Para escenificar su respaldo a la suba del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, los principales gremios enrolados en la CGT y las dos vertientes de la CTA movilizarán hoy a sus militantes al Ministerio de Economía en señal de apoyo al candidato presidencial del oficialismo, Sergio Massa. La movilización se dará dos días antes de que se conozca el índice de inflación de agosto, al que las consultoras privadas ubican por encima del 10%. De hecho, la escalada inflacionaria es una de las razones por las que el ministro-candidato avanzó con la mejora en el tributo que pesa sobre los salarios, un atajo de campaña al que ya habían recurrido Cristina Kirchner y Mauricio Macri cuando estaban al frente del Poder Ejecutivo. El alivio impositivo impactaría favorablemente en 900.000 trabajadores registrados, según los cálculos del oficialismo y de las centrales obreras.
En paralelo a la suba del umbral de Ganancias, el Gobierno enviará un proyecto de ley al Congreso para modificar escalas y detalles del tributo. Se comenzaría a debatir pasado mañana en la comisión de Presupuesto y Hacienda de Diputados. Los gremios aprovecharán el impulso electoral para tratar de debatir algunas de las iniciativas propias que se apilan sobre la reducción de la jornada laboral. “La jornada laboral de 48 horas es una antigüedad porque la productividad de hombres y mujeres se multiplicó exponencialmente, y cuando hablamos de productividad tenemos que arrancar por ahí, habrá que discutir y cambiar esto”, remarcó Héctot Daer, líder del sindicato de Sanidad y uno de los jefes de la CGT en el acto por el 1° de mayo. Hoy se volvió a referir al tema. “La reducción de la jornada laboral se está dando en todo el mundo. Habrá que estudiarlo para ver cómo se implementa en cada trabajo, hay proyectos”, dijo Daer, uno de los impulsores de la candidatura de Massa.
Presentaron proyectos en esa línea los diputados de extracción sindical Hugo Yasky (CTA) y Sergio Palazzo (Asociación Bancaria). También los representantes de la izquierda. Con algunos matices, todos ellos impulsan la reducción de la jornada laboral legal de 48 a 40 horas semanales con el argumento de que así se formalizarán miles de empleos y generaría mayor empleabilidad. En la CGT no hay una postura unánime sobre la eventual reforma a pesar de que fue mencionda por Daer. La intención del kirchnerismo de reducir la jornada laboral en su momento también causó rechazo de la oposición legislativa.
En la Argentina, por la ley 11.544, la jornada laboral legal es de 48 horas semanales como máximo.
Presión por el pago del bono
Daer, de todos modos, reforzó que lo primordial ahora es la mejora en Ganancias y el cumplimiento del pago del bono de $60.000 que dispuso unilateralmente el Gobierno. “Tema impuesto a las ganancias es un eje que tuvo siempre Massa y lo pregona desde hace años, nadie lo puede tildar de oportunista. Es una decisión muy clara de corregir un tributo injusto. Esta medida evitaría que entre 800 y 900 mil trabajadores no paguen el tributo”, dijo uno de los integrantes del triunvirato de mando de la CGT en Radio 10.
Y agregó, sobre la suma fija: “El plazo de pago del bono todavía no terminó pero las empresas lo van a tener que pagar o pagar, buscarán las formas. El Estado no dejó en banda a nadie, está presente en resolver la ayuda que significa el bono para los trabajadores que menos tienen. Los empresarios por más que se quejen tienen que entender que estas medidas, como los bonos, son parte de la situación en la que estamos”.
En medio de este contexto, el Estado nacional, en su rol de empleador, intentará acordar un aumento salarial con UPCN y ATE en el marco de la paritaria del sector público. Los gremios exigen un acuerdo “corto”, por bimestre, con subas de 11% cada 30 días. Se definirá mañana, antes de conocerse el índice inflacionario del Indec.