LONDRES.- Tanto el príncipe Harry como su esposa, la actriz estadounidense Meghan Markle, fueron invitados a la histórica coronación del rey Carlos III, luego de especulaciones sobre si el príncipe sería bienvenido después de lanzar acusaciones de racismo y manipulación mediática contra la familia real. Pero, finalmente, Harry asistirá solo al evento del 6 de mayo.
Su esposa Meghan, la duquesa de Sussex, permanecerá en la casa de la pareja en el sur de California con sus dos hijos pequeños, el príncipe Archie y la princesa Lilibet, dijo el palacio, y luego un comunicado casi idéntico de los representantes de los Sussex confirmó la noticia.
La razón que expresó tanto la pareja como la familia real se debe a que la fecha del 6 de mayo de la coronación en la Abadía de Westminster coincide con el cumpleaños de su hijo.
No obstante, varias personas relacionadas estrechamente con la Corona británica han expresado a medios del Reino Unido que existe otra razón detrás de la negativa de Meghan de asistir a la coronación de su suegro.
La experta en la realeza Afua Hagan comentó al medio Express que si bien el cumpleaños de Archie es un factor, “una gran parte de la decisión” habrá sido el escrutinio mediático al que Meghan indudablemente se deberá enfrentar al pisar Londres.
“La duquesa de Sussex recibió muchos titulares negativos cuando se unió a Harry en el funeral de la difunta reina el año pasado, y ella está dispuesta a evitar pasar por eso de nuevo”, indicó Hagan. “No quiere pasar por todo eso porque no merece la pena”.
En la misma línea, Paul Burrell, el exmayordomo de la fallecida princesa Diana que trabajó más de diez años para ella, aseguró que el príncipe Harry asistirá solo a la coronación de su padre debido a que Meghan Markle “no es lo suficientemente valiente o fuerte” como para enfrentar a la familia a la que le hizo tanto daño.
“Es probable que sea increíblemente incómodo para ellos si asisten, particularmente para Meghan”, dijo el hombre de 64 años a Closer Magazine. “No creo que Meghan sea lo suficientemente valiente o fuerte para estar allí; tendría que mirar a los ojos a una familia a la que ha empujado debajo del autobús”, continuó.
“Pero creo que Harry puede venir solo”, señaló Burrell y dijo que, en última instancia, “la pelota está verdaderamente en la cancha de Harry y Meghan”. Luego continuó y expresó que para Harry será difícil ver a la reina consorte Camilla “donde podría haber estado su madre”.
Los niveles de exposición de la pareja son altísimos y suelen estar en el ojo de la prensa británica. Cuando el príncipe asistió a los funerales de su abuelo, el príncipe Felipe, y de su abuela, la reina Isabel II, los comentaristas discutieron de todo, desde si a Harry se le permitiría llevar su uniforme militar hasta exactamente dónde estaba sentado.
Harry y Meghan, que es birracial, han denunciado en una serie de Netflix de seis capítulos que se enfrentó a actitudes racistas tanto por parte del palacio como de la prensa del Reino Unido. El trato contribuyó a su decisión de abandonar el país.
Y siempre queda la duda de si durante el evento habrá un momento en el que se encontrará cara a cara con su padre y su hermano mayor, el príncipe Guillermo. Las revelaciones de su bestseller de memorias “Spare,″ incluidos detalles de conversaciones privadas con su padre y su hermano avivaron las tensiones entre Harry y su familia que se hicieron públicas cuando él y su esposa se mudaron a Estados Unidos en 2020.
El libro también incluía acusaciones de que los miembros de la familia real alimentan regularmente a la prensa con información poco halagadora sobre otros miembros de la Casa de Windsor a cambio de una cobertura positiva de ellos mismos.
El príncipe señaló a Camilla, la reina consorte, acusándola de filtrar conversaciones privadas a los medios de comunicación cuando trataba de rehabilitar su imagen tras casarse con Carlos. Camilla fue vilipendiada en su día por su larga relación con Carlos, que contribuyó a la ruptura de su matrimonio con la difunta princesa Diana, madre de Harry y Guillermo.
Las rencillas entre Harry y su familia volvieron a salir a la luz pública el mes pasado, cuando los Sussex dijeron que les habían pedido que desalojaran su casa en Gran Bretaña.
Frogmore Cottage, una residencia real situada en los terrenos del castillo de Windsor, al oeste de Londres, era la residencia principal de la pareja antes de que renunciaran a sus obligaciones reales y se trasladaran a Montecito, un enclave adinerado del sur de California.
Agencia AP
