Con la preocupación puesta en evitar que eventuales medidas cautelares frenen iniciativas de su eventual gobierno, Javier Milei está hablando con abogados de tradicionales estudios jurídicos de Buenos Aires para armar el equipo que desembarque en el Ministerio de Justicia, incluido el penalista Mariano Cúneo Libarona, expanelista de televisión y recordado por sus audaces estrategias jurídicas que le permitieron dar vuelta casos perdidos.
Hay reuniones apretadas cuando la agenda electoral de Milei de cara a las elecciones del 22 de octubre lo permite, en ocasiones acompañado de Karina Milei, su hermana. La búsqueda es entre algunos letrados nucleados en el Colegio de Abogados de la calle Montevideo, el más tradicional, por contraste con el Colegio Público de Abogados de la Capital Federal, dueño de la matrícula profesional.
El Colegio de Abogados de la Ciudad se posicionó ante el kirchnerismo con firmes pronunciamientos, pero acompañó algunas de las medidas del macrismo. A la distancia, algunos de sus integrantes, incluso con los que simpatizan con Patricia Bullrich, reconocen que aprendieron y que hoy no se casan con nadie. “Hay conversaciones, pero es prematuro hacerlas públicas”, se sinceró un abogado de esa organización.
La preocupación es evitar que eventuales medidas judiciales impulsadas por la oposición, bloqueen iniciativas legislativas libertarias, al borde de la Constitución. En cuanto a los problemas que se avecinan en el fuero contencioso, en caso de que se planteen objeciones judiciales a las eventuales iniciativas libertarias, apuestan a que las reformas sean reglamentarias. Pero de todos modos admiten que es una preocupación.
Hace una semana circuló un borrador de un proyecto de ley para crear un tribunal ad hoc. Se lo llama Cámara Federal de Derecho Público Especial, que intervendría “en todos los casos de inconstitucionalidad”, cuando se impugnen “actos administrativos individuales”, ante las “medidas cautelares que tengan por objeto la suspensión de las leyes o actos” administrativos, entre otros. Un tribunal especial anticautelares.
Y para colmo los jueces que lo integren, según este borrador, serán elegidos por sorteo entre los camaristas en lo contencioso administrativos federal, donde tiene ascendencia el juez Sergio Fernández, de la Cámara Civil y Comercial Federal.
La sola sospecha de la posible existencia de este tribunal, que pareciera funcionar como escudo anticautelares, motivó la advertencia del Colegio de Abogados de la Capital Federal, que emitió un comunicado advirtiendo sobre la inconstitucionalidad de la iniciativa.
El equipo de Justicia está por verse, pero se sabe que hay cargos clave sin ocupar como la vacante en la Corte o en la Procuración y otros donde habría que pensar en candidatos como la Procuración del Tesoro o la Secretaría de Legal y Técnica, donde se apunta el abogado Santiago Viola, apoderado de la Libertad Avanza. Viola es conocido en los medios pues apareció relacionado con una operación de inteligencia para plantar testigos falsos contra el juez Sebastián Casanello y desacreditarlo.
Viola es hijo de Claudia Balbín, una abogada conocida en los tribunales por sus relaciones con el mundo judicial. Integró hace más de cinco años un selecto grupo que se reunía con frecuencia en el Hotel Presidente. Lo integraban, entre otros, el entonces juez Rodolfo Canicoba Corral y el exfiscal y exintegrante de la AFI Eduardo Miragaya, ya fallecido. Con el macrismo, Miragaya fue “director de la Dirección de Inteligencia sobre Delincuencia Económica y Financiera”.
Los nombres, algunos de abogados de doble apellido, son mantenidos en reserva. Una fuente del equipo de comunicación de Milei dijo ante la consulta de la nacion: “Estamos considerando distintos candidatos para el equipo judicial. Ninguno de los que ha sido mencionado hasta ahora por la prensa”.
Según dijeron a LA NACION fuentes de los tribunales y del foro local, Cúneo Libarona ya se reunió con Milei y con su hermana Karina, que es su mano derecha. Los libertarios le pidieron un plan de transformaciones en la Justicia, trabajo que el abogado penalista completó y expuso ante los hermanos.
