germano, de la consultora Isonomía, confirmó que es posible el escenario que más preocupa a los empresarios: que los votos de Bullrich y Larreta no queden dentro del espacio luego de las PASO, cuando uno de los candidatos sea derrotado. Ayer, los líderes de Juntos por el Cambio se reunieron, pero no hubo unidad para publicar una foto juntos del encuentro.

“A diferencia de 2015, en estas PASO hay una interna muy competitiva entre Larreta y Bullrich. Cada uno está haciendo su juego, asumiendo que, al final del camino, se mantienen todos los votos en el espacio. El gran desafío que enfrenta hoy Juntos por el Cambio es cómo encuentra algún tipo de ordenador que permita potenciar los distintos perfiles, pero entendiendo que tiene que cuidar mucho más que antes la marca, el paraguas, el cascarón”, dijo Germano.

Para el consultor político, las probabilidades de que el oficialismo gane la elección con la economía actual parece difícil, pero indicó que “no es tan claro quién gana de la oposición y creo que, en este momento de fragilidad, si la economía empeora mucho más, probablemente el más beneficiado sea Milei”. La falta de dólares, a su vez, alimenta la idea de una peor performance de la economía, lo que potencia aún más la incertidumbre.

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