WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, trata de enfriar las aspiraciones de Ucrania de ingresar en la OTAN, como pretende el Gobierno de Volodimir Zelensky y apoyan algunos socios de la Alianza Atlántica, que mantendrá una cumbre en Vilna, Lituania, pasado mañana y el miércoles. En una entrevista emitida este domingo por la CNN, Biden usa dos tipos de argumentos. Por un lado, el cumplimiento de los requisitos de adhesión. Por otro, la oportunidad de una entrada que implicaría, de hecho, una especie de declaración de guerra a Rusia. “No creo que esté preparada para entrar en la OTAN”, ha dicho.
Biden ha explicado que la entrada de un país en la Alianza requiere que “cumpla todos los requisitos, desde la democratización hasta toda una serie de otras cuestiones”, sobre las que no se ha extendido. El ingreso en la OTAN requiere la aprobación unánime de sus miembros, y tampoco esa situación se da: “No creo que haya unanimidad sobre la conveniencia o no de incorporar a Ucrania a la familia de la OTAN ahora, en este momento, en medio de una guerra”, ha insistido Biden.
El presidente de Estados Unidos ha subrayado las consecuencias prácticas que la adhesión acarrearía. “Por ejemplo, si lo hiciéramos, entonces, ya saben, y lo digo en serio, estamos decididos a comprometernos con cada centímetro de territorio que sea territorio de la OTAN. Es un compromiso que todos hemos adquirido, pase lo que pase. Si la guerra continúa, entonces todos estamos en guerra. Estamos en guerra con Rusia, si ese fuera el caso”, ha explicado.
La organización militar extendió una invitación preliminar de adhesión a Ucrania, junto a Georgia, en la cumbre de Bucarest de 2008, pero desde entonces apenas nada se había movido hasta la invasión rusa. Ahora, se ha acordado elevar la relación diplomática con Ucrania, transformando la Comisión OTAN-Ucrania en un Consejo OTAN-Ucrania, con más poder de representación y que permitirá al Gobierno de Kiev sentarse junto a los aliados en condiciones de igualdad en muchos temas.
En materia de defensa, Estados Unidos es partidario por ahora de ofrecer apoyo y asistencia militar, pero sin asumir un compromiso de defensa mutua como el que implica la pertenencia a la OTAN. La idea es que se defienda a sí misma con ese apoyo, como hace Israel. “Creo que tenemos que trazar un camino racional para que Ucrania pueda optar a entrar en la OTAN”, ha dicho.
Bombas de racimo
Dentro de la multimillonaria y masiva ayuda militar que Estados Unidos y sus aliados han venido prestando a Ucrania, el último y polémico capítulo ha sido la decisión de entregar cientos de miles de las dañinas bombas de racimo, especialmente peligrosas para la población civil, en particular los niños, incluso muchos años después del conflicto.
“Ha sido una decisión muy difícil por mi parte. Y, por cierto, lo hablé con nuestros aliados, lo hablé con nuestros amigos del Capitolio”, dijo Biden, en la entrevista, emitida este domingo, pero que fue grabada el viernes, el mismo día del anuncio.
“Esta es una guerra relacionada con las municiones. Y ellos se están quedando sin munición, y nosotros andamos escasos de ella”, explica Biden. “Y así, lo que finalmente hice, tomé la recomendación del Departamento de Defensa de, no permanentemente, sino permitir en este período de transición, mientras conseguimos más armas, estos proyectiles, para los ucranios”.
“Intentan atravesar esas trincheras y detener el avance de esos tanques. Pero no ha sido una decisión fácil”, dijo Biden. La mayoría de los aliados de la OTAN son firmantes de un convenio que prohíbe el uso de munición de racimo. Muchos han expresado su oposición a usarlas y algunos su rechazo abierto a que Estados Unidos las entregue para esta guerra. “No somos signatarios de ese acuerdo, pero me costó convencerme de hacerlo”, ha admitido Biden.
“Pero lo principal es que o tienen las armas para detener a los rusos ahora, evitar que detengan la ofensiva ucrania a través de estas zonas, o no las tienen. Y creo que las necesitan”, dijo.
Biden también se ha referido a la relación con China, país al que ve como superpotencia rival que trata de desplazar el predominio económico y militar de Estados Unidos. Pero ha afirmado que considera que puede haber una relación de cooperación entre ambos países.
“Creo que hay una manera de resolver, de establecer una relación de trabajo con China que les beneficie a ellos y a nosotros”, ha dicho. El presidente de Estados Unidos señala que advirtió a Xi Jinping después de que China y Rusia estrechasen lazos y presentasen una nueva relación. “Le dije: ‘Esto no es una amenaza. Es una observación’. Le dije: ‘Desde que Rusia entró en Ucrania, 600 empresas estadounidenses se han retirado de Rusia. Y usted me ha dicho que su economía depende de las inversiones de Europa y Estados Unidos. Y tenga cuidado. Tenga cuidado”. Biden ha añadido que Xi no discutió con él y señaló que China “no ha ido a por todas con Rusia”.
Por Miguel Jiménez