La ciudad de Buenos Aires fue uno de los pocos enclaves que Juntos por el Cambio, con casi el 56% de los votos, pudo salvar del huracán Milei. Atento a ello, el flamante candidato a jefe de gobierno porteño por el espacio, Jorge Macri, tendrá una doble responsabilidad en los dos meses que restan hasta las elecciones generales: la primera, retener esos votos frente a sus rivales kirchneristas y libertarios; la segunda, apuntalar desde la ciudad la candidatura presidencial de Patricia Bullrich.
“La Ciudad debe seguir siendo gobernada por Juntos por el Cambio y ser el sostén para volver a gobernar el país”, exclamó Macri desde el escenario del Parque Norte, donde los principales referentes de la coalición opositora aguardaron los resultados.
A su lado lo acompañaba Martín Lousteau, su rival radical en las primarias. Macri le ganó por muy poco, apenas 1,5% de diferencia. El equipo de campaña del candidato de Pro confiaba en obtener una diferencia más holgada; no imaginaron que el radical se iba a acercar tanto. “Sobre la hora Martín recibió apoyo de votantes kirchneristas; su final de campaña estuvo dirigida a ellos y sacó unos tres puntos”, acicatean en el entorno macrista.
Cuentan los testigos que, cuando la tendencia en el escrutinio fue irreversible, su búnker estalló en una ovación atronadora. Macri fue al encuentro de Lousteau y ambos convinieron el tono del discurso de la unidad. Fue el único intercambio que tuvieron. Después de los festejos el ganador partió a celebrar a un boliche en la Costanera. Sus equipos no agendaron aún una reunión entre ambos para definir la campaña que viene.
“Vamos a esperar el recuento definitivo de los votos y, luego, la oficialización de los resultados. La ley establece que 48 horas después los candidatos deben dar a conocer sus compañeros o compañeras a vicejefe de gobierno. Por ahora esta es la agenda”, indican. Descartan el nombre de Lousteau para ese lugar.
En el búnker y en las horas posteriores a las primarias Macri mantuvo conversaciones con Bullrich y su equipo de campaña. Con ella mantiene un diálogo casi diario, al igual que con Néstor Grindetti, el candidato triunfante en las primarias bonaerenses de Juntos por el Cambio. Los tres acordaron intensificar juntos la campaña en el área metropolitana, un área clave en donde esperan rapiñarle votos al libertario Javier Milei.
Radiografía de una elección
Con ese objetivo los equipos de campaña comenzaron a radiografiar los resultados obtenidos en la ciudad. Primer dato: como candidato a jefe de gobierno Jorge Macri sacó casi 58.000 votos de ventaja sobre la lista de Bullrich. Segundo dato: si bien la marca Juntos por el Cambio ganó en todas las comunas en la lista presidencial, Bullrich individualmente perdió frente a Milei en dos de las comunas más empobrecidas, la 8 (Villa Soldati, Villa Riachuelo y Villa Lugano) y la 4 (La Boca, Mataderos y Parque Patricios). Allí hizo un buen desempeño electoral Lousteau: en ambas comunas le sacó una ventaja de poco más de 22.000 votos a la lista presidencial de Bullrich.
Ergo, si la presidenciable de Juntos por el Cambio pretende remontar la cuesta y sacarle ventaja a Milei, deberá exprimirle el jugo a la ciudad, donde la coalición tuvo su mejor desempeño y La Libertad Avanza no llegó al 20%.
“El aporte de Martín va a ser clave”, deslizan en el entorno del radical. Lousteau, sobre el escenario, prometió colaborar en su campaña de Macri, para quien ganar en primera vuelta en octubre se convirtió en el objetivo número uno. Acto seguido remarcó que su espacio, Evolución Radical, se impuso en 10 de las 15 comunas de la ciudad y aportó, con más de medio millón de votos, a ampliar la base de sustentación de Juntos por el Cambio en la ciudad. Una sutil marcada de cancha a Pro y un aviso a Bullrich en la cruzada que se viene.