Javier Milei empieza a tejer lazos con Estados Unidos con el desembarco de dos emisarios en Wall Street

WASHINGTON.- La reunión ocurrirá esta noche, en Greenwich, una ciudad en Connecticut a poco menos de una hora en tren desde Manhattan, notoria por sus bosques, mansiones, y la presencia de fondos de inversión y firmas financieras. Dos enviados de Javier Milei, Darío Epstein y Juan Napoli, se encontrarán con medio centenar de ejecutivos de bancos y fondos de inversión, un primer contacto informal, cara a cara, de inegrantes de La Libertad Avanza con Wall Street para comenzar a reforzar los vínculos del candidato libertario con Estados Unidos.

El encuentro será “privado e informal”, indicaron fuentes del espacio de Milei, y se realizará en la casa de Gerardo “Gerry” Mato”, jefe de Global Banking Americas del banco HSBC. La cita permitirá comenzar a limpiar el terreno y despejar las dudas e inquietudes que existen en Estados Unidos ante un eventual gobierno libertario liderado por Milei, la primera y principal, la letra chica y la viabilidad de sus propuestas y cómo planea implementar su agenda sin gobernadores, sin mayorías propias en el Congreso, y sin un amplio respaldo social.

El meteórico ascenso de Milei en la política argentina es seguido desde hace meses en Estados Unidos con una mezcla de preocupación y rechazo, y fascinación y admiración. El fenómeno quedó naturalmente hermanado con la irrupción política de Donald Trump –aunque hay quienes se preocupan por marcar las diferencias– y de otros líderes populistas como Jair Bolsonaro, de Brasil, o Nayib Bukele, de El Salvador.

Es una asociación inquietante para la izquierda –y para una fracción del mundo inversor, por la mayor incertidumbre que genera–, pero que despierta entusiasmo en la derecha, tal como quedó en evidencia con el viaje Tucker Carlson, el célebre y controvertido periodista que transmite desde Twitter –ahora, X– tras ser despedido por Fox News, a Buenos Aires para entrevistar a Milei. Carlson ya entrevistó recientemente a Trump, Bukele, y al primer ministro húngaro, Viktor Orbán. Para Milei, la entrevista servirá de carta de presentación en Estados Unidos.

El ida y vuelta en Greenwich servirá para medir la temperatura a ambos lados de la mesa. Los enviados de Milei responderán a las preguntas y las inquietudes sobre sus propuestas y su capacidad para gobernar, pero también podrán medir de primera mano el ánimo del mercado respecto de Milei, y también respecto de la Argentina, muy alejada del radar inversor.

En Wall Street, el interés por el país quedó notablemente deprimido después de la áspera reestructuración de deuda que encaró Martín Guzmán y el muy criticado programa con el Fondo Monetario Internacional (FMI), inocuo a la hora de encarrilar la economía. Un ejecutivo de un fondo, que le restó importancia al encuentro, desechó cualquier expectativa de dinero fresco.

“De los que van ahí, no creo que ninguno quiera poner un mango”, señaló, tajante. Otra descartó cualquier respaldo del mercado a “ninguna de estas cosas exóticas”. Otra fuente de otro fondo le restó importancia a la cita argumentando que cualquier discusión pierde relevancia ante la fluidez de la coyuntura. “Me parece bárbaro como función social, pero pensar que hay algo que se pueda discutir hoy que tenga que ver con lo que pueda pasar con el nuevo gobierno me parece altamente hipotético. Todo está demasiado fluido, desde lo económico a lo político, pasando a quién es quién en cada partido”, indicó.

Pero más allá de las lecturas que pueda suscitar el encuentro, lo cierto es que se trata de un primer contacto –aun cuando sea “informal”– entre el equipo de Milei y el mundo de Wall Street, un paso que marca, cuando menos, el interés de ambas partes por tener un acercamiento ante la posibilidad latente de que La Libertad Avanza tome las riendas de la Argentina a partir del 10 de diciembre.

El viaje de Epstein y Napoli abonó también las especulaciones sobre un eventual viaje del propio Milei a Washington, un paso habitual que suelen dar los candidatos presidenciales de la Argentina para discutir su agenda con el Departamento de Estado, la Casa Blanca y los centros de pensamiento, o think tanks. Milei ha evaluado al menos ya en dos ocasiones una visita a la capital de Estados Unidos, según pudo saber LA NACION, una de ellas después de las primarias presidenciales. Pero, por ahora, el viaje ha quedado en suspenso. Diana Mondino, su eventual ministra de Relaciones Exteriores, brindó una charla virtual organizada por el Centro Woodrow Wilson antes de las primarias. Nada más.

Una visita de Milei o Bullrich a la capital norteamericana les daría visibilidad y les permitiría pulir sus credenciales internacionales –Massa viajó recientemente a Washington para la aprobación del último acuerdo con el Fondo–, pero otra lectura es que, ante la necesidad de los candidatos de sumar el mayor caudal de votos posibles para la elección general, las campañas concentrarán su atención en la Argentina.

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