Con los brazos cruzados y gesto adusto, Silvio Robles, mano derecha del presidente de la Corte Suprema, Horacio Rosatti, enfrentó a la Comisión de Juicio Político de la Cámara de Diputados y, categórico, acusó al oficialismo de “construir una historia sobre la base de fantasías o calumnias” para embestir contra Rosatti en un proceso de juicio político.
Previo a recibir las preguntas de los legisladores, Robles ratificó su lealtad hacia el presidente del máximo tribunal. “Admiro su honestidad, su carácter, su integridad de principios, más cuando lo veo afrontar estas acusaciones sin fundamentos reales”, arrancó.
“Desde la creación de esta comisión, en este recinto algunos diputados me han acusado falsamente de distintos hechos -continuó Robles, en alusión a los miembros oficialistas-. Esos diputados han intentado construir una historia sobre la base de fantasías o calumnias.”
“Han dicho, por ejemplo, que tengo un departamento en Nueva York. Es mentira. Han dicho que estaba prófugo de la Justicia cuando en realidad estaba de vacaciones y no tenía ninguna citación judicial. Han dicho, entre tantas cosas que dijeron, que también poseo propiedades en Miami y que visité esa ciudad durante este año. También es mentira”, insistió.
Luego se refirió a los supuestos chats que se filtraron de manera ilegal y que el oficialismo pretende utilizar como prueba para demostrar la presunta connivencia entre el gobierno porteño y la Corte Suprema en torno al fallo que, en diciembre pasado, benefició a la ciudad con la devolución de fondos coparticipables que le detrajo la Nación en 2020.
“Han dado como ciertos y legítimos supuestos chats cuya veracidad, existencia o legalidad debe ser discutida judicialmente”, sostuvo, para luego agregar que luego de esos episodios su familia recibió diversos “ataques”.
“Tanto es así que uno de mis hijos, por ser un pasante monotributista, en una agencia municipal donde cobraba 58 mil pesos por mes, figura en los fundamentos de este juicio político. Mi otro hijo recibió en su domicilio particular la visita de personal civil, que dijo pertenecer a una fuerza de seguridad, situación ésta que ya fue denunciada en una causa penal”, indicó.
“Han dicho que una SRL en la que participé antes de ingresar a la Corte, que en la actualidad tiene el CUIT inactivo, y que por ende no tiene cuentas bancarias, era parte de una maniobra delictiva”, enfatizó. “Todo esto, todo, para atacar y presionar a un ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”, asestó.
“Como dije anteriormente, algunos miembros de la Comisión ya me han acusado falsamente -insistió-. De esta manera, me voy a abstener de contestar toda pregunta que pueda vincularse con las distintas acusaciones que se han hecho en mi contra, o aquellas que me hagan el día de hoy, hayan sido o no judicializadas. Me amparo, presidenta, en lo establecido en el artículo 18 de la Constitución Nacional, sin perjuicio de ejercer mi defensa en sede judicial”.
Robles insistió: “Esto incluye toda pregunta dirigida a indagar respecto de supuestas vinculaciones y presuntos contactos personales y/o telefónicos, que como dije, cuya veracidad, existencia o legalidad desconozco, dado el tenor de las acusaciones que han realizado en mi contra”. Luego de que Robles se negó a contestar si conocía al exministro porteño Marcelo D’Alessandro -con quien habría cruzado los supuestos chats-, el diputado oficialista Leopoldo Moreau lo acusó de ser un testigo “manifiestamente improcedente”.
Indignación oficialista
Iniciada la etapa de las preguntas, los diputados oficialistas arremetieron contra Robles quien, sin embargo, se mostró incólume en su decisión de no responder, amparándose en el artículo 18 de la Constitución Nacional.
“¿Usted se reunió con Pepín Rodríguez Simón y con José Torello previo a que la Corte emitiera el fallo 2×1? ¿Usted conoce a Marcelo D’Alessandro (exministro de Justicia y Seguridad porteño)? ¿Qué destino le dio al informe de auditoría sobre las presuntas irregularidades detectadas en la obra social del Poder Judicial?”, preguntaban y repreguntaban los oficialistas.
No hubo caso. Robles, impertérrito, mantenía sus brazos cruzados. “En atención al artículo 18 de la Constitución no voy a responder esta pregunta”, repetía, seco, Robles. “Vine como testigo, no soy abogado, no manejo temas jurisdiccionales”, insistía, como una letanía, ante el asedio de los legisladores oficialistas.
Fastidiados ante la cerrazón del testigo, los impulsores del juicio político a la Corte Suprema advirtieron a Robles que, de mantener su actitud reticente, la situación sería informada ante sus superiores.
“No existe ninguna causa en trámite que esté imputado Robles; todas fueron archivadas en el juzgado de Sebastián Ramos. No hay razón para que insista en ampararse en el artículo 18″, advirtió con tono molesto el diputado kirchnerista Rodolfo Tailhade.
Los diputados opositores Pablo Tonelli y Juan López salieron en defensa del testigo. “Efectivamente las causas fueron cerradas, pero no hubo sobreseimiento ni falta de mérito. Por cualquier hecho esas causas pueden ser reabiertas, tiene razón en ampararse en el artículo 18″, enfatizó López.