Es comprensible. Me refiero al hecho de que -después del 12,4% de aumento de los precios al consumidor entre julio y agosto pasados- estimado por el Indec, subproducto inevitable del inexplicable salto devaluatorio dispuesto por el Banco Central (BCRA) el 14 de agosto pasado -que duplicó la tasa de inflación de los meses anteriores-, el equipo económico está tratando de que no se instale la idea de que “esto es híper” o que el “12,4% es el piso de lo que viene”. Es la idea que sostienen algunos economistas y no pocos periodistas.
¿Qué puede hacer al respecto? En las actuales circunstancias, si a mediados del mes próximo, el Indec informara que, entre agosto y septiembre, en promedio, los precios al consumidor aumentaron 8%-9%, los veríamos a Sergio Massa y a Gabriel Rubinstein peregrinando a Luján. Pero aquí y ahora, esta es una espera demasiado larga.
Otra alternativa es que, de la manera más contundente posible, aclaren que no estamos en híper, que lo que pasó con el dólar oficial pasó, y que por consiguiente se trató de un fogonazo inflacionario, que en términos gráficos implica que la evolución de la tasa de inflación es una “V” invertida. Al respecto ayuda el mantenimiento del tipo de cambio nominal, en el segmento oficial del mercado de cambios.
Optaron por una tercera alternativa: que el ministerio de Economía elabore una estimación de la tasa de inflación con frecuencia semanal. Complementaria de la estimación mensual, que seguirá estimando el Indec, quiero creer.
En plena campaña electoral, el anuncio y la eventual publicación estarán rodeados de gran cantidad de suspicacias. Como profesional, pregunto: ¿le van a pedir al Indec, quien recaba información todos los días, que “corte en pedacitos” los datos que va recibiendo para publicar la estimación oficial con frecuencia semanal? ¿O van a armar un aparato estadístico para generar una estimación independiente? Lo primero, puede ser; lo segundo, me parece una insensatez.
FIEL calcula la tasa de inflación con frecuencia semanal, y Alberto Cavallo la estima “en tiempo real”, con base en la información publicada en medios electrónicos. De manera que imposible no es. Pero si quieren evitar un proceso hiperinflacionario, les recomendaría a los miembros del equipo económico, que dentro del limitado herramental que disponen, se concentren en algo más robusto que otra estimación de la tasa de inflación.