En línea con el andar inestable que muestran desde que se inició el año, la construcción y la industria crecieron en términos desestacionalizados en abril, respecto de marzo, luego de haber mostrado alzas y bajas en meses anteriores. Las obras avanzaron 3,4%, mientras que las fábricas tuvieron un alza de 1,2%.
Los datos surgen del Indicador sintético de la actividad de la construcción (ISAC) y del Índice de Producción Industrial Manufacturera (IPIM), ambos publicados mensualmente por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), que indicó además, que la construcción cayó 4% en la medición interanual y 1,6% en el acumulado del año, mientras que la industria subió 1,7% y 2,5%, respectivamente.
La marcha zigzagueante de estos dos sectores se evidencia al observar las cifras de los primeros cuatro meses del año. En el caso de la construcción, en enero creció 2,7%, en febrero cayó 6,6%, en marzo subió 1,4% y en abril descendió 4%. Si se mira la industria, se ve que esas cifras son, respectivamente, 6,5%, -1,6%, 3,5% y 1,7%.
El economista Matías de Luca, de la consultora LCG, comentó durante abril la industria logró crecer un 1,2% mensual, moderando el 3% de crecimiento que mostró en marzo. “Es la primera vez desde diciembre de 2021 que logra hilar dos meses consecutivos de crecimiento. Es destacable que, en lo que va del año, casi todos los sectores se mantienen en terreno positivo en su nivel de actividad con respecto al año pasado”, indicó.
De todos modos, De Luca aclaró que, “naturalmente, la dinámica vista durante abril afectó en el frágil nivel de reservas del Banco Central, donde en pleno dólar soja apenas acumuló US$33 millones, con la intención de suavizar el impacto en la actividad”.
Según De Luca, hacia delante, el nivel de reservas continuará determinando el ritmo de actividad del sector industrial y de la economía en general. “Si bien la utilización del swap con China puede liberar una porción del comercio exterior, el 80% restante se sigue transaccionando en dólares condicionando los flujos de bienes e insumos. En línea con ello, resulta palpable la pérdida relativa de impulso del sector, por lo que podemos esperar un 2023 ambivalente”, concluyó el economista.