La senadora Lucila Crexell, titular de un monobloque aunque antes aliada de Juntos por el Cambio (JxC) y elegida, en su momento, por el Movimiento Popular Neuquino (MPN), fue la clave para que el kirchnerismo apruebe el pliego de la exjueza Ana María Figueroa, quien fue cesada en sus funciones por la Corte Suprema de Justicia a principios de mes por haber cumplido la máxima edad que establece la Constitución y no haber recibido el aval del Senado antes.
El pliego de la exjueza terminó en empate: 35 a 35. La presidenta provisional de la Cámara Alta, la santiagueña Claudia Ledesma Abdala de Zamora, tuvo que desempatar de manera favorable. En JxC se reprocharon que, en caso de que todos sus legisladores y aliados hubieran estado presentes, el pliego no se podría haber aprobado. La senadora neuquina se encuentra de viaje en el exterior.
El Gobierno tenía los votos para aprobar el pliego, luego de haber conseguido el quorum. La senadora Magdalena Solari Quintana, del Frente Renovador de la Concordia de Misiones, aliada del kirchnerismo, se levantó antes de la votación. Según versiones, podría haber sido a propósito para exponer a Crexell.
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