Jorge Macri diseñó una nueva estrategia a partir de que Horacio Rodríguez Larreta decidió romper con su primo, Mauricio Macri, y optar por la doble votación en la ciudad de Buenos Aires, una jugada que benefició a Martín Lousteau. La primera lectura que hicieron en el larretismo y en el bullrichismo después de que se produjera el movimiento del alcalde es que el intendente de Vicente López en uso de licencia había quedado debilitado por el cambio de escenario en el territorio porteño con la elección concurrente. Sin embargo, Jorge Macri confía en sus chances de retener el voto del núcleo duro de Pro, ante la desconfianza que genera en los seguidores más intransigentes del expresidente la figura de Lousteau, y busca pescar adhesiones en la fuente de los libertarios que lidera Javier Milei.
En el entorno del aspirante a jefe de gobierno estiman que, al separar la votación de cargos locales de la elección de autoridades nacionales, Larreta afectó, sobre todo, las posibilidades electorales de Ramiro Marra, el postulante de La Libertad Avanza, la fuerza de Milei. Según las encuestas que analizan en el comando de campaña de Jorge Macri, Milei no lograría trasladar a su alfil porteño los quince o veinte puntos que mide como candidato a presidente en la ciudad, base electoral de Pro desde 2007. “Marra solo mide cinco puntos. Hay que ir a buscar esos votos”, afirman. Por eso, pusieron en marcha una estrategia discursiva y de posicionamiento orientada a seducir a seguidores de Milei que, estiman, podrían migrar a Jorge Macri a la hora de acercarse a la pantalla para elegir el jefe de gobierno con la Boleta Única Electrónica.
En la tropa macrista calculan que alrededor del diez o quince por ciento de los votos que cosecharía la Libertad Avanza podrían optar por el postulante de Pro, ya sea por el alto nivel de desconocimiento -o inexperiencia en la gestión- de Marra y porque Lousteau, Fernán Quirós o Graciela Ocaña son opciones “progres” o socialdemócratas dentro de la oferta de JxC. Para pescar esos votos, Jorge Macri retomará los ejes fundacionales de la cosmovisión de Pro. Reforzará su identidad “macrista” y vociferará conceptos, valores y propuestas que sintonizan con el discurso de Milei, como la defensa de la libertad, el “achicamiento” del Estado, el respeto por la propiedad privada o la reducción de impuestos. Su principal contrincante en la disputa por atraer a ese segmento será Ricardo López Murphy (Republicanos Unidos). ¿Confía en que no competirá y se integrará al armado nacional de Bullrich? El bulldog sigue adelante.
“Le vamos a hablar a ese electorado que valora muchas de las ideas y banderas que representa el Pro, pero que tal vez ahora el sector de Milei las expresa con más vehemencia”, aseguran cerca del ministro de gobierno porteño.
En paralelo, el funcionario cuidará su vínculo con Marra, con quien se reunió hace un tiempo y tiene diálogos. De hecho, se cruzaron el martes en la cena de la Fundación Conciencia y se sacaron una foto juntos. Ambos niegan que exploren un acuerdo electoral. Pero por ahora hay una suerte de pacto de no agresión. El macrismo porteño apuesta a tener una “convivencia sana” con Marra y Milei, quienes tienen como blancos predilectos a Larreta y los radicales. “Es apresurado hablar de acuerdos”, dicen entre los leales a Macri.
Ese acercamiento enciende alarmas en el larretismo y en la UCR de Lousteau. El senador le hizo llegar las quejas al expresidente. Fue antes de que Elisa Carrió alertara que Macri “se quiere ir con Milei”. Esa fue una jugada preventiva de la líder de la Coalición Cívica.
Jorge Macri también estrecha sus lazos con Roberto García Moritán, uno de los heridos por la decisión de López Murphy de competir en la ciudad y declinar la chance de anotar una candidatura presidencial. Moritán esperaba competir en ese puesto. En el macrismo planean cautivar a García Moritán con la chance de integrarlo a futuro en puestos de gestión, como el Ministerio de Desarrollo Económico y Producción, que ahora conduce José Luis Giusti, alfil de Lousteau.
Tensa disputa
Mauricio Macri sigue molesto con Larreta por una decisión que consideró “inconsulta”: la doble votación en la ciudad. Está claro que el fundador de Pro sospecha que Larreta priorizó su vínculo con Lousteau a despejar la amenaza radical y garantizar que el distrito, cuna de la fuerza, siga en manos del macrismo. Además, se cansó de esperar que cumpla con su promesa de bajar a Fernán Quirós y Soledad Acuña, los candidatos puros del larretismo. Y apostó por otra lógica: preparar el terreno para una interna con varias expresiones de Pro.
¿El jefe porteño pondrá Acuña como vice de Quirós? Es una versión que toma fuerza en Pro desde que Larreta redobla esfuerzos para fortificar el armado de Quirós. Quiere llegar al cierre de listas con una carta más potente. En el macrismo intuyen que el jefe porteño pretende trabar la negociación en Pro con un objetivo: desactivar la postulación de Jorge Macri, que ya tiene el aval de Bullrich y el expresidente, y reflotar la chance de que Vidal sea la candidata a jefa de gobierno. De esa forma, especulan, Larreta impulsará una eventual sucesora más afín a su perfil e impedirá que le impongan el postulante en el distrito que gobierna. “Lo de Vidal desconcierta, pero Jorge va a ir igual”, avisan desde una de las terminales de Pro. En el círculo de confianza de Jorge Macri argumentan que “no hay riesgo” de que Pro pierda su hegemonía por un triunfo de Lousteau, pero en otras ramas internas de la fuerza dudan y hablan de replantear la estrategia porteña.
Por lo pronto, Jorge Macri avanzó esta semana con un acuerdo con Cristian Ritondo, quien le ratificó su apoyo. ¿Se podría extrapolar a la provincia? Por ahora, el primo del fundador de Pro hace equilibrio en el territorio bonaerense, donde es “Más Jorge que Macri”, como el eslogan de aquel spot de militantes que se viralizó en las legislativas de 2021 cuando él resistía el pase de Diego Santilli. Otros tiempos.