Cúneo Libarona tiene 62 años, es hijo de don Mariano, que fue fiscal de la Cámara del Crimen durante 20 años. Tiene su estudio en el piso 27 de Avenida del Libertador al 600 con sus hermanos Rafael, Matías y Cristina. Abogado desde hace 30 años de los Eurnekian, era casi natural que apareciera su nombre sobre la mesa cuando Milei barajaba alternativas para el Ministerio de Justicia. “Es el momento de hacer Patria. ¿Qué querría mi papá? Que agarre. Se sentiría orgulloso, hay que hacer algo por el país”, le confesó a un amigo la semana pasada cuando empezó a blanquear sus reuniones con Milei y sus colaboradores.
Milei trabajó para Eurnekian hasta hace unos meses, al igual que Guillermo Francos, que se fue el BID y ahora regresó para integrar un eventual Gobierno de Milei. Cuneo Libarona y Francos se conocen. Compartieron el mismo jefe, al igual que Milei. El grupo Eurnekian resultó una cantera de eventuales colaboradores del libertario.
En el caso de los cuadernos de las coimas, Cúneo Libarona fue abogado de Hugo Eurnekian (sobrino del Eduardo Eurnekian). Allí obtuvo el sobreseimiento de su cliente. Fue abogado también del empresario Sergio Taselli en este caso. Sin miedo a las causas resonantes fue abogado del exgobernador de Tucumán José Alperovich, acusado de abuso sexual de su sobrina.
Cúneo Libarona está tanteando a su futuro equipo en caso de llegar a la función pública. Anotó a jueces jubilados, especialistas en derecho administrativo, ya que una de las preocupaciones es que iniciativas legales de Milei, que choquen con la Constitución sean bloqueadas. En las reuniones el libertario le planteó al abogado tres ejes para la gestión judicial: la independencia judicial; la idoneidad de los funcionarios y el fin de las operaciones políticas en la justicia.
Cúneo Libarona aparece ligado a otras amistades. La lista de iniciativas que planteó a Milei pasan por la puesta en marcha del Código Procesal Penal, cubrir vacantes por anticipado, reformar el Consejo de la Magistratura para reducir el componente político, instrumentar el juicio por jurados o prever la exclusividad del trabajo del consejero. En el entorno del abogado no se ponen colorados cuando se menciona “la mano dura” y hablan de “un poquito” donde se vea que se hace “justicia de verdad”
Atrás quedaron las jugadas de Cúneo Libarona más audaces que lo convirtieron en una estrella mediática en el caso del jarrón de Guillermo Cóppola, e incluso en la causa por el ataque a la AMIA. Atrás quedaron sus intervenciones polémicas como panelista en Animales Sueltos, el programa nocturno que condujo Alejandro Fantino en América TV (canal donde Eurnekian tiene una participación minoritaria).
Ahora, con el cabello corto y blanco por las canas, Cúneo Libarona es el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad el Museo Social, donde se graduó. Allí dicta clases de derecho penal y hasta acompaña a sus alumnos en las salidas didácticas, como la que hizo esta semana al Museo del Holocausto. Es doctor en Derecho y dictó clases en el extranjero.
En 1996, en el caso contra Guillermo Cóppola, Cúneo Libarona — su abogado- logró que el exjuez federal de San Isidro Roberto Marquevich abriera de madrugada su juzgado para que tomara la denuncia de Samanta Farjat, una de las chicas que empezó declarando como testigo protegida contra el exmanager de Diego Maradona y terminó denunciando al juez que lo encarceló. Cúneo Libarona probó la inocencia de Cóppola y mandó preso al juez que lo encarceló.
Antes ya había intervenido en la causa AMIA, cuando circulaba un video con la declaración ante el juez Juan José Galeano de Carlos Telleldín. El juez Norberto Oyarbide metió preso Cúneo Libarona por extorsión y lo procesó por coacción y encubrimiento. Fue sobreseído.
Para entonces en 1991, ya había sido abogado de Amira Yoma, la cuñada del ex presidente Carlos Menem, acusada de lavar dinero del narcotráfico en la causa conocida como el Yomagate. La instruyó la jueza María Servini, cercana a Cúneo que lo designó en alguna ocasión como su abogado. Era cuando estaba casado con Lourdes Di Natale, secretaria privada de Emir Yoma. Sus lazos con el menemismo perduraron y en 2001 fue abogado del ex presidente Carlos Menem en la causa por el contrabando de armas a Ecuador.
En los tribunales, Cúneo Libarona fue abogado de Ariel Lijo, de Julián Ercolini y conversa con la jueza María Eugenia Capuchetti. Interlocutores no le faltan. En la Corte tiene llegada, y tiene vínculos con Patricia Bullrich, a quien conoce y también con Sergio Massa, los dos adversarios de Milei.