Elecciones en San Luis: quién es Jorge “Gato” Fernández, el candidato inesperado que sostiene los sueños de Rodríguez Saá

SAN LUIS.- Un hombre llano, indudablemente puntano, con gestión para mostrar, amable y algo conservador, lejos de los extremos. Ese fue el consejo que una importante consultora porteña le dio a Alberto Rodríguez Saá cuando el gobernador de San Luis buscaba, con algo de nerviosismo, opciones para elegir a su sucesor en el oficialismo. Jorge “Gato” Fernández cumplía a la perfección con todos esos requisitos, y el mandatario provincial lo eligió para intentar retener el poder puntano, en una de las elecciones más complicadas que haya enfrentado en sus cuarenta años en el poder.

A sus casi 64 años (los cumple el mes próximo), Fernández no es de ningún modo un recién llegado al esquema de poder provincial, aunque pasó del adolfismo a la Justicia, y de allí al albertismo de modo tan reciente como veloz.

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Su camino en la política comenzó a prosperar a sus 26 años, cuando fue electo concejal peronista de Tilisarao, localidad ubicada a unos 130 kilómetros de esta capital. De allí saltó, en 1987, al gobierno provincial de Adolfo Rodríguez Saá, del que fue ministro de Culto y subsecretario de Gobierno. Volvería a su gobierno a mediados de los noventa, antes de ser senador provincial. Desde 1999 fue intendente de su pueblo, cargo que ocupó durante casi dos décadas y al que accedió en cuatro oportunidades, con interrupciones temporarias al ocupar cargos de ministro de Progreso y Obras Públicas.

En 2011 quiso ser gobernador, pero los hermanos del poder puntano terminaron eligiendo a Claudio Poggi, por entonces funcionario de Alberto Rodríguez Saá, que este domingo será su principal rival. “Claudio es la persona más idónea para representar este proyecto político provincial”, dijo en junio de ese año, con Poggi sonriendo a su lado en conferencia de prensa, sin imaginar que terminarían, doce años después, en lugares bien diferentes.

Amigo del expresidente Adolfo Rodríguez Saá -ya por entonces enemistado con su hermano Alberto- Fernández volvió a ser candidato a intendente de Tilisarao en 2019 en la misma boleta que El Adolfo, que terminó tercero en la pelea por llegar a la gobernación. Dos años después, aceptaba el ofrecimiento del gobernador para sumarse al Tribunal Superior de Justicia puntano, hasta que llegó el ofrecimiento de la candidatura, que según contó al Diario de la República, lo “emocionó” hasta las lágrimas.

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Durante la campaña, en la que recorrió pueblo por pueblo para hacerse más conocido a nivel provincial, Fernández combinó elogios al gobernador con propuestas de cambio en seguridad, salud y estímulos al sector privado. Intercaló además alguna iniciativa que parecía surgida de la imaginación del gobernador Rodríguez Saá, como la propuesta de un “apagón” en toda la provincia durante ocho minutos y medio, para protestar por la inflación de abril, que alcanzó el 8,4 por ciento a nivel nacional. Protegido por el esquema de medios oficialista -no dio entrevistas fuera de ese círculo- no pudo evitar un incómodo intercambio con un movilero, que lo increpó cuando se conoció que cobraba un sueldo de $1, 2 millones como asesor del gobernador, desde el día de su renuncia a la Justicia. “Es lo que cobraba como ministro”, balbuceó, sin esconder su enojo.

Acompañado en la fórmula por María Eugenia Catalfamo -joven representante feminista y pro-despenalización del aborto, integrante de la pata progresista del gobernador- Fernández espera hoy cumplir con su sueño de ser gobernador, en un contexto de apatía y creciente rechazo al poder provincial.

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