Javier Milei le endulza el oído a la Justicia con una plataforma que le promete autoarquía económica e independencia

Los videos empezaron a circular a medida que avanzaba el recuento de votos de las PASO por los chats de WhatsApp de jueces federales, fiscales, incuso de funcionarios de la Corte Suprema de Justicia. En las imágenes se lo ve a Javier Milei, ya dueño del 30 por ciento de los votos, exponiendo sus políticas para el Poder Judicial en caso de ser electo presidente. Y la mayoría respiró aliviado, a menos por la parte que les toca. Sus ejes declamados son: autarquía económica, independencia política, cubrir las vacantes en la Corte Suprema y en la Procuración y considerar el prestigio por encima de cualquier otro criterio para la selección del ministro de Justicia.

Claro que Milei en caso de llegar al poder y para motorizar las trasformaciones que anuncia deberá contar con el aval legislativo o de la Justicia, ya que se descuenta que algunas de sus iniciativas buscarán ser frenadas en los tribunales, en caso de que avancen contra la Constitución, el sistema político o los derechos de los trabajadores.

Los dilemas de Bullrich y de Massa para frenar a Milei

Milei, en caso de llegar al poder, tiene abundantes cartas para negociar con la oposición el diseño del Poder Judicial: en la Corte está la vacante que dejó Elena Highton y el 29 de diciembre de 2024 cumple 75 años (edad límite para jubilarse de no mediar un nuevo acuerdo) el juez Juan Carlos Maqueda. Está vacante también el cargo de Procurador General de la Nación y desde hace más de una década el del Defensor del Pueblo. Además de los cargos sin completar en el tribunal penal mas importante por debajo de la Corte, la Cámara de Casación Penal, donde se jubilaron dos jueces, sin contar a Ana María Figueroa, que cumplió 75 años el 9 de agosto y no tiene acuerdo del Senado.

De todos modos, y aún mejorando en octubre el 30% de los votos que consiguió en las PASO, el bloque de los libertarios no pasaría de ser la tercera minoría a partir de diciembre.

La mirada de Milei sobre la Justicia es benévola y es uno de los poderes del Estado que se salva de su ácida descalificación. Al candidato no se le conoce un integrante del equipo técnico que trabaje con los temas judiciales, más allá el compromiso de Victoria Villaruel, su candidata a vicepresidenta, con los militares condenados por violaciones a los derechos humanos o con los temas de seguridad.

LA NACION supo que la semana pasada un enviado de Milei anduvo por los tribunales repartiendo ofrecimientos entre algunos magistrados, con rango de camaristas, en busca de interlocutores con el Poder Judicial. Por ahora le dijeron que no. En la Corte Suprema prima la cautela, aunque no se descarta que ya haya habido contacto con alguno de los jueces.

En sus reportajes de tevé, uno realizado a fin del año pasado en LN+ por José del Río y el otro en Crónica TV, la semana pasada, por Chiche Gelblum, Milei formuló algunas propuestas que impactan en la Justicia.

En noviembre del año pasado, cuando su condición de favorito era un utopía, Milei proclamó en LN+: “Estamos proponiendo escindir a la Justicia del resto del Poder Político”. Dijo que lo más importante era “separar la influencia del Poder Ejecutivo del sistema de justicia argentino porque de lo contrario el sistema cae en el naufragio total”, ya que “acá la hacen todos y nadie la paga”. Y criticó entonces los avances de Cristina Kirchner sobre la Corte ante la idea de que era “culpable” de los delitos por los que se la juzga. En ese entonces ya habló de la necesidad de contar una independencia “presupuestaria” y “estructural”.

Ahora, ya que con el resultado de las PASO, Milei amplió esta idea en Crónica TV. Dijo que a quien designe como ministro de Justica “debe ser alguien respetado por el sistema judicial” y que el criterio sobre el que se basará será su “reputación”.

Milei insistió en esa charla en que priorizará la “autonomía presupuestaria” del Poder Judicial. “Hoy requiere de jefatura de Gabinete una autorización para reasignar partidas y cuando se hace eso, el Poder Ejecutivo presiona al Poder Judicial. Si se decide tener una Justicia independiente se le debe dar un financiamiento, sin que las decisiones del Poder Ejecutivo impliquen una presión sobre el Poder Judicial con el presupuesto “, le dijo Milei a Crónica TV.

La mención a Lorenzetti

En esa charla mencionó al juez de la Corte Ricardo Lorenzentti, no casualmente. “Lorezentti planteó en un proyecto que el presupuesto no dependa de la Jefatura de Gabinete sino del Congreso. Pero yo soy mas radicalizado: quiero independencia total, que existan un conjunto de partidas para financiar al Poder Judicial y que la Justicia tenga autonomía total”.

Eso sonó como música para los oídos tribunalicios, y especialmente los de los cortesanos. Máxime cuando Milei dijo que “el órgano más calificado del Estado es el Judicial”. Otro mimo para los jueces.

También insistió en su idea de acabar con la “contaminación” política de las instancias judiciales para que “se reconstituya una carrera judicial que no dependa de los favores de la política, sino que avancen quienes son los más idóneos para esa actividad”. Concursar para un cargo con un padrino político es un ejercicio en el que la Justica está entrenada.

En la plataforma electoral que presentó ante la Justicia, Milei propuso cambiar la idea de que la Justicia sea usada “para perseguir opositores o favorecer amigos”. Y señaló que de este modo el Poder Judicial “ni es un órgano de control del poder político, ni garantiza los derechos de los individuos”. Esta idea de la Justicia como contrapoder y control de los otros poderes es una de las preferidas del juez Lorenzetti al describir el rol de la Corte cuando le tocó presidirla 10 años.

Milei señaló en su plataforma que el ministro de Justicia tiene que ser “un miembro respetado del Poder Judicial”, y anunció que el nombre del juez que la Corte que proponga no tendrá “pertenencia partidaria” y debe ser “un férreo defensor de las ideas de Juan Bautista Alberdi plasmadas en la Constitución de 1853″. Allí también anunció su intención de “cubrir la vacante del Procurador General “con un fiscal apartidario, defensor de las ideas de Alberdi” y “todas las vacancias de tribunales federales de país con jueces apolíticos que respeten los principios de nuestra Constitución liberal”.

San Antonio de los Cobres | La recóndita capital de Milei

En esas plataforma, Milei además se comprometió a “avanzar en la implementación del sistema acusatorio adversarial para un mejor funcionamiento de la Justicia”. Es la vieja deuda del nuevo Código Procesal Penal Federal, puesto en marcha mínimamente, por partes y solo en Salta y Jujuy. Milei propuso establecer además el juicio por jurados y prohibir a los integrantes del Poder Judicial cualquier filiación política o participación en política partidaria”. Lo segundo es lo que manda la norma actualmente.

Milei quiere reformar el Consejo de la Magistratura para disminuir la cantidad de integrantes del estamento político (diputados y senadores) y eliminar “organismos, institutos y entes descentralizados dentro del Ministerio de Justicia que tengan por fin promover la discriminación positiva para garantizar el principio de igualdad ante la ley”. Finalmente, propone una iniciativa que eriza al Poder Judicial nacional, como es traspasar la justicia nacional a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Una deuda de la reforma constitucional de 1994.

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