La Corte Suprema de Justica desplazó por mayoría a su administrador general, Héctor Marchi, luego de que elaboró un informe que señalaba irregularidades en el funcionamiento de la obra social del Poder Judicial, uno de los temas por los cuales se está llevando adelante el juicio político en la Cámara de Diputados contra los magistrados del máximo tribunal.
Así lo informaron fuentes judiciales, que señalaron que la Corte elaboró hoy una acordada, tras su reunión de acuerdos, que desplaza a Marchi por decisión de Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Juan Carlos Maqueda. Ricardo Lorenzetti firmó una disidencia en duros términos. Fuentes de la Corte dijeron a LA NACION que la decisión de desplazar a Marchi estaba tomada desde antes de sus presentaciones de las últimas semanas (además del informe sobre la obra social, Marchi recusó a los cuatro jueces en una causa judicial).
Marchi es el administrador general de la Corte, cargo al que llegó de la mano de Lorenzetti. Sobrevivió a los cambios de presidentes de la Corte y a las embestidas de Elisa Carrió, quien lo denunció penalmente. Cuando asumió Rosenkrantz al frente de la Corte, se buscó desplazar a Marchi, pero en esa ocasión los votos no acompañaron la decisión. Hoy ocurrió lo contrario. Solo Lorenzetti lo respaldó.
Marchi, santafesino, llegó a la Corte como subadministrador del tribunal a fines de 2003, cuando asumió Lorenzetti como juez de la Corte. Era la manera de neutralizar a Nicolás Reyes, el hábil administrador de la Corte heredado del menemismo. Reyes se retiró y Marchi, que había aprendido a su lado los secretos del Palacio de Justicia, quedó al frente.
Marchi trabajaba con Lorenzetti en asuntos ligados a prestadores del PAMI en Santa Fe. En 2001 llegó a ocupar la Secretaría de Hacienda de la Municipalidad de Rafaela, durante la segunda gestión de Ricardo Peirone, y de allí escaló hasta ser ministro de Hacienda del gobernador Jorge Obeid, peronista como él, aunque hoy Marchi ya no tiene una activa militancia.
En la Corte, Marchi concentró la administración y la manejaba desde hacía más de una década con la misma mano de hierro con la que defendía la línea de fondo cuando descolló el fútbol en Santa Fe, donde jugó en equipos de la liga provincial. Alto, colorado, es conocido por ser un hombre serio, algo parco y duro negociador.
Contador, su paso por innumerables cargos no le impidió a Marchi mantener un obsesivo perfil bajo. En la Corte dirigió el Comité de Inversiones, donde se decidían las obras de infraestructura de la Justicia.
En 2012, cuando las relaciones entre el kirchnerismo y la Justicia se tensaron, estuvo detrás de la decisión de la Corte de prestarle dinero al Consejo de la Magistratura para pagar sueldos, plata que nunca se devolvió.
Fue el administrador del fondo anticíclico que asciende a decenas de miles de millones de pesos, un respaldo económico que creó Lorenzetti como presidente y que -producto de cómo fue invertido en el mercado financiero- permitió generosas ganancias.
Elisa Carrió lo denunció penalmente en 2016 porque lo acusó de enriquecimiento ilícito, en una causa que quedó radicada en el juzgado del entonces juez Sergio Torres, pero el juez desestimó el caso por inexistencia de delito.
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