Cuando todos los focos se posan sobre Javier Milei y los interrogantes en torno a su plan de dolarización, otro tema comienza a ser motivo de conversación entre la dirigencia política: el debate presidencial. Lanzada la campaña hacia las elecciones de octubre, el candidato a presidente de La Libertad Avanza debió salir a desmentir las versiones que lo ubicaban ausentándose de los debates que lo enfrentarán con los demás aspirantes a la Casa Rosada, previstos para el 1° y el 8 de octubre.
“Obviamente [iré], no sé a quién se le ocurrió decir que no iba”, aclaró Milei, al pasar, a la salida del Latam Economic Forum, una reunión de economistas que se realizó este miércoles en el Hotel Alvear. Sus palabras fueron en línea con lo señalado a comienzo de semana por su compañera de fórmula, Victoria Villarruel. “Javier va a ir a los debates y yo lo voy a acompañar”, había sostenido la abogada en una entrevista con LN+.
Los rumores comenzaron días atrás, luego de que la Cámara Nacional Electoral (CNE) realizara una primera reunión con representantes de los candidatos para definir las propuestas que elaboraron los jueces y los miembros del consejo asesor que se conformó a principios de este año. Los enviados de Milei fueron Karina Milei –“El Jefe”, según según su hermano– y Santiago Caputo, una figura cada vez más gravitante en el entorno del libertario. Durante el cónclave, algo llamó la atención de los presentes: una supuesta consulta de la hermana del economista sobre las sanciones que cabrían por ausentarse del debate.
“Están operando mucho”, deslizan a LA NACION cerca de Milei. Sin embargo, la cuestión fue más allá de meros trascendidos periodísticos. Una teoría empezó a correr con fuerza entre la dirigencia de La Libertad Avanza: que Milei podría ser el centro de todos los ataques, no solo del resto de los candidatos sino también del público. Sucede que la intención de los organizadores del debate es incorporar preguntas de la ciudadanía, algo que en el campamento libertario alimenta los fantasmas de una virtual “emboscada” contra su líder.
Quien apuntaló esa conjetura fue uno de los principales influencers de los libertarios, Mariano Pérez. “EMBOSCADA a MILEI en el DEBATE PRESIDENCIAL: Los detalles de la TRAMPA de la CASTA”, reza el título del video subido a Break Point, uno de los canales de YouTube que siguen el día a día del economista. En la publicación, que cuenta con más de 130.000 visualizaciones, Pérez alerta –con acusaciones, pero sin fundamentarlas– acerca de posibles maniobras de parte de los moderadores y repara en que las preguntas del público puede llegar a estar amañadas.
“Ya veo venir un debate como en 2021 en A dos sobres (sic), cuando lo frenaban a Milei a cada rato y no le dejaban hablar”, señala el youtuber al final de su monólogo, en una abierta referencia a lo sucedido hace dos años en el canal de noticias TN, cuando el por entonces candidato a diputado debió defenderse, sin demasiadas herramientas, de las arremetidas de la candidata de izquierda, Myriam Bregman, con quien deberá volver a encontrarse el mes que viene. “Milei tiene que estar muy atento en no darle bola porque lo va a sacar de eje”, le aconseja Pérez.
Las denuncias por supuestas artimañas para perjudicarlo son moneda corriente en el discurso de Milei. A los ataques cotidianos contra periodistas por reproducir información con la que no coincide, se suman las dudas que el propio libertario se encarga de sembrar en torno a presuntas falencias en la transparencia electoral. El economista aduce, sin mayores pruebas, haber sido víctima de un sistemático robo de boletas que, sostiene, les valió a perder cinco puntos en las PASO. Pero no hubo denuncias en la Justicia electoral.
“Sacamos el 35% de los votos y las viejas prácticas de la política, tanto de los socialistas de buenos modales como los de malos modales, intervinieron activamente haciendo fraude”, despotricó Milei en una entrevista con la agencia Bloomberg, a pocos días de los comicios del 13 de agosto. Sin embargo, según pudo saber LA NACION, ni la CNE ni la Dirección Nacional Electoral (DINE) recibieron ni una sola queja formal de parte de dirigentes de La Libertad Avanza.
